Hazbin Hotel #3

492 86 60
                                    

Espero que les guste~

Alastor parecía decidido a tener su alma por alguna razón.

-Vamos, pequeño amigo, solo debes pedir lo que quieras y te lo daré...- su sonrisa afilada no promete nada bueno y MK lo sabe con solo verlo. -...a cambio de esa alma brillante que tienes, creo que sería un trato justo-

-Gracias pero no, gracias- lo esquivo, avanzando con grandes pasos con toda la intención de adentrarse más en el hotel y perder a ese sujeto. -Me gusta que mi alma sea mía y no necesito nada, tengo lo suficiente en mi vida. Muchas gracias- lo mira de reojo, frunciendo el ceño con ligera confusión. Puede mantener una expresión amable pero esos ojos tienen algo que no da un buen presentimiento. -Bye, bye~- usa parte de su poder para moverse rápidamente y alejarse, sin detenerse hasta que vio a Husk caminando con paso lento por uno de los tantos pasillos y no dudo en acercarse, agarrando muy suavemente su cola para seguirlo y mirar detrás de él, como para asegurarse de que el ser de cornamenta no lo hubiera siguiendo.

-¿Qué crees que haces, niño?- el menor se detiene y mira al gato, quien lo está mirando fijamente, enarcado una ceja. De alguna manera, le hace recordar mucho a Pigsy, con esa expresión tosca y luciendo gruñir a primera vista pero MK lo vio comportarse más suave y amable con Ángel.

-Busco refugio...- señaló hacia atrás en el pasillo. -...Alastor intenta que le venda mi alma y ya no sé como decirle que no quiero-

-Agh, ese tipo...- Husk hizo una mueca, luciendo como si quisiera insultarlo y gruñir pero se abstuvo a último momento, casi mordiéndose la lengua con fuerza, aunque MK podía notar su pelaje erizado con molestia que se estaba obligando a calmar. -...eso no me sorprende- bufo. Analizó con la mirada al menor, quien solo pudo parpadear hacia el más alto, y pronto, el felino se resignó. -Alastor es un vendedor, puede convencer a cualquiera de vender su alma y mucho más si quiere...- MK chillo cuando la cola a la que se estaba aferrando se movió y lo alzó al no soltarse. -...pero cuando ve algo único, algo que no existe usualmente por aquí...- tomo al sucesor entre sus brazos, teniendo cuidado con sus largas garras, y volviendo a caminar por el pasillo, sin un destino en específico en mente. -...puede volverse insistente, hasta el punto en el que alguien cede solo pro cansancio-

-No pienso venderle mi alma, es mía- se cruzó de brazos con un puchero. -Aunque no entiendo por qué esta tan interesado-

-Las almas puras nunca llegan hasta aquí, chico- tarareo, pensativo. -Es el infierno, una zona de almas corrompidas o rotas, almas como la tuya deberían estar lejos de aquí y ocultas en el cielo-

-Aun no estoy muerto- aunque había una parte de él que temía no morir, temeroso de que ser el sucesor de Sun Wukong viniera con mucho más de lo que no le dijeron, y decidió tener esa crisis existencial mucho más tarde, quizás cuando esté solo en su hogar. -¿Algo que deba saber mientras me quede aquí?- no tenía muy en claro cuanto tiempo podría estar ahí y tampoco sabía como volver.

-¿Sabes qué? Te daré dos grandes consejos para sobrevivir en el infierno- porque no creía que alguien como MK tuviera que estar allí más de lo debido. -En primer lugar, sin importar que tan amable sea o cuanto te amenacen, no hagas un trato. Eso podría costarte caro- MK asintió, había algo parecido en su mundo. -En segunda, no importa que te ofrezcan, no vendas tu aman por nada. Te atara a alguien y eso significa que te verás obligado a quedarte aquí, a obedecer ordenes sin importar cuán horribles sean-

-Esta bien, sin tratos y sin venta de almas. Entendido y anotado- el menor no dudo en asentir, sintiendo un escalofrío de solo pensar que podría quedarse allí si cometía un error como esos.

-Bien- se detuvo frente a una de las tantas puertas del pasillo y tocó, Ángel no tardando mucho en abrir, luciendo confundido y con el pelaje algo húmedo, solo usando una bata que estaba atando con el par de manos inferiores que tenia. -Toma, es todo tuyo- hablo con tono brusco, el sucesor siendo empujado hacia la araña, quien no tuvo otra más que alzarlo lo mejor que pudo ante el repentino movimiento.

-Oye, no, así no funciona esto de la custodia- frunció el ceño, MK sintiéndose como un niño de repente pero sin poder quejarse realmente. -Se suponía que te tocaba vigilar al niño, mientras yo tomaba una siesta reparadora y un baño de burbujas-

-Nunca acepte nada eso- bufo con cierta burla. -Cuídalo, Alastor se está volviendo impaciente y pesado- y se dispuso a seguir por el pasillo.

-¿Me dejaras así nada más? ¿Con nuestro hijo tan pequeño?- Ángel estaba siendo dramático y burlón, disfrutando ver como el otro se tensaba. Podían escucharlo murmurar, aunque era poco entendible, de seguro amenazando e insultando a la araña que se reía entre dientes.

-¡Papá, no te vayas!- grito de la manera más dramática posible, la araña que lo sostenía luchando por no dejar escapar una ruidosa carcajada ante el gruñido que se pudo escuchar venir del felino.

-¡No soy el padre de nadie, maldita sea!- sus pasos fueron ruidosos y fuertes, sin atreverse a siquiera mirarlos porque no quería mostrar sus mejillas rojas de la vergüenza, rápido en alejarse de ellos.

-Ah, escupira en mi siguiente bebida, puedo sentirlo- bufo entre risas, adentrándose a su habitación una vez más peor esta vez, con una compañía sorpresa. -No toques nada de por aquí, ¿si?- estaba un poco preocupado, nunca había tenido una compañía como MK, puro y completamente inocente, no quería ser quien lo corrompiera o algo así.

-Puedo parecer un niño pero soy un adulto- infló en pecho pero toda su atención fue directamente al pequeño animal que lo observaba desde una almohada de aspecto esponjosa sobre la gran cama. -¡Un cerdito!- estaba fascinado, los cerditos como mascotas estaban de moda pero nunca podría tener uno, no sin ofender a Pigsy, y era la primera vez que veía uno en persona.

-Actuando así, pareces más un niño que un adulto- Ángel rodó los ojos con burla ligera, aunque su sonrisa se torno cariñosa mientras se acerca a y acariciaba la cabeza de su mascota, riendo cuando esté se apoyo en el toque y parecía exigir más entre gruñidos. -Él es Nugget, mi cerdito mimado-

-Es adorable~- hay una mano agarrando la parte de atrás de su ropa para ayudarlo a subir a la cama y ofrece su mano, su sonrisa brillante cuando el pequeño animal no tardó mucho en exigir caricias entre gruñidos entusiastas. -¿Puedo jugar con él?-

-Claro...- usualmente no lo haría pero MK no parecía tener ni un hueso de maldad en su pequeño cuerpo y podía ver lo cuidadoso que era con su mascota, así que lo iba a permitir por esta vez. -...solo ten cuidado, puede ponerse un poco brusco cuando se emociona- les dio la espalda para volver su atención a su mesa con espejo y llena de productora, dispuesto a cumplir con su rutina de belleza.

-Eres tan lindo y pequeño...- MK esta encantado. -...apuesto que ser tu es genial- su cuerpo empezó a brillar en dorado sin su consentimiento y antes de poder reaccionar, con un pequeño estallido silencioso, se transformo en un pequeño cerdo. -Vaya, y pensé que esto no volvería a ocurrir- se sacudió, un poco torpe antes sus nuevas patas y la superficie blanda. Levanto la vista ante los gruñido emocionados y sonrió como pudo al ver a Nugget medio agazapado, como si fuera un gato. -Oh, ¿Quieres jugar?- se agazapo de igual manera y chillo cuando el otro se le lanzó en encima, empezando a jugar a algo parecido a peleas, rodando en la gran cama y apenas evitando caer de esta.

Mientras tanto, Ángel se estaba cepillando el pelaje, escuchando los gruñidos emocionados y sonriendo con diversión, contento de escuchar a su bebé tan feliz, aunque se llevó una gran sorpresa cuando se volteo para verlos. Había dos cerdos ahora, su pequeño de tonos rosas y otro de tonos marrones pero sin el chico castaño a la vista.

-¿Pero que...?- había muchas preguntas en su mente y no tenía idea que con cual empezar.  No sabía si asustarse primero, porque se supone que debía estar vigilando al chico, o abrazar al par que aun jugaban, encontrando aquella escena tan tierna que ablandaba su frío corazón.

En vez de eso, saco su teléfono y tomo todas las fotos que pudo.

~Monkie Kid~ 6️⃣Where stories live. Discover now