Limite #3

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Espero que les guste~

Nota: No tengo muy claro que poderes puede tener Nezha, así que voy inventando a medida que lo necesito xD

Nota-2: Yo creo que para el final de la temporada 4, el ceño de MK esta roto, que es lo que permitió usar todo su poder contra Azure

-Deja de morderme- Macaque bufo, rodando los ojos cuando el menor no obedeció, mordisqueando su ropa con un poco más de entusiasmo que antes. Podía sentir la saliva ajena en su ropa, empezando a llegar a su pelaje. -Niño rebelde- suspiro y MK emitió una serie de murmullos alegres, algo ahogados en su negación por soltarlo. -Eres un abusivo- golpeo suavemente su espalda con molestia fingida, sonriendo cuando lo escucho reír. Al menos, estaba feliz, un contraste muy bien en comparación a cuando llego. 

-¿Quieres que lo sostenga?- Nezha se ofreció con cierta torpeza, extrañamente divertido con la escena que estaba presenciando pero evitando reírse por el momento.

-Te lo daría si me soltara- no necesitaba intentarlo, podía sentir sus pequeñas manos bien aferradas a su ropa, su larga cola rodeando su muñeca y sin dar señales de estar dispuesto a soltarlo pronto. -Bien, suficiente- hizo un gesto, un portar de sombras abriéndose en su techo y con algo pequeño cayendo. -Aquí, intenta dárselo- se lo extendió al príncipe, quien enarco una ceja ante el objeto mientras lo tomaba entre sus manos.

-¿Y esto?- no sabía de que estaba hecho pero era blanco, con algún liquido en su interior y luciendo como una frutilla caricaturesca, de un intento color rojizo que llamaba la atención.

-Es un mordillo para demonios, resistirá sus dientes- hizo un gesto y a otro no le quedo otra más que obedecer, acercándose, empujando con suavidad el juguete contra la mejilla del niño. MK se quejo ante la insistencia, frunciendo el ceño con molestia notable, soltando la ropa ajena  a favor de chillar. Lucia como al borde del llanto y el príncipe se apresuro a meter el extraño juguete a su boca apenas abierta, retrocediendo mientras el menos parpadeaba con confusión. Mordisqueo de manera tentativa, como si lo estuviera probando, y después de unos segundos de espera, pareció satisfecho. Lo agarro con una de sus manos y continuo, soltando un tarareo ligero, sus agarre en el mono aflojándose de manera lenta. Macaque lo noto y se acerco con pasos rápidos al sillón, inclinándose mientras enganchaba sus manos bajo los brazos ajenos, pudiendo separarlo de su cuerpo y colocarlo lentamente entre el montón de mantas que había puesto allí para él. Levanto las manos, como si el pequeño fuera una especie de bomba, y se enderezo, alejándose un par de pasos con mucho cuidado, atento a la reacción.

MK simplemente lo miro, curioso, con algo de saliva escurriendo ante el juguete en su boca y manteniéndose sentado por cuenta propia, solo la punta de su cola moviéndose ligeramente. Parecía tranquilo, contento por el momento, y los mayores lo iban a tomar como una victoria.

El mono termino por aprovechar aquello para adentrarse una vez más a la cocina, volviendo al poco tiempo con un vaso lleno de jugo que dejo a un lado y un plato de plástico con comida que se apresuro a dejar al lado del niño, quien dejo su juguete a un lado ante el aroma.

Los dos solo observaron como MK aplastaba entre sus manos una parte del huevo hervido antes de llevárselo a la boca, haciendo lo mismo con los trozos de pollo, haciendo un desastre pero el dueño no encontró fuerzas para quejarse, solo pudo dejar escapar un suspiro mientras se permitía relajarse por completo.

-¿Sabes lo que le sucede?- señalo al pequeño mono que comía.

-Me temo que no- negó con tristeza, apretando los puños con ligera molestia al no poder dar una respuesta que sirviera. -Nunca había visto o leído que algo así pudiera suceder- se sentía mal decirlo, especialmente porque MK era su amigo y le gustaría poder ayudarlo. -¿Te dijo algo?- miro al mono, quien le conto rapidamente lo que había sucedido antes de la explosión dorada.

-Él...parecía entender lo que le sucedía...- hizo una mueca al recordar el llanto ajeno. -...dijo algo como "me estoy rompiendo y no puedo arreglarlo"- eso había roto su corazón, porque el chico había sonado tan destrozado que dolía. El príncipe tarareo, pensativo, creyendo que quizás los poderes y los malos sentimientos del sucesor pudieron ser el causante de su estado actual, era lo más problema, aunque aun no tenía sentido del todo.

-No esta roto- podía sentirlo. Su alma estaba entera, así que el pequeño mono frente a ellos no era una una simple parte destrozada, e incluso podía decir que sus poderes estaban sorprendentemente estables, sin el cello en su pecho esta vez.

-Lo sé- lo entendía pero eso aun no les daba ninguna explicación.

-¿No deberíamos llevarlo con su familia?- fue algo que se le vino a la mente de repente, recordando al grupo, quienes debían estar preocupados ante la falta del castaño.

-No es buena idea- noto que el menos había terminado y se acerco con vaso en mano, sosteniéndolo mientras lo ayudaba a beber, ganándose una gran sonrisa acompañados de una risa ligera y alegre. Al menos, se veía mejor. -En su estado actual, no creo que pueda con la preocupación de todos- recuerda lo que había dicho y temía que pudieran abrumarlo en su intento de revisarlo, lo que causaría llanto y angustia, lo que estaba evitando. Nezha pareció entenderlo, asintiendo quedamente. -Deberías ir a ver a sus amigos- comento el mono después de unos segundos de silencio pensativo, llamando la atención ajena, quien fue rápido en levantar la vista para mirarlo con los ojos bien abiertos.

-¿Por qué tengo que ir yo?- frunció el ceño, luciendo poco dispuesto a buscar a los demás para contarles sobre la situación, sin sentirse cómodo del todo con esa sola idea. Aunque visitaba tan a menudo como le permitían sus responsabilidades, los conocía lo suficiente como para que le diera un cierto nerviosismo de solo imaginar la reacción de todos. Cielos, no quería enfrentar eso.

-¿Quieres quedarte con el niño que podría llorar en cualquier momento?- enarco una ceja. Siendo sincero, su nivel social era torpe y prefería por completo soportar el peligro del llanto ajeno si eso significaba que no debía enfrentar la confusión, y molestia de seguro, de ese extraño grupo.

-Yo...- Nezha cerro la boca y miro de reojo al niño, quien estaba babeando en medio de su afán de mordisquear su mordillo, luciendo entretenido mientras su cola se agitaba con tranquilidad y hace una ligera mueca. Por mucho cariño que le tuviera a MK, debía admitirse que no tenía idea de como cuidar de alguien tan joven y pequeño. -...iré- acepto su destino con suspiro lleno de sufrimiento, decidido a ignorar la gran sonrisa ajena en señal de obvia victoria.

-Buena suerte~- lo saludo con una sonrisa burlona, ganándose un gruñido de parte del príncipe antes antes de desaparecer en una flor de loto brillante de color rosa, sin necesidad de destello ni nada. Y así, Macaque estaba nuevamente solo con el sucesor, pasando sus manos por su pelaje como para armarse de valor y volteándose a verlo, haciendo una ligera mueca. La remera que lo cubría estaba manchada y parte de su pelaje también, así que iba a necesitar un baño pronto, quizás algo de ropa de paso.

~Monkie Kid~ 6️⃣Where stories live. Discover now