Capítulo 65.

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Anneliese

Estamos a 10 de mayo, han pasado unas semanas desde que di la noticia a la familia sobre mi embarazo. Debo decir que estuve muy ansiosa ese día y aún recuerdo la cara que pusieron todos. Con Ethan me puse muy nerviosa, no sabía cómo se lo iba a tomar mi hermano y por un momento pensé que lo decepcioné. Ideas absurdas, lo sé.

Tengo nueve semanas de embarazo y ya se me nota, no soy delgada, pero esta barriguita ya es de mi bebé, mi cachorro.

—Nuestro — ronronea Sirius y sonrío.

—Nuestro, mi lobito lindo.

Zack está trabajando en la empresa mientras yo estoy en clases con las demás, que no se han separado en ningún momento y apenas me dejan hacer nada. Según ellas tienen que cuidarme y yo las dejo hacer. Es viernes y por fin estamos en la última clase, necesito dormir un poco. Últimamente estoy más cansada de lo normal, mamá dice que es por el embarazo.

—¿Os apatece ver unas películas esta noche? — les pregunto cuando el profesor nos da cinco minutos de descanso.

—Perfecto — responde Adha sonriendo cuando deja una mano en mi barriga — se te va notando mucho más

Asiento con una sonrisa enorme y volvemos a la explicación del profesor. Adha deja su mano izquierda apoyada en mi barriga, me encanta sentir que quieren a mi cachorro. Está muy ansiosa por conocerlo y muchas veces discuten entre ellas sobre quien será la tía favorita.

Pronto será la graduación, el 14 de junio, estoy deseando que llegue para tener las vacaciones de verano. Esto de levantarme temprano no me está gustando y cada día me cuesta más. Zack me ha dicho muchas veces que haga las clases online, pero me niego, puedo con esto, solo que soy muy floja y solo me quedan unas semanas.

—Está noche nos vemos en tu casa — dice An y veo como Oliver está apoyado en su auto mirándola con una sonrisa.

Escucho venir un auto y no hace falta ver para saber que es mi hombre. Con una sonrisa me doy la vuelta para ver como se baja vestido con su traje hecho a medida, negro y con camisa blanca. Tiene dos botones abiertos. Diosa, tengo que tragar saliva si no quiero babear.

—Adiós, chicas — me despido de ellas y se ríen.

—Mi dulce mate — mete su mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y la otra por debajo de mi camisa para tocar mi barriga.

—Mi amor — me alzo en punta para besarlo y me levanta en brazos.

—¿Estáis bien?

Asiento y abre la puerta del auto. Él mismo me pone el cinturón y niego con la cabeza. Estos días ha estado más intenso que nunca, si las chicas no me dejan hacer casi nada, Zack no me deja ni ir a por una botella de agua. Mamá dijo que es normal, que cuando los lobos tienen a sus mates embarazadas, estos se vuelven más intensos y me contó como fue mi papá. No me quiero imaginar a mi pobre madre aguantando todo el día los reclamos de mi padre.

Conduce en silencio y casi me quedo dormida.

—Cariño — escucho como me llama y abro los ojos — Vamos.

Me alza y envuelvo mis piernas en su cintura. Me encanta que mi hombre me trate así, su olor me envuelve y sus manos en mi cuerpo me calma.

Me deja en la cocina y saca unos recipientes de la nevera mientras me quito los zapatos para estar descalza.

—Nana lo trajo. Tiene una llave para cuando quiera venir — me dice mientras pone a calentar la comida — dijo que solo iba a venir para dejar comidas.

SempiternoWhere stories live. Discover now