Capítulo 19.

1.9K 153 21
                                    

Zack

No puedo dejar de mirar a Anne, es hermosa, pero hoy está diferente, tiene un brillo que antes no tenía.

—¿Has visto como se ha comportado con esa mujer? — dice Sirius aullando.

—Sí, estaba ahí.

—Le gustamos, Zack.

—¿Zack? — me llama Oliver y me aclaro la garganta antes de beber una copa de vino.

—Te estoy hablando — refunfuña Adhara y la miro aguantando la risa, no quiero que me clave un tenedor, estas mocosas tienen delirios de locas.

—Te escucho.

—El fin de semana podríamos ir a acampar otra vez.

—Me apunto — dice Anne y Anastasia al mismo tiempo.

—Yo voy si ponen algo para tapar la luz del día y que pueda dormir un poco más — pide Katherine y niego con la cabeza.

—Podríamos comprar mantas negras y colgarlas, así también podemos darle uso otras veces porque si compramos cortinas se van a dañar al tenerlas guardadas — habla Ethan.

—Yo también me apunto, familia — sonríe Oliver mirando de reojo a Anastasia que no se da cuenta.

En ese momento nos llegan varios platos y comenzamos a cenar, no se cuantos llevamos ya, pero veo como Anneliese se abre el botón del pantalón y alzo una ceja.

—¿Qué? He comido mucho y siento que estoy a punto de explotar, es mejor quitármelo y que no le salte a alguien.

Suelto una carcajada y Adhara se lleva una servilleta a la boca para no escupir la comida.

—Por la Diosa, Anneliese — murmura después de beber agua y Anne se encoge de hombros dejándose caer en el sillón.

Cuando ya todos hemos terminado de cenar, piden postre, porque según ellas siempre hay hueco para algo dulce.

Pago la cuenta diciendo que la próxima invita otro cuando Oliver dice de pagar.

—Abrochate el pantalón — dejo que mi mirada recorra su cuerpo y saco mi lengua para humedecer mis labios.

Ella lo hace y salimos para ir a la feria que está unas calles más abajo.

—Entonces el viernes que viene nos vamos al bosque — habla Luca mirando a Adhara.

—Claro, habrá que llevar el doble de comida que la otra vez porque nos faltó por culpa de Zack — responde y me hago el ofendido.

—Sí, también habrá que llevar tapones para no escuchar tus ronquidos.

—Os lo recomiendo, porque seguiré roncando, señal de que duermo bien — responde la sin vergüenza — además, tú también lo haces, te escuché.

Nos reímos mientras caminamos, ocupamos toda la acera y cuando se va haciendo más pequeña, ellas van delante de nosotros.

—Vas a asustar a Anastasia si la sigues mirando así — le digo a Oliver a través del link.

—¿Has visto lo hermosa que está hoy?

—Ella no es uno de tus ligues, Oliver. Si la quieres para algo serio, adelante, pero si no, te voy a decir que lo dejes porque estás hablando de la sobrina de Alfa Kenzo y de mi madre.

—No es una más, lo tengo claro, Zack — responde y le creo.

Al doblar la esquina veo las luces de la feria y escucho los murmullos de todos, me pego un poco más a la espalda de Anne para no perderla de vista, tampoco a las otras. Estoy seguro de que si las pierdo, Kenzo me lleva al bosque de verdad y no para dejarme ahí solo.

SempiternoWhere stories live. Discover now