ㅤㅤㅤ𝟬𝟮𝟭. 𝘫𝘦𝘳𝘰𝘯𝘪𝘮𝘰 𝘣𝘰𝘴𝘪𝘢

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𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢𝘫𝘦 𝘷𝘶𝘭𝘨𝘢𝘳, 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘰
"𝘤𝘢𝘮𝘣𝘰𝘺"

𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢𝘫𝘦 𝘷𝘶𝘭𝘨𝘢𝘳, 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘹𝘱𝘭í𝘤𝘪𝘵𝘰"𝘤𝘢𝘮𝘣𝘰𝘺"

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Acurrucándose en su cama con su teléfono en la mano, Sabrina se pone de lado y mira la hora. Era tarde, pasada la medianoche. Tendría que estar durmiendo, pero en cambio, sigue conectada, demasiado despierta del trabajo. El brillo azulado de su teléfono arroja un tinte traslúcido a su piel. Estaba navegando por Instagram, pero sabía a dónde quería ir realmente. Aunque esté completamente sola, ella todavía se siente avergonzada al cerrar la aplicación y abrir aquel sitio. Hay algo teñido de desesperación cada vez que entraba a esa página, pero la sensación es todavía peor si gastaba plata.

Cuando la mañana caía, solía regañarse a sí misma, cada vez el mismo sermón sobre la necesidad de tener sexo o encontrar un chico cerca con quien al menos pueda pasar un buen rato. Por lo menos eso sería mejor que darle plata a un camboy, y además, más barato. Sin embargo, la promesa nunca parece cumplirse. Claro, podía pasar una semana, o incluso dos, antes de terminar recayendo en dicha página. Pero siempre se quebrantaba y retrocedía.

Sabrina ni siquiera estaba segura de si el chico estaría en vivo en ese momento, pero era viernes por la noche, y las posibilidades de que así sea son mayores de lo habitual. Una parte de ella espera que tenga razón, la otra parte teme. Pero la pelirrubia ignora ambas emociones, navegando por la página y haciendo clic varias veces. El perfil se carga y hay un pequeño punto verde en la esquina de su foto, lo que indica que está en vivo. Su corazón da un vuelco al entrar al stream, la imagen que parece granulada se vuelve clara luego de un momento.

"Supuestamente va a llover hoy." Dice Jerónimo con esa profunda y familiar voz suya. "Y todo el fin de semana también." El está afuera, dando un paseo, y probablemente para fumar un cigarrillo, porque ya había dicho antes que su compañero de cuarto no quería que fume en su departamento. Está demasiado oscuro para distinguir su rostro, pero ella puede ver el contorno de los edificios detrás de él con sus pequeñas ventanas brillando como luciérnagas en la oscuridad. "Esperen, voy a parar acá porque el café está cerrado." Dice y hay un movimiento de su teléfono, un borrón en las luces de la calle y luego él apoya su celular sobre una mesa. "Ahí está."

Ahora podía verlo. Su corazón se contrae lo suficiente como para que una oleada de vergüenza la golpee en el pecho por tener tal reacción ante alguien que en realidad no conocía. Hay un par de cosas que hacen que seguir a Jerónimo en su cámara durante un año sea algo desconcertante y agonizante. La primera es que no hay nada en su apariencia que se preste a su tipo de chico: fumaba - lo que normalmente le resulta desagradable -, tenía un montón de tatuajes, tenía perforaciones en la lengua y también usaba muchas joyas. Vestía finas camisetas negras y jeans que colgaban de sus esbeltas caderas, a veces incluso blusas cortas que llegaban a mostrar parte de su estómago y abdominales. Eso se ajusta casi dolorosamente al estereotipo de chico malo, por lo que también sería un disgusto para Sabrina si eso fuera verdad en todas las transmisiones suyas que había visto (que justamente no eran pocas).

𝔩𝔰𝔡𝔩𝔫. 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨Where stories live. Discover now