CAPITULO XXXIII

47 12 10
                                    

Parada, frente a la radiante sonrisa de Daniel, me quedo mirándolo por unos cuantos segundos, mientras siento, como es que me toma de la mano

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Parada, frente a la radiante sonrisa de Daniel, me quedo mirándolo por unos cuantos segundos, mientras siento, como es que me toma de la mano. Puedo sentir como el nerviosismo se incrementa y las palabras no salen de mi boca. «¿Qué se supone que diga ahora?» Pienso, dejándome guiar, hasta donde sus amigos, quienes nos quedan mirando con alegría, exceptuando a Lara.

—¡Ey! — exclama uno de sus amigos, el cual, nos queda mirando la mano que, mantenemos entrelazada —¿Dónde estabas? Habíamos estado preguntando por ti.

—¿Qué haces tú aquí? —interroga Lara, acercándose bruscamente a nosotros.

—Chicos —contesta Daniel, levantando nuestras manos, con intenciones de enseñársela a los demás —les presento a Jessica, mi novia.

Con solo oír como me llama, puedo sentir como una extraña sensación invade mi cuerpo, la alegría de vivir este momento, me hace querer llorar de emoción, pero me controlo, al notar que llamo la atención de nuestros acompañantes, los que, con una extraordinaria amabilidad, me invitan a tomar haciendo, para quedarme haciéndoles compañía.

—Guau, sí que te has conseguido una linda chica —habla, el mismo chico que se quejó anteriormente —mi nombre es Patrick, soy uno de los compañeros de este idiota —continúa, apoyándose del hombro de Daniel.

—Estábamos planeando ver una película, una vez terminada la graduación —interviene Paul, mirándome fijo —tú y Jessica podrían asistir, claro... Si no tienen nada más que hacer —se burla, intentando hacernos sentir incómodos.

—Por mí está bien —Daniel me queda mirando, esperando a que acepte la propuesta.

—Claro, por mi igual —lo miro de reojo.

—Esto es increíble —se queja Lara, rodando los ojos con molestia.

—Si no te gusta, puedes no asistir —comenta Patrick, haciéndome sonreír, aún más de lo que ya estaba.

Las horas pasan con velocidad y la noche de películas ha llegado. Preocupada por verme bien, me coloco ropa más cómoda, la cual, a pesar de ser deportiva, ayuda a hacer resaltar mis curvas de una manera semi provocativa, lo que me ayudará a llamar la atención de Daniel. «Tan solo espero, no parecerle atractiva a alguno de sus amigos» Pienso, mirándome al espejo, dispuesta a salir de mi habitación.

—¿Lista? —interroga el castaño, mirándome de pies a cabeza, mientras me queda mirando fijo.

—¿Sucede algo? —pregunto nerviosa, al percatarme de que, no deja de mirarme.

—No, es solo que... —me toma por la cintura con fragilidad —te ves hermosa.

—Ya basta —me quejo, mirándolo con una enorme sonrisa —me harás sonrojar.

—No sabes, cuanto me gustaría, verte sonrojada de todas las maneras posibles —responde, besándome de una manera descontrolada.

La pasión, que siento al sentir sus labios, entrelazarse con los míos, me hacen sentir deseos de llegar a un punto más íntimo, la excitación, está pudiendo con mi buen criterio, es por eso que, sin querer hacerlo, termino alejándome de él bruscamente, esperando a podernos retirar, antes de hacerse más tarde. Risueño, acata mi petición, tomando mi mano con suavidad, para luego guiarme hasta la habitación de uno de sus amigos, en donde tienen todo un cine armado.

LA MIRADA DE UNA EMBUSTERA I [EN CORRECCION]Where stories live. Discover now