CAPITULO XXVIII

52 12 9
                                    

Luego de una exhaustiva semana de entrenamiento, el día de nuestra presentación ha llegado, presentándose la ocasión, para poder lucir nuestros nuevos uniformes

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Luego de una exhaustiva semana de entrenamiento, el día de nuestra presentación ha llegado, presentándose la ocasión, para poder lucir nuestros nuevos uniformes. El poder reunir el dinero, no fue un problema demasiado grande, pues después de todo, mi presidencia en el centro de alumnos y mi gran inteligencia, nos fue de gran ayuda. Sonriente, me subo al bus, sentándome junto a Joan, quien, a pesar de no ser parte del equipo, se ha ofrecido para apoyarnos, ya que, solía ser la capitana semestres antes que Tracy.

—No sé, como agradecerte el apoyo —digo, acomodando mi bolso entre mis piernas.

—Vanessa querrá morirse, una vez nos vea juntas animando —da una leve sonrisa, haciéndome comprender que, no hay mayor obsequio que molestarla —supe que tuviste que escoger especialidad, al final ¿Cuál fue tu elección?

—Gastronomía internacional —enciendo mi teléfono, enseñándole el Instagram de un chef famoso —Grant Achatz, es mi mayor inspiración, adoraría aprender a hacer comida molecular como él —doy una sonrisa, al ver cada una de sus obras.

—Ya veo, en ese caso, podría ayudarte —me queda mirando —no olvides que, estoy en último semestre de esa misma carrera.

Una vez en la escuela rival, somos llevadas hasta el gimnasio, en donde deberemos presentarnos, representando a nuestra institución. Nerviosos, arreglamos nuestros aspectos en los vestidores, percatándonos de que, a pesar de lo poco que llevamos, estamos siendo invadidos por el equipo de basquetbol, quienes nos quedan mirando, con una sonrisa tan burlesca, como para golpearlos. Su presencia no me inquieta en lo absoluto, exceptuando el momento en el que, logro ver a Daniel, quien, con su uniforme deportivo y un fornido cuerpo al descubierto, ingresa por la puerta principal, erizando cada uno de los bellos de mi cuerpo.

«¡Dios! ¿Desde cuándo se ve tan atractivo?» Pienso, mirándolo fijo, hasta percatarme de lo embobada que estoy, gracias a la mirada de Joan, la cual, me hace reaccionar.

En silencio, puedo ver sus nudillos, los cuales aún no sanan, tras el fuerte puñetazo que le dio a Axel, haciéndome sentir culpable, ante su rostro de dolor. Quiero hablarle, pero la verdad es que, luego de ese día, no he sido capaz de hacerlo. «¿Y si ya no quiere saber nada de mí? ¿Quién querría enlazarse con una chica, con tipos de esa calaña como yo?» Nuestras miradas se cruzan, haciéndome sentir inquieta, es por eso que, sin siquiera pensarlo, corro la mirada hacia otro lado, intentando evitar intercambiar palabras, lo que se me hace imposible, al sentirlo acercarse a mí.

—Suerte— me dice, dándome una sonrisa, mientras abre mi mano, para dejarme algo en ella.

Al verlo alejarse, miro con rapidez mi mano, dándome cuenta de que, me ha dejado una pulsera, la que, parece ser de la suerte. Mi corazón late con fuerza, no puedo evitar sonrojarme y sentir que mi mundo da vueltas, mientras que, los demás se ríen animosamente, esperando a saber mi relación con él.

—¿Nos dirás que, estás saliendo con el chico de último semestre? —pregunta Félix, intentando enterarse de nuestra relación.

—No es de tu incumbencia —respondo molesta, quitando la sonrisa de su rostro —será mejor que, salgamos a ensayar una última vez —me pongo de pie, terminando de colocarme la pulsera, para luego salir con rapidez.

LA MIRADA DE UNA EMBUSTERA I [EN CORRECCION]Where stories live. Discover now