CAPITULO IX

100 28 39
                                    

Ha pasado una semana desde ese entonces, desde mi último encuentro con quien alguna vez llamé "Amiga"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ha pasado una semana desde ese entonces, desde mi último encuentro con quien alguna vez llamé "Amiga". No sé bien que fue lo que nos separó, pero tampoco me doy el tiempo de averiguarlo, tan solo disfruto de la soledad en estos días de otoño, fumando de mi cigarrillo mientras observo uno de los rincones de la habitación, en donde solía tener sus cosas. No tuvo que pasar mucho, para que lograra conseguir un traslado dos piezas más lejos de la mía, dejándome tan sola, como para poder traer a cualquier muchacho sin preocuparme de ser descubierta.

«Como si su ausencia me afectara» Pienso sonriente, mientras termino de aspirar el cigarrillo.

Preparada para asistir a las clases, apago lo que estaba fumando y salgo hasta el pasillo principal, en donde veo a Tracy charlar junto a una de sus amigas, mientras sostiene una torta de cumpleaños, la que, a mi parecer, se ve apetitosa, pero muy mal decorada. «¿Y eso para quien será?» Me pregunto con curiosidad, mientras me detengo apegada al muro, esperando poder escuchar su conversación.

—Entonces, ¿Le hiciste ese pastel por su cumpleaños? —Puedo oír, como pregunta la animada rubia de cabellera recogida.

—Sí, estuve toda la noche preparándola —Contesta Tracy, sin poder evitar sonreír. En verdad que le gusta. Bueno, no la juzgo —Estoy segura de que cuando la vea, se fijará una vez por todas en mí y olvidará a la tonta arpía de Jessica, quien de seguro no tiene ni idea de la importancia de este día — se acerca a su amiga con sigilo —no vayas a decirle, asegúrate de que no sepa.

—Supe que últimamente pasa mucho tiempo en su oficina, no sé qué es lo que harán, pero es mejor que te apresures en verlo antes de que ella lo haga, sino tarde o temprano lo sabrá.

Luego de ver, como la tonta enamoradiza se va casi corriendo, salgo de mi escondite y continuo mi camino, pensando en cómo podría arruinar sus planes por segunda vez. Nuevamente, me encuentro en clases de historia, en donde debo rendir una prueba tan sencilla, que soy la primera en terminar, logrando sorprender de tal manera a la profesora, que me permite retirarme del salón antes de tiempo. «Esta es mi oportunidad, iré a visitar a mi querido profesor».

Una idea se ha presentado en mi cabeza, la que me hace, tener que dar un pequeño desvío hasta el baño más cercano, en donde me preparo para poder dirigirme hasta la oficina de David. Entusiasmada, golpeo sutilmente la puerta, logrando ser atendida casi de inmediato, su felicidad es evidente, probablemente le entusiasma el tenerme de frente en su cumpleaños, pero bueno, ¿Qué mejor regalo que poder tenerme así? Probablemente, lo que le entregue después.

—Jessica —me dice sonriente —que bien que llegaras, estaba a punto de enviarte algo... Mira —se posiciona frente a la computadora, enseñándome el comprobante de envío al concurso de literatura nacional.

—Es increíble —contesto cerrando la puerta con pestillo, para luego apoyarme en el escritorio junto a él.

Sonriente, quedo mirando a mi acompañante como si quisiera que él dé el primer paso, pero apenas puedo esperar, me fastidia ver la torta sobre su escritorio, como si fuese algo digno de mostrar. Estoy impaciente, mi pierna se mueve con ansiedad y no puedo dejar de pensar en si es que le gustó el obsequio de la oxigenada estúpida. Debo calmarme, es claro que nada será mejor de lo que le entregaré.

LA MIRADA DE UNA EMBUSTERA I [EN CORRECCION]Where stories live. Discover now