CAPITULO XXIII

44 15 15
                                    

Las vacaciones han terminado y el regreso a la escuela es inminente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las vacaciones han terminado y el regreso a la escuela es inminente. La mañana, es un poco más calurosa de lo común, por lo que, ando con tan solo una polera de tirantes, la que deja ver parte de mi sostén y un short, el que termina justo por debajo de mis nalgas, dejando ver un poco de mis tatuajes. Acabo de terminar de organizar mi ropa y la verdad es que, me encuentro más cansada de lo normal, incluyendo que, por alguna extraña razón, tengo un poco de comezón entre medio de mis nalgas.

—¡Mierda! —digo, acomodándome las bragas —pero sí, acabo de ducharme.

Pronto comenzarán las clases, por lo que, debo avanzar materias, si quiero continuar siendo la mejor, es por eso que, me siento frente al escritorio, dispuesta a estudiar. De un segundo a otro, un fuerte dolor me retuerce la zona baja del estómago, viéndome obligada a tener que correr hasta el baño, en donde corroboro las sospechas que, con tanto empeño, esperaba que fuesen erróneas. La menstruación me ha llegado y por una extraña razón, es más abundante, además de dolorosa, que lo normal.

«Ya no me quiero mover más» Me recuesto en la cama, quedando boca abajo.

—¿Qué haces así? —siento como Axel me da una nalgada —¿Quieres provocarme? —se mofa.

—¡No vuelvas a tocarme! —exclamo molesta. No me gusta que, me toquen cuando ando en mis días, es vergonzoso.

—Está bien —contesta, intentando evitar la incomodidad, recostándose junto a mí, mientras que enciende el televisor —¿Veamos anime? —dice, dándome nuevamente una sonrisa, intentando ignorar mi reacción reciente.

Ahora me siento culpable por mi reacción, sé bien que no debí contestar de esa forma, pero la verdad es que, el dolor y flujo constante corriendo desde mi interior, es algo que no me deja pensar con claridad. Dispuesta a ser más amable, me acomodo junto a él, dejando caer un poco mi cabeza sobre su hombro, haciéndome sentir más calmada de lo que ya estaba. Su respiración está agitada y el olor de su cuerpo es agradable, podría decir que, esta es la escena romántica perfecta, pero la verdad es que el verdadero romance, no comienza hasta una vez que, acaricia mi cabello con suavidad.

—¡Oh! —le oigo exclamar, sacando de entre sus bolsillos una bolsa con maní confitado —olvidé que traje esto.

—No se diga más —se lo quito de entre las manos, con tanta energía, como para comérmelo sola —solo por esto, te perdono que, entraras a mi cuarto sin permiso.

Sonriente, me queda mirando mientras como, lo que me hace sentir un poco incómoda. Ruborizada, cruzamos miradas por unos segundos, hasta sentir las voces de una multitud en los pasillos cercanos a mi habitación, logrando llamar mi atención por completo. Curiosa por saber lo que sucede, le pregunto a Axel, quien me informa sobre las audiciones, para la presentación de canto, que oí a la amiga de Vanessa relatar.

—¿Y todos pueden participar? —interrogo, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Si, solo debes presentarte y si tu canto les gusta a los jueces, pues te aprueban —responde comiendo, sin siquiera pensar el motivo de mi curiosidad.

LA MIRADA DE UNA EMBUSTERA I [EN CORRECCION]Where stories live. Discover now