CAPITULO VIII

102 29 28
                                    


En medio de la noche, los labios de quien fingió amarme no me dejan respirar, sus manos acarician mi cuerpo, como si lo hubiese deseado de hace un tiempo y a pesar de estar segura de que no soy más que una aventura, permito que me desnude dejando ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

En medio de la noche, los labios de quien fingió amarme no me dejan respirar, sus manos acarician mi cuerpo, como si lo hubiese deseado de hace un tiempo y a pesar de estar segura de que no soy más que una aventura, permito que me desnude dejando mis pechos al descubierto. Su respiración se muestra agitada y su cuerpo aparenta desearme, es por eso que continúo besándolo mientras nos acoplamos entre las sábanas, logrando comenzar con el acto que tanto ha de desear.

Al sentirme penetrada, doy un leve quejido, logrando alarmarlo de tal modo que, coloca su mano sobre mi boca, dándose los ánimos para continuar empujando aún más fuerte. Mientras siento como llega hasta el tope de mi vientre, mi rostro se acalora más de lo normal, las mejillas se me ruborizan y aprieto las sabanas con tanta fuerza, como para terminar rompiéndome las manos. Debo ser sincera, Bastian fue un gran idiota conmigo en el pasado, pero si hay algo de lo que jamás le reprocharé, es de su gran capacidad de hacerme gritar.

—No sabes cuanto te extrañé —susurra a mi oído mientras aprieta mi cintura con fuerza y me mira con una leve sonrisa dominante.

«¡Mierda! Pero qué sexy» pienso, mientras miro su musculoso y tatuado cuerpo moverse sobre mí.

No soy estúpida, sé bien que sus palabras son dichas por el calor del momento y no de corazón. Además, soy consciente de que esto será olvidado una vez sobrio, por lo que no debo tomar todo tan en serio, pero si de una cosa estoy segura, es que lo que hemos estado haciendo durante estas últimas dos horas, es la oportunidad perfecta como para poder manipularlo, después de todo ¿Qué diría su novia si supiera?

.........................................................

La mañana ha llegado y los rayos del sol traspasan las cortinas obligándome a despertar. Preocupada, miro al otro extremo de la cama, asegurándome de que Bastian no se encuentra junto a mí. Cansada por la falta de sueño, miro mis manos, percatándome de que además de rojas, están rotas de tanto apretarlas. «Esto será un problema» Pienso levantándome.

Lista para salir, termino de colocarme el traje que Jazmín me dio, llamando la atención de Jenny, quien a pesar de no decir ni una sola palabra, deja en claro con tan solo una mirada, como es que me juzga. Una parte en mí quiere hablarle, pero otra me dice que no lo haga, después de todo, es ella quien se ha alejado de mí, así que, con un leve suspiro, ignoro su presencia y me retiro en dirección a mi destino.

La habitación del taller se encuentra repleta, la mayoría de asistentes son hombres fornidos, quienes me miran como si fuese un trozo de pan. Llevaba tiempo que no me sentía así, los nervios invaden mi interior y mis manos se tornan temblorosas, puedo ver como es que Vanessa acaba con todos sus contrincantes, mientras Axel me sonríe con malicia, esperando a que llegue mi turno.

—¿Qué haces tú aquí? —pregunta Vanessa acercándose a mí —las artes marciales son para todos, puedo ver en tus brazos que apenas sabes moverte, será mejor que evites la humillación y...

—¡Vane! —interrumpe Axel —si quieres expulsarla de aquí, primero véncela en un enfrentamiento.

—Como desees —continúa hablando la morena, mientras se posiciona para comenzar.

El momento ha llegado, nuestro enfrentamiento ha dado inicio y a pesar de que nuestras habilidades parecen ser similares, requiero perder el enfrentamiento, después de todo, mi objetivo es acercarme a ella, no volverme parte de su equipo. Sin lograr encontrar la forma ideal de perder, parece ser como si el destino estuviese actuando a mi favor, pues con un movimiento en falso, los botones terminan por explotar, dejando a la vista mis pechos casi por completo.

Sorprendidos, todos los presentes se me quedan mirando y dispuesta a demostrar debilidad, me tapo avergonzada. Con preocupación, la joven de cabellera oscura obliga a los presentes a retirarse, mientras intenta taparme con sus manos, dejando al descubierto su verdadera personalidad. Sabía que intentaba parecer dura, pero en realidad solo es una chica normal a la cual le preocupa el bien estar de los demás.

—Ten — dice entregándome una polera —todos se han retirado ¿Estás bien?

—Si —sonrío cambiándome la parte superior del uniforme —gracias por eso —suspiro —lástima que he perdido.

Al fijarme como me queda mirando, decido acercarme a ella, con tal de presentarme correctamente, a lo que no recibo respuesta.

—¿Sucede algo? —interrogo.

—No, es solo que, cuando te vi por primera vez creí que serias una chica desagradable —sonríe —debe ser porque eres linda y además fuiste novia de Bastian, qué estúpida me siento ahora.

—Entonces yo lo soy más —doy una leve carcajada —eres hermosa y además fantástica en las artes, de verdad me gustaría mucho poder aprender más de ti.

«¡JA! Como si de verdad me interesara aprender de esta estúpida»

—Consigue otro traje y ven mañana, te estaré esperando —da media vuelta con intenciones de irse —¡Ah! Y lo lamento.

—¿Por qué? —interrogo sorprendida.

—Por juzgarte antes de tiempo.

Llegando medio día, ingreso hasta mi habitación con intenciones de cambiar mi vestuario, percatándome de la presencia de Jenny, quien, sentada sobre mi cama, sostiene una rosa junto a una nota «¿Es que quiere disculparse?» Me pregunto mientras camino hasta ella.

—Sé que tal vez mi inesperada partida te será molesta —comienza a leer —de seguro piensas que no recordaré nada de lo que hicimos, pero la verdad es que nunca he estado más consciente de algo en mi vida —me da una leve sonrisa — y eso eres tú, dejaré a Vanessa con tal de volver a ti... Bastian, sabía que eras una perra sin corazón, pero coger con tu exnovio de tal manera, como para hacer que deje a la actual, ya es otro nivel.

No sé qué es lo que me controla en este momento, pero sin darme cuenta le acabo de dar una cachetada tan fuerte, que no le he dejado siquiera esquivarla. La que solía ser mi mejor amiga, se encuentra postrada sobre el piso, con la marca de mi mano impregnada en su cara y sin decir ni una sola palabra más, me mira como si es algo de lo que no se esperaba.

—Sabes bien como soy —digo soltando una leve sonrisa — pero como amiga, aún no has experimentado mi enemistad y no creo que seas capaz de soportarla —acercándome a su rostro —no vuelvas a meterte en mis cosas, si no, no solo caerás al piso por una cachetada, sino que además, perderás la cabeza. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
LA MIRADA DE UNA EMBUSTERA I [EN CORRECCION]Where stories live. Discover now