T R E S . C I N C O

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—Así que, tomo una pequeña siesta y todo se va a la mierda ¿eh?

—Para ser honestos, tu "pequeña siesta" duró 6 años.

Octavia tomó un lugar junto a ella, y ambas mujeres se quedaron en silencio por un par de minutos. Coriane analizaba a aquella nueva mujer de pies a cabeza, definitivamente, se había llevado una sorpresa desconcertante al ver que la Octavia de ahora no era la Octavia de ayer, pero, de nuevo, su "ayer" se habían convertido en 6 años para las personas que continuaron viviendo mientras ella dormía.

—Sí, bueno, parece que al menos a una de nosotras le han favorecido estos años —miró a la peli negra con una sonrisa ladina.

Mientras Coriane se veía decaída, delgada y débil, Octavia nunca se había visto más fuerte, poderosa y viva.

—Me alegro tenerte con vida, al menos —rio la mujer, y Coriane notó como incluso su risa había cambiado, fría, calculada.

—Así que, Blodreina, ¿huh? Un título bastante interesante, me encantaría oír su historia —por un momento, tan solo por un momento, Coriane vio un guiño de la vieja Octavia en su mirada, como si estuviera insegura de contarle todo lo que había pasado en aquellos seis años en su ausencia.

Pero al final, Blodreina regresó con un suspiro, y relató los sucesos desde el primer día que Coriane había caído inconsciente.
Sí, definitivamente, Octavia Blake no era la misma de ayer, y con cada una de sus palabras, Coriane se preguntaba cuánto en realidad la muchacha había cambiado.

—"La fuerza sin piedad es nada", vaya palabras —cuando Octavia terminó, Coriane remarcó lo que Marcus Kane le había dicho a la mujer.

—Por favor no me digas que vas a repetirmelas —la pelinegra suspiró.

—No. Claro que no. Yo mejor que nadie estoy consciente de la sangre que corre por mis manos —volteó a mirarlas; pálidas, temblorosas, nada comparadas a las manos fuertes que alguna vez poseyó, pero aún así, las apretó con fuerza, poniendo sus nudillos blancos. Miró a la mujer a su lado y analizó cada parte de su aspecto, preguntándose a quién podía pertenecer aquella sangre en su frente— ¿Estas tú consciente de la tuya, Octavia?

Blodreina no respondió nada, solo su mirada dura se aferró a la de Coriane, por un momento se vio conflictiva, sin saber qué decirle, pero para su suerte, la puerta se abrió de repente, salvándola de aquella pregunta.

—Oh, lo-lo siento mucho, Blodreina, solo quería venir a darle sus medicinas a Magna —Odeya empalideció apenas vio el rostro de la regente y bajo su cabeza, Coriane vio miedo en sus ojos antes de que los apartara.

𝓣𝓮𝓻𝓻𝓪 ↬ b. blakeWhere stories live. Discover now