Su único gran crimen fue nacer y no ser elegida para vivir.
Alana fue expulsada del Arca al haber nacido minutos después de su hermano mellizo. Siendo una bebé, nadie esperaba que sobreviviera a la inhabitable Tierra, el cruel castigo pasaría desap...
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—Te vez cansada —Aren dijo parado en el marco de su puerta.
Después de la ejecución de Gustus, Coriane había decidido alejarse de todo y todos y simplemente encerrarse en su cabaña. No había podido dormir, simplemente se había quedado leyendo uno de los libros que Lincoln le regalaba cada que los encontraba explorando, tratando de así poder ocupar su mente con algo más y despejarse un poco. Levantó la mirada del llamado "libro de la selva" para mirar a su amigo.
—Lo dice quien fue envenenado —sonrió de lado, sentándose en su cama.
—Si bueno, pero al menos casi muerto pude dormir —se rió el muchacho, entrando por completo en la cabaña y cerrando la puerta detrás de él.
—¿Qué pasa? —preguntó cuando se sentó a su lado, esperando que fuera a darle noticias de lo que ocurría afuera de esas cuatro paredes.
—Skaikru vino con un muy buen plan suicida y decidieron infiltrar a uno de los suyos al Monte Weather —Aren se tiró en la cama con un quejido.
—¿Quién?
—Ese..¿Bellamy? No sé. Ah, y Lincoln va a llevarlo, creo que se hará pasar por un carroñero de nuevo.
El aire quedó atrapado en los pulmones de Coriane y no supo qué decir o siquiera qué pensar. Había estado ignorando a Lincoln y tratándolo como un traidor todo este tiempo, no podía ahora simplemente salir e ir a decirle que no podía hacer algo tan estúpido como eso y reprocharle para que no lo hiciera.
—Estas muy callada.
—No. Simplemente estaba pensando —negó con la cabeza, concentrándose en cómo el enorme pecho de Astrid subía y bajaba lentamente mientras la minina descansaba tranquila.
—Pensando en qué —Aren se volvió a sentar en la cama, esta vez mirándola con ambos ojos abiertos.
—En cosas.
—En qué cosas —insistió el muchacho.
—¡En cosas! ¿Qué te pasa, Aren? ¿Por qué tantas preguntas? —mirándolo fingiendo molestia, Coriane frunció el ceño.
—Ann, ¿quieres que juguemos este jueguito por un poco más de tiempo o nos saltamos directamente al final? —él simplemente la miraba divertido con una ceja arriba. Cuando Coriane bufó rodando los ojos, él rió y tomó eso como un pase para seguir hablando—. Entiendo cuán enojada estás con Lincoln, yo mismo estoy enojado también, todos lo estamos. Pero es normal que te sigas preocupando por él, es tu hermano, la persona que te crió, eso no es fácil de olvidar. Y si de casualidad, ya sabes, hablando hipotéticamente; quisieras ir a despedirte, nadie aquí te detendría, nadie se atrevería.
