U N O . C U A T R O

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—Entonces, ¿no hay nada que hacer? —preguntó Coriane con la mirada perdida.

—Me temo que no, mi niña —contestó Morgana, poniendo una mano en su pierna para darle conforte.

—¿Qué haremos, entonces?

—¿Tú? Tu sobrevivirás, lo demás es incierto —dijo Iris.

—¿Cómo se supone que sobreviviré? Y qué pasa con los demás, no puedes estar diciéndome enserio que ignore al resto de gente que tendrá que morir.

—Es exactamente lo que te estoy diciendo, Coriane, ahora lo más importante es que busques la manera de salvarte.

Coriane se levantó de la roca en la que estaba sentada, indignada, y miró a la morena con incredulidad.

—¡Hay personas que me importan aquí! Mis hermanos, mis amigos, mis...

—¿Quién, tus padres?

La muchacha cerró los ojos y suspiró negando, evitando la mirada de la mujer sobre ella.

—No...

—¿Bellamy, acaso?

—Iris, es suficiente —dijo Morgana, parando las miradas intensas de ambas Terras.

—Entiendo tu frustración, pero también es cierto lo que dice Iris, ahora ya no solo eres Terra sino Caeli, este mundo te necesita, Coriane —Theon, de la mejor manera que pudo decirlo, habló.

—Y yo necesito a mi mundo para sobrevivir. No espero que lo entiendan, pero tampoco traten de detenerme.

Y antes de que ninguno pudiera decir nada, especialmente antes de que Morgana o Murdock pudiesen pedirle que se quedara, la Coriane del mundo terrenal abrió los ojos y la imagen del bosque desapareció. Suspiró hondo y se frotó los ojos, su frustración había llegado al punto de un molesto e irritando dolor de cabeza.

Alguien tocó la puerta de su habitación y con un gruñido, los dejó pasar. Como si de por sí ya no estuviese lo suficientemente irritada, Echo entró por la puerta para después dar una leve reverencia.

—¿Se puede, Magna?

—Ya estás aquí, ¿no es así?

Incómoda, Echo bajó la cabeza y se carraspeó la garganta.

—Lo siento, yo...

—Estas aquí para buscar cucarachas o para decirme algo.

—Sí, lo siento, Magna. El Comandante la busca.

Coriane sonrió de lado con ironía y negó levemente. Se levantó del borde de la cama y caminó hasta la puerta con la misma expresión, mientras iba recogiendo sus cosas en el camino.

𝓣𝓮𝓻𝓻𝓪 ↬ b. blakeWhere stories live. Discover now