CAPÍTULO 69: Un nuevo comienzo.

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-¿Tú quieres comer algo...o? —pregunté mirando a Matt y mordí mi labio inferior tratando de no reír. —juro que no es apropósito, pero es que tengo ganas de comida china y no sé si aún te sientas mal. —me sonrió mientras seguía conduciendo.

-¡Yo sí quiero comida china! —Matt y yo gritamos mientras él frenaba de golpe cuando Jasón se asomó entre los dos asientos. — ¡Hey! Ten más cuidado, soy muy valioso...además estoy ofendido porque me olvidaron así que me acosté a esperarlos. —negué despacio acomodándome un poco de lado para mirarlo mejor.

-Eres un tarado...casi haces que nos dé un infarto. —lo regañé dándole un zape en la frente y Matt lo miró mal antes de conducir. Mientras Jasón discutía conmigo llegamos al restaurante. —te toca ir por la comida y sin protestar, yo quiero pollo agridulce. —miré a Matt, pero el negó sujetando su estómago. —Oww...pobrecito. —murmuré acariciando su mejilla.

Después de un rato llegamos a casa, pero Jasón se quedó en el auto para esperar a los demás he irse porque papá los había llamado, claramente una parte de mi quería ir, pero la otra estaba tan cansada de eso, además quería pasar tiempo con mi familia...pensar en que tengo una más allá de mis hermanos es extraño, aún no puedo acostumbrarme, pero espero que el tiempo me ayude. Salí de mis pensamientos cuando entramos a la casa y Carmen se levantó del sofá mientras Matt se iba a la cocina con la comida.

-Nosotros tenemos que irnos, papá nos necesita. —dijo Carmen mientras Iván besaba mi mejilla y los demás igual lo hicieron antes de salir, pero ella se quedó de pie frente a mí y me sujetó de los hombros. — ¿estás bien? —asentí despacio. —sabes que puedes llamarme a la hora que sea...no olvides que ahora tienes a tu madre, a tu hermanastro e incluso a la hija de Matt, deja que ellos también sean parte de tu vida.

-Los dejo estar en mi vida, sino hace tiempo les hubiera prohibido verme, es extraño estar sin una madre tantos años y luego que llegue de la nada con dos hijos...lo más cercano a una madre o a una hermana mayor eres tú...he vivido bien con eso. —murmuré y al ver la forma en la que me observaba rodé mis ojos. —bien...dije que lo intentaría, lo haré, pero más tarde porque ahora quiero pasar tiempo con Matt y nuestro hijo.

-De acuerdo, me cuentas todo con lujo de detalle, por cierto, el enano comió, lo bañé y ya está descansando además tu nueva hija está en su habitación haciendo tarea así que podrás pasar más tiempo a solas con Matt, pero eso no es necesario que me lo cuentes por favor, solo lo de tu madre. —sonreí negando despacio y la abracé con fuerza besando su mejilla. —nos vemos pronto ¡Ya voy! ¡Van a despertar a Mateo, animales! —les gritó a los chicos al salir y reí negando divertida.

-¿Así me veo yo cuando les gritó? —le pregunté a Matt cuando se acercó y me abrazó por los hombros. — ¿sí me veo así? ¿o por qué te quedas callado? —lo miré entrecerrando mis ojos y se rascó la nuca dudando en que decir.

-Fui a lavar mis dientes después de ya sabes... —murmuró abrazándome por la espalda. —no, tú te vas más sexy, tú eres más sexy. —levanté una ceja entrando a la casa mientras él retrocedía y cerré la puerta tras de mí. —amor en serio no te ves así. —traté de no reí cuando tropezó con el sofá y cayó, aproveché para subirme encima de él sujetando sus manos sobre su cabeza.

-¿Acabas de decir que mi hermana es sexy? Porque escuché muy claro que dijiste "Tú eres más sexy" —imité su voz ronca y él entreabrió su boca, pero no dijo anda. —admitiste que mi hermana es sexy...entonces yo puedo decir... ¿eue tu hermano es muy sexy, pero tú lo eres mucho, mucho más? —las facciones de su rostro cambiaron de inmediato, se tensó y me levantó de golpe. Pensé que se había enojado, pero pasó tan rápido que ni siquiera sé cómo se colocó encima de mí.

-¿En serio crees que ese idi*ta es sexy? —su voz sonó demasiado ronca y levanté mis cejas cuando se quitó la camisa dejando ver su abdomen marcado. —todo esto es mejor que él y de cualquier imbéc*l que veas. —carraspeé al darme cuenta de que me quedé cómo boba mirándolo. —responde... —demandó apretando su agarre en mis muñecas, pero sin llegar a lastimarme.

-Uhm... ¿La verdad? ...no, sinceramente no sé qué me hiciste que al único que veo muy sexy es a ti, no te pongas celoso, solo tengo ojos para ti...aunque suene cursi. —sonreí soltando una de mis manos y acaricié su mejilla cuando acercó su rostro al mío. — ¿satisfecho?

-Sí...porque te tengo conmigo y me amas a mí. —asentí acercándome a dejar un pequeño beso en la punta de su nariz. —aunque quisiera comerte me temo que primero tienes que comer, me di cuenta de que no desayunaste bien y ya es un poco tarde. —se levantó del sofá para después cargarme en sus brazos por lo que enredé mis piernas alrededor de sus caderas hasta que llegamos a la cocina y me dejó sobre la barra frente a la ventana.

-Come en lo que voy por el monitor de Mateo. —dejó un casto beso en mis labios antes de separarse y me dejó la comida a un lado. —no tardo, amor. —asentí despacio abriendo la bolsa de comida y saqué el plato. Al no querer levantarme por refresco estiré mi mano para alcanzar un vaso de la alacena para después servirme agua de la llave.

Estaba comiendo tranquila, pero al beber un poco de agua miré por la ventana lo que me hizo escupir y toser, ¿qué demonios está haciendo aquí? Bajé de la alacena cuando Thomas me hizo una señal con su mano para que saliera...si Matt lo ve se va a enojar mucho.

-¿Qué demonios haces aquí? —le pregunté al salir y acercarme al arbusto en dónde estaba escondido. —por favor...eres un gigante, los arbustos no te tapan nada. —rodé mis ojos y él se acercó a mí. —no quiero sonar grosera, pero dime que quieres para que te vayas rápido...no quiero que otra vez Matt se agarre a golpes contigo porque está vez si me voy a meter y no les va a gustar.

-Necesitaba hablar contigo de algo muy importante. —dijo acercándose más a mí, pero retrocedí unos pasos. —no te haré nada...solo quiero hablar. —me crucé de brazos frunciendo mi ceño mirándolo. –no quiero incomodarte ni mucho menos causarte algún problema con mi hermano. —sacó de la bolsa de su pantalón un papel y me lo entregó. —esa es la dirección del hotel en el que me estoy hospedando y el número de habitación...te espero al anochecer.

-¿Por qué no me lo dices de una vez? —le pregunté, pero él solo dejó un beso en mi frente antes de salir corriendo. — ¡Thomas! ¡Ven aquí! —maldije cuando se fue y regresé a la cocina mientras guardaba el papel la bolsa de mi pantalón. — ¿le digo o no a Matt que él estuvo aquí? —susurré sentándome en la barra y mordí labio inferior pensando en qué demonios tenía que hacer.

-Casi no comiste nada. —la voz de Matt hizo que me sobresaltara y al verlo sonreí levemente. — ¿estás bien, amor? ¿por qué no comiste nada? se te va a enfriar y habías dicho que tenías mucha hambre. —preguntó dejando el monitor de bebé sobre la barra. —sé que tienes algo...estás un poco rara.

-No tengo nada, solo te estaba esperando para comer, ya es un poco tarde y también debes alimentarte bien. —murmuré pasando mis brazos alrededor de sus hombros cuando se acomodó entre mis piernas. —no es nada, me quedé pensando en lo que platiqué con Carmen, pero estoy bien, mejor vamos a comer, ¿sí? —bajé de la barra para dejar el plato de comida en la mesa y miré a Matt. — ¿si quieres comer conmigo?

-Bueno...pero sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿sí? —asentí despacio mirándolo. —creo que ahora sí ya me dio hambre. —dijo sentándose a mi lado y agarró los palitos, por mi parte tomé uno de los tenedores. —abre la boca, anda hazlo. —murmuró acercando un pedacito de pollo y no sé porque eso me hizo sonrojar, pero aun así abrí mi boca.

Durante la comida estuvimos hablando sobre su regreso al trabajo, él quiere pasar un poco más de tiempo con nosotros, pero a la vez extraña estar en la empresa, así que le dije que regresara ya que de todos modos yo dejaría ese trabajo por ahora y quizás para siempre porque lo que menos quiero es arriesgar la vida de ellos, pero eso sí, más adelante buscaría algún trabajo. Prometió que siempre estaría disponible para nosotros y podríamos visitarlo en cualquier momento, también me ofreció trabajo, pero eso de estar encerrada en una oficina no es lo mío. 

ATADO A TI.Where stories live. Discover now