ATADO A TI.

CAPÍTULO 2: Nuevo compromiso II.

Me enseñó cada uno de los golpes y después de un poco más de una hora ya me encontraba en las duchas agotado, mi cuerpo dolía demasiado pero el agua fría me relajo un poco. Terminé minutos después y salí del lugar escuchando la risa de Félix al topármelo en el estacionamiento, en estos momentos lo odio tanto, subo a mi auto conduciendo hacia mi casa, solo quiero llegar a dormir toda la maldita tarde. Llegué lo más rápido que puede, dejando las llaves del auto en el mueble de mi habitación en cuanto entre, me acosté en la cama cerrando mis ojos soltando un quejido por el dolor en mis brazos.

Desperté al escuchar el sonido del teléfono resonar en la habitación, estire mi mano tomándolo y conteste sin abrir mis ojos, aunque la molesta voz de mi padre me hizo abrirlos. —hijo tienes media hora para llegar, serán casi las ocho de la noche y la cena será en media hora. —por su tono de voz supuse que estaba furioso. —no me hagas ir por ti, no quiero que te comportes cómo un adolescente Matthew. —no me dio tiempo de responder ya que me colgó.

-Te estoy empezando a odiar papá. —deje el teléfono sobre la cama y me levante gruñendo bajo. —mie*da...esto duele. —entre al baño quitándome la ropa y entre a la ducha suspirando al sentir el agua recorrer mi cuerpo. —está será una larga noche.

La ducha fue rápida, me coloque un traje azul, tome las llaves del auto y conduje hacia la casa de los padres de Emily, al llegar había demasiados autos estacionados frente a la casa...que bueno que fueran algunos invitados, quedaré cómo un idiota al casarme después de la muerte de mi esposa porque, aunque no fuera legal los demás no lo saben y no pienso estar contando lo que pasó. Baje del auto al estacionarme, salude a unos cuantos que se me hacían conocidos hasta encontrar a mi madre, creo que a ella tampoco le hace mucha gracia todo esto, pero conociéndola no dirá nada.

-Hola hijo, pensé que no vendrías, tu padre está histérico, aunque trata de disimularlo cuando preguntan por ti. —bese la mejilla de mi madre y suspire buscando con la mirada a mi padre.

-No entiendo porque hace tanto drama, le dije que me casaré con ella. —fruncí mi ceño al verlo acercarse. —hola papá lamento la demora, tenía muchos pendientes. —el palmeo mi hombro y mordí mi labio reprimiendo un quejido.

-No te preocupes, lo bueno es que ya estás aquí, deberías de buscar a tu prometida y toma esto, sabía que no tenías cabeza para algo así. —murmuro entregándome una pequeña caja negra e hice una mueca. —anda que todos están ansiosos.

-¿Todos? Mejor dicho, tú lo estás. —tome la caja frunciendo mi ceño y guardándola en la bolsa de mi pantalón. —iré a buscar a Emily para anunciar el compromiso y esto acabe pronto. —no espere algún reproche por parte de mi padre y camine entre las personas buscando a Emily la cual estaba con su madre. —lamento la demora, ¿estás lista?

-No te preocupes cariño, lo importante es que estás aquí. —dijo emocionada tomando mi mano y caminamos al centro de la sala. —su atención por favor...estamos aquí reunidos para darles una noticia muy importante. —apreté suavemente la mano de Emily antes de soltarla y relamí mis labios.

-Gracias por acompañarnos en estos momentos, pero, antes que nada, Emily... —apreté mi mandíbula apoyando mi rodilla en el suelo y saque la pequeña caja mirándola. — ¿Quieres casarte conmigo?

-¡Sí! Acepto...dios es hermoso. —tomé el anillo colocándolo en su anular y me levanté frunciendo mi ceño al sentir sus labios sobre los míos, aunque me costó tuve que seguirlo solo unos segundos antes de separarme. — ¡Bueno a celebrar!

La noche transcurrió entre felicitaciones, alguno que otro preguntando porque si estaba casado, pero logré escabullirme entre la gente para quedarme solo en el jardín trasero sentándome en la banca con una botella de champagne. Estoy odiando todo esto, me estoy odiando con todo mi maldito ser...

(........)

A la mañana siguiente me levanté a las siete de la mañana, fruncí mi ceño colocándome mi ropa deportiva, tomé una toalla pequeña, mi botella de agua y salí de la casa estirándome un poco antes de comenzar a correr hacia el parque a unas cuadras de aquí.

Mi garganta ardía por la sed, mi respiración se volvía cada vez más pesada, mis piernas dolían demasiado pero no podía parar de correr, trataba de alcanzar a esa mujer que me robó el corazón y mis ganas de amar de nuevo, aunque por desgracia se esfumó en el aire en cuanto la figura de Emily se posó frente a mi...el dolor de mi pecho aumento al darme cuenta de que de nuevo mi cabeza jugaba en mi contra con los recuerdos de Allison.

-Emily...buenos días, ¿qué haces aquí? —me detuve frente a ella frunciendo mi ceño y tomé la pequeña toalla de mi hombro limpiando el sudor de mi rostro.

-Quería entregarte personalmente el contrato, ya está firmado solo falta que tú lo hagas y también saber... ¿Cuándo empezaremos con los preparativos de la boda? porque debemos darle una exclusiva a una de las revistas más importantes. —mencionó sonriendo, caminando a mi lado siguiéndome el paso de regreso a mi casa, por lo menos pude correr media hora antes de que me viniera a verme.

-Lo firmaré en cuando mi abogado verifique que todo esté en orden. —al llegar a la entrada de mi casa me giré hacia ella. —sobre eso...puedes hacer lo que te plazca y si necesitas ayuda puedes llamar a mi madre o a Alexa estoy seguro de que será un placer para ellas ayudarte.

-De acuerdo, entiendo que no tengas ganas de esto, pero espero que por lo menos puedas ayudarme en ver algunas cosas, todo será más fácil si ambos ponemos de nuestra parte. —reprimí el deseo de pedirle que se fuera y asentí despacio mirándola fijamente.

-Espero puedas ser paciente, por ahora esto me cuesta un poco...necesito algo de tiempo. —acaricié su mano con mi pulgar y besé su frente. Asiente sonriendo, abrazándome, me tensé, pero aun así correspondí el abrazo.

-Toma el tiempo que necesites...esperé tanto tiempo para otra oportunidad que esperar un poco más no me importa. —hice una mueca rascando mi nuca incomodó.

-Te debo una disculpa por eso...han pasado tantos años que nunca pudimos hablarlo. —no es que yo sea mala persona, pero ¿quién se acuerda de una ex novia de la universidad? —no debí dejarte de esa manera, Nadia y yo nos enamoramos, fuimos egoístas hasta que lo nuestro terminó muy mal.

-Las cosas no se dieron en ese momento, ambos éramos jóvenes y tal vez ahora que tenemos más madurez podamos empezar de nuevo para tener una relación mucho mejor que antes, estoy dispuesta a dar lo mejor de mí. —esto es extraño, ¿por qué no puede ser una exnovia normal y odiarme?

-Tal vez tienes razón, veremos qué pasa con el tiempo y discúlpame, pero tengo atender algunos asuntos. —me despedí de ella y entre a la casa subiendo rápidamente a mi habitación. —definitivamente no creo poder con esto...pero Matt piensa en que es por la empresa, por la familia, no puedes dejar que todo se hunda. —murmure para mí, quitando mi ropa mientras caminaba al baño para darme una ducha rápida.

Al terminar de ducharme me seque rápidamente para después vestirme con mi traje gris, esta vez decidí no colocarme la corbata y tome las llaves del auto, es hora de afrontar lo que está pasando en la empresa, aunque no quiera ver el caos que hay tengo que hacerlo. Veinte minutos después ya estaba en el ascensor de la empresa con una de las asistentes de contaduría la cual no me estaba dando tan buenas noticias.

-Necesito que me consigas un celular, después una secretaria y avises que mañana habrá una junta para hablar sobre la situación de la empresa, también necesito que averigües cuántos empleados renunciaron y contrates nuevos, si alguno de los que renunció regresa a pedir su puesto le dices que no, las puertas de esta empresa están cerradas para ellos, ¿te quedo claro? —asintió anotando todo en una libreta y rodé mis ojos entrando a la oficina. —bien retírate y ten todo listo lo antes posible. —me senté encendiendo la computadora y saqué del cajón algunas carpetas desviando mi vista a la puerta al escuchar que tocan. —pase... —apreté mi mandíbula al recordar la primera vez que Allison cruzó esa puerta.