CAPÍTULO 38: Día familiar.

608 46 3
                                    

*Narra Anahí*

Solté un quejido al escuchar que tocaron la puerta, me levanté casi con mis ojos cerrados ya que Mateo casi no me dejo dormir anoche. Bostecé abriendo la puerta y al ver a Matt me hice a un lado dejándolo pasar, pero se acercó a mi abrazándome fuerte hundiendo su rostro en mi cuello mientras me hacía retroceder.

-¿Hola? ¿Pasó algo que debería de saber? ¿Estás bien? —pregunté mientras él me cargaba. — ¿El embarazo de Emily está bien? —enredé mis piernas en sus caderas mirándola confundida y pasé mis brazos alrededor de su cuello.

-Su embarazo es de alto riesgo, pero no hablemos de eso ahora, mejor ¿por qué no te arreglas y vamos a tener un día en familia? —me miró sonriendo y asentí emocionada. —claro solo si tú quieres.

-Claro que quiero y mientras yo me arreglo tú cambia a Mateo, las cosas están en ese mueble. —le apunté al mueble blanco con animalitos dibujados. —no es tan difícil, tú puedes. —besé cortamente sus labios al ver preocupación en su rostro y me bajé acercándome a mi closet para sacar algo ropa. —puedes acostarlo en la cama para que sea más cómodo.

-Sí...yo lo hago, obviamente puedo con esto. —reí levemente entrando al baño y me di una ducha rápida. En cuanto terminé me coloqué una blusa de tirantes azul, unos jeans y mis tenis, me hice una coleta mientras salía del baño, pero al ver a Matt solté una carcajada llevando mi mano a mi estómago. — ¿Qué te pasó? Solo tenías que cambiarlo.

-¿Seguirás riendo o me vas a ayudar? —mordí mi labio evitando reír, su camisa estaba mojada al igual que su corbata. —no es gracioso...me orinó encima. —negué despacio frunciendo mi ceño ocultando una sonrisa.

-No...para nada lo es. —ambos reímos y me acerqué a terminar de cambiarlo. —ve a darte un baño en lo que te traigo algo de ropa, la de Marcus te quedará mejor. —rodó sus ojos, pero aun así se metió al baño y miré a Mateo sonriendo. —tu espera un poco en la cuna, ya vuelvo. —al dejarlo en está me fui a la habitación de Marcus y saqué algo de ropa cómoda.

Aunque sé que no le molesta que le agarré sus cosas le mandé un mensaje para avisarle que la tomaría en cuanto regresé a la habitación. Tenía mi celular en las manos cuando Matt salió con solo una toalla enredada en sus caderas, me quedé embobada mirando cómo las gotas de agua bajaban por su pecho hasta su pelvis.

-Sí quieres puedes tomar una foto para que me admires cuando no este contigo. —me dijo sonriendo ladino y relamí mis labios abriendo la cámara de mi celular tomándole varias fotos.

-Ya que insistes lo aprovecharé. —sonreí guardando el celular en el bolsillo de mi pantalón y le entregué la ropa. Él se vistió mientras yo acomodaba la pañalera para después cargar a Mateo. —estamos listos, ¿a dónde nos llevarás?

-Bueno ya que Mateo aún es muy pequeño podríamos ir a desayunar y después a dónde tú quieras. —me sonrió tomando la pañalera y colocándola en su hombro. —vamos porque muero de hambre, además quiero comprarles unas cosas.

-Pero tendremos que ir en tu auto porque no tengo por ahora. —hice una mueca saliendo de la habitación y con Matt tras de mí. —pero de eso me encargo luego. —al salir de la casa subimos a su auto rumbo hacia un restaurante.

-Estaba pensando en qué hacer con mi padre...dijiste que la familia es primero y eso me hizo pensar en si tengo que buscar la manera en que mi padre cambie de opinión. —dijo mirando al frente y suspiré negando despacio.

-Se lo que dije, pero...no siempre la familia es buena, incluso te daña más que los que ni siquiera tienen tu misma sangre, mi consejo es que primero pongas en orden tu vida, arregles lo de Emily, no lo sé, tal vez buscar algún trabajo y luego hables con tu padre, así también con un poco de tiempo tal vez él cambie su manera de pensar. —mencioné mirándolo al sujetar su mano y apretarla suavemente. —solo es un consejo, puedes hacer lo que tu creas correcto.

-Gracias...lo tomaré en cuanta, tengo mucho que pensar, pero tienes razón. —al llegar se estacionó y bajó del auto, me abrió la puerta ayudándome a bajar. —no hablemos de eso ahora, no hay que arruinar el momento. —asentí sonriendo y caminamos hacia el restaurante.

En cuanto entramos ordenamos de desayunar, mientras la comida llegaba Matt se puso a jugar con Mateo, verlos así se siente bien porque jamás pensé que yo estaría en una situación cómo está, incluso tal vez llegué a pensar que moriría en un año o dos por todas las cosas que hacía...es gracioso recordar todo lo que decía, lo que pensaba y ahora estar aquí, con un hijo, enamorada del hombre que se burló de mí en la calle...de mi jefe, mi yo del pasado me estaría dando unas bofetadas justo ahora, pero admito que esto se siente bien, me gusta creer que ahora tendré a alguien que me ame incondicionalmente, y no, no hablo de Matt sino de Mateo, aunque él también me ama, mi*rda ya estoy delirando.

-¿Estás bien? ¿En qué piensas? —la voz de Matt me sacó de mis pensamientos y sonreí encogiéndome de hombros. —por fin viene la comida. —dijo al ver al mesero acercarse.

-Estaba pensando en cómo me fue a gustar el tipo que se burló de mí en la calle por cantar, ¿puedes creerlo? —él rio mirándome. —pero no creas que se fue solo así, obtuvo su merecido.

-¿En serio? Bueno...debes de admitir que no cantas muy bien, pero te felicito por el esfuerzo, además esas canciones raras que escuchas están algo graciosas y no creo que él haya merecido ese batido, sin embargo, por algo pasan las cosas. —sonreí asintiendo y comenzamos a comer mientras recordábamos algunos momentos juntos.

Después de desayunar Matt salió con Mateo mientras yo fui al baño, unos minutos más tarde me dirigí a la salida. Al acercarme a ellos escuché la voz de Emily, lo que dijo me hizo fruncir mi ceño y si no fuera porque Matt me sujetó del brazo le hubiera reventado la boca.

-Ah...ya entiendo porque tanta urgencia de dejarme sola. —apreté mi puño mirándola seria. —así que ese es tu bastardito, menos mal que se parece a ti Matt y no a ella. —hasta aquí llegó mi paciencia.

-No podré tocar tu vientre, pero si a tu horrible rostro, puedo soportar que me digas lo que se te dé la gana, pero a mi hijo no, con él no te vas a meter, perra estúp*da. —di un paso hacia ella y me sonrió cosa que me hizo enojar más.

-¿Matt por qué te gustan tan vulgares? —me miró de pies a cabeza levantando una ceja y respiré hondo tratando de calmarme al escuchar el llanto de Mateo. —y te voy a dejar muy claro que yo puedo llamarle cómo se me dé la gana, aún sigo siendo su madrastra y ese basta... —no la dejé terminar de hablar porque mi puño se estampó en su nariz. — ¿Qué te pasa id*ota? ¿Matt no le dirás nada? Es una agresión a la madre de tu hijo.

-Exacto...es una agresión a la madre de mi hijo, así que te exijo que la respetes y a mi hijo también, no te voy a permitir que estés haciendo semejante idiot*z. —Emily me sonrió por lo que dijo Matt. —así que más te vale que le pidas una disculpa a Anahí, te advertí que no te metieras con ellos, no me hagas hacerte la vida imposible, Emily, porque yo también se jugar sucio. —la sonrisa se borró de su rostro y sonreí burlona.

-¡Eres un id*ota! Si me vuelves a tocar llamaré a la policía para que te arresten. —rodé mis ojos al escucharla gritar mientras se sujetaba la nariz ya que le salió un poco de sangre. —Logan ayúdame por favor, está loca me atacó. —le dijo a su amigo cuando él se bajó de su auto y se acercó a ella. —llévame al hospital por favor.

-Suerte con eso, por favor no seas ridícula solo fue un pequeño golpe, pero cómo sea. —cargué a Mateo besando su mejilla. — ¿Nos vamos? —Matt sujetó mi mano asintiendo y caminamos hacia el centro comercial que estaba enfrente. —te juro que si no estuviera embarazada ya le hubiera arrancado la cabeza y no es por ser paranoica, pero estoy segura de que nos siguió.

-Cielo ya, no le hagas caso, es lo que ella quiere y no le darás el gusto, eres más inteligente, tal vez fue por casualidad que nos encontráramos. —la verdad me perdí todo lo que dijo en cuanto me llamo "cielo" hasta el enojo se esfumó. —no dejemos que arruine nuestro día, aún tenemos mucho que hacer. —dejó un beso corto en mis labios y entramos al lugar. — ¿Lista para pasar un día increíble? —lo miré asintiendo y sonriendo emocionada. 

ATADO A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora