CAPÍTULO 30: Un día divertido.

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Después del desayuno los chicos, Matt y yo nos colocamos unos trajes de baño para meternos al lago, papá al no querer meterse a nadar se quedó con Mateo en la sombra. Carmen antes de entrar acercó la bocina con la música no tan fuerte para no asustar al nene.

-¡Vamos a jugar! —gritó Pedro aventándose al agua y los demás lo siguieron. — ¿Ann tienes alguna pelota para jugar? —me pregunté e hice una mueca pensativa.

-Sí, tiene dos...las de Matt. —rodé mis ojos al escuchar la idiot*z de Marcus. —es broma, no me mires así que me das miedo. —dijo cuando lo observé con ganas de asesinarlo.

-Eres un id*ota. —lo miré molesta y le saqué el dedo del medio. —y no lo sé, no es cómo que estuviera viviendo aquí... ¿Tato tienen alguna para jugar? —él asintió sonriendo y salió del agua.

-Sí, yo voy no te preocupes. —caminé hacia la orilla, pero antes de poder entrar fui cargada por Bryan e Iván. —¡No! ¡Bájenme malditos simios! —los dos se miraron sonriendo y se encogieron de hombros. —hijos de la... —al ser aventada muy apenas alcancé a contener el aire y cerrar mis ojos. — ¡Les juro que me las van a pagar! —les grité al sacar mi cabeza del agua y tosí un poco quitando el cabello de mi rostro.

-No seas amargada, no se vale hacernos daño. —sonreí encogiéndome de hombros y me alejé un poco al ver que iban a saltar.

Cuando Tato llegó con la pelota nos pusimos a jugar en equipos al voleibol, después de un rato que nos aburrimos empezamos a jugar a las luchas, mientras Diablo tenía a Carmen en sus hombros por insistencia mía, Matt me cargó a mí e intenté tumbar a Carmen, pero ella terminó por aventarme al agua. Creo que ha sido una tarde bastante divertida...es raro porque creo que Matt y yo no hemos tenido momentos así o quizá no lo recuerdo, en fin, todo lo bueno se termina en algún momento con eso me refiero a que después de jugar hasta tarde, cambiarnos de ropa y comer estamos aquí reunidos en la sala mientras Mateo está en la habitación dormido.

-Pasó algo ayer que tengo que contarles. —golpeé mis dedos nerviosa en el brazo del sofá y respiré hondo mirándolos. —el día de ayer alcancé a los chicos en el centro comercial y me topé con una señora estoy muy segura de que era...mi madre, ella tenía un collar con una foto mía de niña.

-¿Lo dices en serio? ¿Hablaste con ella? ¿Te dijo algo? —mi papá preguntó sorprendido y negué despacio frunciendo mi ceño. — ¿Qué necesitas que hagamos? Tienes que hablar con ella.

-Solo hablamos muy poco, no sabía que era ella hasta que vi el collar y no lo sé, supongo en buscar su dirección o si solo está de visita. —murmuré rascando mi nuca al sentir la mirada de todos sobre mí. —no quiero investigar más hasta hablar personalmente con ella después de eso veremos si dice la verdad o no.

-No te preocupes por eso, no duermo mucho así que investigaré y mañana podrás hablar con ella, creo que ya no debes de dejar pasar más tiempo. —dijo Iván levantándose del sofá. —yo me encargo, ¿sí? —dijo besando mi frente y le di las gracias ante de que se fuera.

-Hija...todo saldrá bien, ya iré a descansar y deberían hacer lo mismo. —me levanté caminando a las escaleras. —los quiero listos mañana temprano, descansen y no los quiero peleando.

-Buenas noches a todos. —murmuré antes de irme a mi habitación, me aseguré de que Mateo estuviera dormido antes de acostarme mirando el techo. Las horas pasaron tan lento, pero no podía dormir porque cada recuerdo que me llegaba era cómo si golpeará mi cabeza una y otra vez hasta que el sonido de la puerta se escuchó, entrecerré mis ojos tratando de ver quién era, pero al estar totalmente oscuro fue algo complicado.

-¿Te desperté? —me senté al escuchar la voz de Matt y negué despacio, aunque no pudiera verme. —se ve tan lindo durmiendo...creo que es igual a ti de flojo, lo vi dormir casi toda la tarde.

-No he podido dormir, pero no importa. —susurré sintiendo cómo se hunde la cama a mi lado. —me imagino que tampoco puedes dormir, ¿cierto?

-Cierto...hace tiempo que no he dormido bien...ya sabes por qué. —estiré mi mano para encender la lámpara y lo miré asintiendo despacio. —no quiero abrumarte con eso... ¿puedo dormir aquí? Te prometo que solo será dormir.

-Uhm...supongo que está bien. —me acosté dándole la espalda y cuando apagó la luz se acomodó a mi lado. —buenas noches, Matt. —susurré cerrando mis ojos y mordí mi labio apretando mi mano en la almohada. — ¿podrías abrazarme?

-Ann...no te soltaré, tranquila. —besó mi cabeza y me abrazó apegándome a su pecho. —trata de descansar. —asentí girándome hacia él para abrazarlo y hundí mi rostro en su pecho suspirando al sentir las caricias en mi espalda, no me di cuenta en qué momento me quedé profundamente dormida.

Desperté al sentir un peso sobre mí y al ver a Matt con su cabeza en mi pecho sonreí acariciando su cabeza con cuidado de no despertarlo...definitivamente Mateo duerme igual que él, me levanté sin hacer ruido hasta salir de la habitación, al bajar a la sala los chicos estaban con sus laptops.

-Buenos días, chicos. —me acerqué apoyando mis manos en el respaldo del sofá. — ¿Por qué tienen esas caras? ¿Pasó algo? —preguntó al verlos medio raros.

-Sí hija...estuvimos investigando, encontramos a una mujer y Carmen nos confirmó que es la señora que viste en el centro comercial y efectivamente...es tu madre. —dijo mi papá girando la laptop hacia mí, en la pantalla se podría ver la foto de mi madre junto con su información personal. —cuando estés lista te llevaré con ella.

-Yo...prefiero ir con Matt... ¿podrían cuidar a Mateo?—me miraron sorprendidos, pero solo asintieron, la verdad que ni yo sé porquedije eso, fue algo que salió de la nada. Subí a mi habitación para sacar algode ropa para después darme una ducha rápida...no quiero hacer esto, pero tengoque hacerlo, yo sé que puedo.

ATADO A TI.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora