🥀Capítulo 49🥀

43.6K 4.5K 1.6K
                                    

Muchas gracias por comentar y votar, se los agradezco♥️

Kylian

Fumaba un cigarrillo, solo uno, como era mi costumbre cuando algo salía bien.

Permanecía de pie en medio de aquel almacén donde el ruido no cesaba por ningún momento, como tampoco el de mi móvil, mensaje tras mensaje de personas del gobierno que necesitaban mis servicios con armas de fuego y explosivos, también algunos de los involucrados en Eros. Hasta el momento, Rowan no se interpuso en mis negocios, pero era cuestión de tiempo para que lo hiciera. Eran demasiadas las alianzas que se vendrían abajo, su familia dominaba Irlanda, al menos social y políticamente.

Al demonio.

No lo necesitaba. No necesitaba una mierda suya.

—Draxler —me abordó Russo, no me volví a verlo, tampoco a Kozlov, quien venía con él.

—¿Qué? —Espeté, terminándome el cigarrillo.

—Hay un tema que Kozlov quiere hablar contigo.

Me volví hacia el aludido, su vista se hallaba al frente, observaba a su gente, ellos no lo hacían con nosotros.

—Estás familiarizado con el suero S1, ¿no? —Soltó de pronto. Apreté el ceño, curioso.

—Sé algo de eso —acepté sin saber a dónde quería llegar.

Si bien, conocía de esa porquería debido a lo que Silas hizo con Abigail, no era mi fuerte, sino el de Jafar, y por lo que sabía, era conocido de Kozlov también. No entendía qué demonios quería de mí con eso.

—Mi medio hermano se ha encargado de hacer estragos con el suero, hasta el momento no he podido detenerlo, aunque me cueste admitirlo, es un Kozlov —siseó con desprecio—, heredó la inteligencia de nuestro padre.

—¿Y qué tengo que ver yo con eso? —Espeté.

—Él conoce de Jafar y Russo, a cada uno de mis allegados, pero no sabe nada de ti —me miró—, necesito alguien de confianza para atacar desde adentro, que se camuflaje sin problema, inteligente y, sobre todo, pelirroja. —Una mueca de asco enmarcó sus rasgos al decir esto último.

—¿Pelirroja? —Repetí incrédulo.

—El hijo de puta está obsesionado con la esposa de Kozlov —comentó Russo—, parece que se tomó muy a pecho lo de tener lo mismo que su hermano —se mofó con una sonrisa, lo cual no le pareció gracioso al ruso.

—Supongo que su enemistad no es solo por el negocio, ¿no? —Mascullé burlesco.

—Una mujer, siempre es por una mujer —murmuró ausente. Respiré hondo y solo tuve a alguien en mi cabeza.

—Tengo a la persona que necesitas, pero debo hablar con ella y saber si estará de acuerdo. Si dice que no, tendrás que buscar a alguien más —zanjé directo.

—Cuando tengas la respuesta, no me busques, hazlo con Russo, hablaremos por medio de él.

—Bien.

Sin que hubiera más que decir, partimos de ahí hacia las afueras de la ciudad. El clima nos impedía viajar hoy mismo de regreso, así que lo haríamos mañana por la noche. Tanto Russo como yo estábamos desesperados por volver, me jodía aceptarlo, pero había una sensación amarga manifestándose en la boca de mi estómago, algo parecido a un presentimiento que no presagiaba nada bueno y del cual quería escapar, sin embargo, no pude.

La sensación me acompañó todo el tiempo y pronto descubriría por qué.

🥀🥀🥀

Eros ©Where stories live. Discover now