⛓Capítulo 23⛓

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Como siempre, sus comentarios son vida, déjenme leerlos, es uno de mis pasatiempos favoritos🫶🏻❤️‍🔥gracias.

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Kylian

Corina era la intermediaria entre su madre y yo.

La joven mujer era hija de una agente de la CIA que adquiría mi armamento para su organización. Dadas las circunstancias no quería verse implicada del todo conmigo, no porque mi rostro fuera el de uno los criminales más buscados, se trataba de simple protección y evitar riesgos. No me molestó, por el contrario, me causaba risa que April no quisiera arriesgarse, pero mandara a su hija a hacerlo, incluso cuando su posición en la elite de Irlanda la convirtiera en un blanco más fácil.

Era una mujer de sociedad, nada que ver con su madre y el trabajo que esta tenía. Corina diseñaba ropa, ropa cara que distribuía por todo el mundo. Se la vivía rodeada de glamour, modelos, paparazzi y cámaras, todo lo que yo evitaba. Sin embargo, tener a April en mi bolsillo por su acto de corrupción, me convenía tanto, que podía lidiar con el riesgo de que me vieran con su hija, a la cual no me había follado y en contra de lo que le hice creer a Abigail, no me iba a follar.

En su momento, cuando fui un adolescente caliente y estúpido, no pude evitar meter mi polla en cuanto vagina se me atravesara, no me resistí a comer un coño cuando ellas me lo ofrecían tan fácilmente extendiéndose de piernas abiertas frente a mí. Sin embargo, conforme estuve consciente de todo lo que el sexo implicaba y por supuesto, el montón de enfermedades que encuentras en besos, decidí dejarlo estar.

No follaba sin ropa.

Nunca hacia sexo oral.

No permitía besos, ni siquiera una mamada.

No me gustaba, no había traumas que me hicieran repudiar el toque femenino en mi cuerpo, simplemente no era de mi agrado y a ellas no les importaba lo suficiente mientras las tenía corriéndose con la posición de mi polla enterrada en ellas y mis dedos ejerciendo calor y estimulo en su parte más sensible.

A decir verdad, evitaba el contacto sexual porque mis prioridades siempre fueron otras. Una mujer te distrae y distraerse es un error que yo no me puedo permitir, no con todo lo que tengo cocinándose en mis manos. El tráfico de armas y la creación de explosivos que podrían destruir una ciudad entera, no eran un juego, les debía mi absoluta concentración.

Pero luego estaba Abigail y todas esas primeras veces.

En muchas ocasiones me cuestioné en el porqué. ¿Qué era diferente con ella? La atracción no la negaba, era demasiado poderosa, aunque quizá solo se trataba de la seguridad de que no me pertenecía y no se volvería un dolor de cabeza, siempre había tenido presente que Abigail tenía un dueño y ese no era yo. Sí, pueden decir su mierda sobre que, Abigail es dueña de ella misma, pero permítanme reírme en sus caras. Esa mujer no tenía mando sobre su vida y sus decisiones, Rowan se encargó de eso. Ella no era libre y no lo sería nunca a menos de que yo le metiera un tiro en la cabeza a quien veía como un hermano.

Eros ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora