⛓Capítulo 28⛓

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Hola, sé que ha pasado tiempo y quizá no sigan aquí, pero trabajo y he tenido poco tiempo para escribir🥹ojalá a quienes se queden disfruten de este cap. Después de aquí entramos a la siguiente parte.

En el pasado

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En el pasado.

Kylian

No tenía nada en Irlanda, nada a excepción de Rowan. Hasta este momento era la única persona por la que sentía algo parecido al cariño. Habíamos pasado muchos años juntos en Eros, sus padres no querían cuidar de él y tampoco querían que su hijo se convirtiera en un pelele, estaban conscientes de la corrupción que dominaba el mundo y la cual nunca se iba a erradicar. Aquella decisión lo llevó conmigo, se convirtió en mi compañero después de salvarlo y aunque yo no era del tipo que daba muestras de afecto, él tenía la certeza de lo que significaba para mí.

Nos volvimos inseparables luego de que lo defendí de aquellos idiotas que lo golpeaban, después de eso nadie más volvió a meterse con él, si alguien iba a patearle el trasero, solo sería yo. Me correspondía.

—No tienes que irte, puedes comenzar el negocio aquí —murmuró con la vista al horizonte que comenzaba a tragarse el sol en una puesta sorprendente.

—¿Qué? ¿Me dejarás surtir a tu ejercito con mi armamento? —Bufoneé. No ocultó su sonrisa.

—No, Drax, hablo sobre lo legal. ¿Por qué irte de Irlanda?

—¿Me estás rogando que me quede? —Inquirí, divertido.

—Vamos, cretino —empujó mi hombro con el suyo—, eres como mi hermano —suspiró—, a la única persona que creo, le importo.

—No sé qué te ha llevado a esa conclusión, te volviste un grano en el culo desde hace años, uno del que no me pude deshacer. Ni siquiera me caes bien. —Rio y negó.

—Lo digo en serio, Kylian, deberías quedarte.

Miré el cigarrillo entre mis dedos. Iba a fumarlo, era la tradición, me gané esa calada.

—Necesito crear contactos, Pakistán es un buen sitio para empezar —expliqué, llevándome el cigarrillo a los labios—, el negocio siempre será lo primero, Rowan.

Encendí el cigarrillo y di una calada profunda. Él seguía sin mirarme. El verde del bosque pronto se convirtió en un color oscuro y espeluznante, masas de sombras altas como monstruosos gigantes se situaban en largas filas, daba la impresión de que venían por ti y te devorarían en segundos sin problema. La oscuridad se adueñaba de todo, me gustaba.

—Siempre debes ser tu prioridad —proseguí, expulsando el humo—, el egoísmo te salva, el frío te protege, quema y evita que te dañen. Vuelve tu corazón una piedra y tu alma hielo.

—No puedo ser como tú —dijo lo que yo ya sabía—. Estoy seguro que de nuevo me romperán el corazón. —Sonreí y vi el humo danzar frente a mi cara.

Eros ©Where stories live. Discover now