Pendingrin

Capítulo 32: Parte Cinco.

Capítulo 32: Parte Cinco.

Pensamientos de Alice:

Un mes transcurrió de manera lenta y agónica para mí, día tras día, con la única esperanza de que Katherine despertara, aunque eso no sucedió.
Lisa la cuidaba por las mañanas, Nina en las tardes y yo me quedaba cada noche leyéndole algún libro, dándole masaje a sus piernas o peinándola, después de mis actividades de cada día siempre reservaba un tiempo para ir a rezar, era lo único que pude hacer. En cuanto a Pendingrin las cosas fueron mejores, ya que luego del anuncio de que la guerra terminó, los pobladores retornaron, algunos tuvieron la suerte de encontrar sus casas en pie, en cambio, otros sufrieron pérdidas totales, sin embargo, la esperanza se mantuvo y con ello las ganas de salir adelante.

—Buenos días —me dijo un joven trabajador que entró al Centro de Gobierno, el cual se encontraba en reparaciones.

Crucé la calle y observé como del agujero que quedó del túnel, varios constructores lo rellanaron con piedras, su plan era crear una fuente aún más grande que la primera, y colocar una placa conmemorativa para todos aquellos que dieron su vida en la batalla.

—¿Vas para la Academia? —me preguntó Sam que detuvo su carruaje frente a mí.

Asentí.

—¿Alguna novedad? —indagó cuando me senté frente a él.

—No, a pesar de que sus heridas han cerrado, sigue sin despertar —respondí y desvié la mirada.

—Un día Katherine volverá a nosotros, siempre lo hace —comentó Sam que lucía decaído.

—Sé lo mucho que esperabas que Jarveil saliera con vida de todo esto, en verdad lo lamentó —dije.

—Supongo que cada quien tiene lo que merece, quizá nunca sabré que era lo que deseaba decirme, al menos conservó las buenas memorias junto a él —contestó Sam cabizbajo.

—Estoy segura de que te amaba, de alguna extraña y retorcida manera lo hizo —murmuré.

—¿Sabes? Creó lo mismo, aunque nunca tenga la confirmación de eso, tal vez en otra vida podamos estar juntos —afirmó Sam.

Cuando llegamos a la Academia, noté como los profesores estaban en clases con los aprendices de cada familia, con todo lo acontecido varios jóvenes de todas partes se unieron a la causa.

—Disculpe consejera La Grange ¿Me permite un segundo? —me preguntó Harry, el papá de Míriam.

—Adelante —dije y fuimos a mi oficina.

—Analicé la nueva conformación del consejo y los representantes de las Tres Familias, las nuevas leyes e incluso aquellas que abrogaron, es un modelo magnífico, así que no le daré más vueltas, me encantaría impartir clases a las nuevas generaciones de Cazadores y de jóvenes aprendices que se han inscrito —pidió con una sonrisa.

—Tener a un Cazador como usted en nuestras filas sería maravilloso, estoy de acuerdo, les comentaré a los demás y tendrá nuestra aceptación por escrito —indiqué.

—Le agradezco mucho, de corazón esperó que la Cazadora Clermont despierte pronto —mencionó antes de salir y yo me quedé con la mirada puesta en un cuadro que tenía los nuevos nombres de toda la organización de la Academia y del Gobierno con sus modificaciones finales.

Representantes de las Tres Familias.

Lisa Villehardouin. Principal.

Míriam Armagnac.

Katherine Clermont.

Consejo

Alice La Grange. Principal.