Capítulo 19: 11 de marzo.

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Pensamientos de Katherine:

Estuve dos días más en la casa de Lisa, donde sin duda alguna fue un tiempo de mucha tensión, ya que Alice y ella parecía que en cualquier momento saltarían a una lucha, se caían tan mal y ni no podían ni ocultarlo, se veían de una forma terrible que si sus ojos fueran espadas ya se habrían quitado la cabeza. Cuando una estaba en la habitación conmigo la otra salía y viceversa lo que me pareció muy divertido. Después de esos días decidí regresar a mi Castillo, aún seguía débil y si me esforzaba mucho de inmediato mi cuerpo dejaba de reaccionar, según Lisa se debía a que perdí mucha energía que solo con el tiempo y buenos cuidados iba a recuperar.

—Aún nos faltan las manzanas —dijo Darlene.

Yo la seguí, ese día era de mañana y decidí acompañarla al mercado, según ella necesitaba despejar mi mente de todo lo vivido en el infierno, aunque les dije que para mí fueron como vacaciones, nadie me creyó.

—Pensé que estarías en tu Castillo —comentó Nadmi que se acercó a mí. La cual supo de mí regresó gracias a Nikolái quien a su vez lo supo por Darlene.

—Me gusta salir de vez en cuando —respondí con una sonrisa.

—Desde que supe de tú regresó he estado rondando el Castillo hasta hoy que te vi salir, debo admitir que sin ti todo se volvió un caos —expresó Nadmi.

—¿Qué tan mal? —indagué.

—Darlene pelando conmigo, Alice al borde de la locura y ni hablar de Nikolái que tiene todo el trabajo encima —reveló.

—Por supuesto no iba a dejar que se quedaran con toda la diversión —comenté engreída.

— ¿Cómo lo lograste? —examinó Nadmi pensativa.

—Hice un negocio con Horus alas de fuego, asesinar a su hermano a cambio de mi libertad —revelé.

—No puedo creerlo de todos los custodios, terminaste siendo amiga de un demonio original, vaya que sí sabes hacer las cosas en grande —comentó divertida.

—Te agradezco el apoyo —susurré, pues, me costaba dar las gracias o pedir perdón, eran palabras que me costaba demasiado pronunciar.

Nadmi sonrió —No te esfuerces, sé lo que me quieres decir, me alegra tenerte de vuelta —expresó y luego ambas guardamos silencio.

— ¿Qué le darás a Alice para su cumpleaños? —me preguntó Nadmi.

—Me dijo que será el sábado, aunque no me dio más detalles —respondí.

—A mí me invitó, es la primera vez que me invitan a una fiesta y no para abusar de mí, eso lo vuelve sensacional —comentó Nadmi animada.

Yo guardé silencio, porque si bien me comentó de su cumpleaños aún no me había invitado de manera formal y faltaba solo un día.

—¡Maldito ladrón! —dijo un vendedor a un joven gitano que tenía sujetada de la mano a una niña.

—Le di mis monedas —refutó el joven.

—¡Las manzanas no son para gitanos! - le gritó el hombre que alzó su mano y trató de llamar la atención de un guardia civil.

—¿Qué sucede? —le pregunté, detrás de mí estaba Nadmi y Darlene que nos había alcanzado.

—Ese gitano quiere más manzanas de las que me pago —reveló el comerciante molesto.

—No es así, le di las monedas suficientes para cinco manzanas —objetó el joven.

—Bien, compraré toda la carreta de manzanas para él —le indiqué al mercader quien me vio asombrado.

—No venderé todas mis manzanas a gitanos apestosos —reprochó el vendedor.

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