Capítulo 12: Los Aliados.

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Pensamientos de Katherine:

—Ese demonio no era mi hermano —comentó Nadmi seria, cuando vio las pisadas que dejó el demonio de piel de reptil.

—¿Dónde crees que pueda estar? —le cuestioné.

—Debe estar buscando hacerse de más almas, puedo sentirlo, aunque está lejos de aquí —expresó Nadmi.

Los presentes me vieron extrañados tras escuchar eso.

—¡Ya sé! Que deben pensar que estoy loca por aliarme con un demonio, pero tengo mis razones y no se las haré saber por qué no es de su incumbencia, lo que sí les dejó claro es que esto no debe saberse, ni lo de Alice ni lo de Nadmi —sentencié.

Adrien, Gaspard, y Nikolái vieron con desconfianza a Nadmi que estaba a un lado mío.

—Clermont somos Cazadores y me pides que haga la vista gorda cuando tú juegas a las muñecas con ese ser —comentó Nikolái serio.

—Yo me responsabilizo por ella —dije.

—Ni siquiera eres responsable de ti misma y ahora quieres tener un demonio de mascota —protestó Nikolái.

—No les daré explicaciones, solamente les digo que no debe saberse y si por algún motivo esto sale a la luz iré tras quien haya sido —amenacé.

—Hagas lo que hagas que nadie resulte herido. Puedo dejar pasar lo de la joven Alice, pero de eso a permitir que un demonio viva entre nosotros es otro tema, en fin, iré a buscar sobrevivientes —dijo Nikolái y se marchó.

Fue un momento extraño, pues todos me vieron raro, creyeron que estaba aún más loca por aliarme con un demonio, no obstante, no les debía ninguna explicación, puedo jurar que el tema de Alice lo dejaron pasar, pero no el de Nadmi, aunque no me importó de todas maneras iba a seguir con mi plan con o sin su consentimiento de ellos o de quien fuera.

—¿Es por ella verdad? —me preguntó Nadmi que alineó su caballo con el mío.

—¿De qué hablas? —cuestioné.

Luego vi cómo detrás iba Adrien a un costado estaba Nikolái, aún más atrás iba Gaspard y Alice, ellos dos en el mismo caballo.

—Me dejaste vivir, no porque mi historia te conmoviera, solo quieres información que pueda ayudar a esa joven con las alas de Azrael —reveló Nadmi con una sonrisita.

—Qué inteligente —murmuré con ironía.

—Te ayudaré en todo lo posible, pero a cambio déjame vivir tranquila, no quiero que tus amiguitos me perturben —pidió ella.

—Si no querías eso, no debiste decir que el demonio era tu hermano. Bueno tenemos un trato, solo ten en mente que llegado el momento tu hermano tendrá que morir —confirmé.

—Mi verdadero hermano falleció aquel día, el ser con el que conviví en el infierno durante todos estos siglos es muy diferente, estoy de acuerdo conqué ya debe descansar —contestó Nadmi sería.

—Bien estamos de acuerdo entonces, ahora dime ¿Quién es ese tal Azrael? —indagué.

—Era uno de los custodios del infierno, porque crees que siempre hablamos de escapar, no es tan sencillo como parece, hay demonios que su única tarea es mantenernos dentro de esa prisión y Azrael era uno de ellos, los custodios son siete y algunas veces cruzaban a este plano persiguiendo a los que escapaban tal vez por eso fue capturado y antes de morir dejó envenenada a esa chica —reveló Nadmi en voz baja.

Me quedé pensativa, puesto que esa parte la desconocía, y en ningún libro ni la Academia misma sabían esa información, tantas cosas sobre los demonios que aún eran un misterio.

PendingrinWhere stories live. Discover now