Capítulo 21: No tocar, gracias.

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De la propia historia...

Después de la visita de Darlene, Lisa Villehardouin se dirigió a la propiedad de William La Grange. Al llegar notó la seguridad afuera de la casa, varios guardias civiles estaban sobre el techo, otros más dispersos por el jardín ¡Era una locura! Pensó.

—Es un gusto verla señorita Villehardouin ¿Qué la trae por aquí? —preguntó William cuando recibió a Lisa en su habitación.

—Me dijeron que se encuentra delicado de salud, así que seré muy breve, necesitó que lleguemos a un acuerdo con lo sucedido anoche entre Katherine Clermont y sus hijos —explicó ella con tranquilidad.

—Veo que ya se enteró de la denuncia que hice está mañana, creó que no hay nada que podamos hacer al respecto, anoche cuando volví a casa en compañía de Jarveil Bloom, no encontré ni a mis hijos, ni a la empleada y ni hablar del cochero ¿Sabe que fue lo primero que vi cuando ellos cruzaron la puerta? ¡La mano ensangrentada de Gaspard! A pesar de que ellos quisieron encubrir a esa loca me terminaron diciendo que tuvieron diferencias y casi termina en su muerte, esa Cazadora es un peligro para la sociedad —explicó William que luego tomó unos sorbos de su vaso con agua.

—Todo fue un malentendido que no se va a repetir, yo me haré cargo de Katherine, así que le pido que reconsidere su denuncia —pidió Lisa.

—Es mucho lo que desea, esa mujer asesinó a mi cochero, casi mata a mis hijos y me amenazó a mí, puedo pasar por alto cualquier cosa menos la integridad de Gaspard y Alice es por eso que me animé a denunciar, así todo Pendingrin sabrá que cualquier cosa que me pasé a mí o a mi familia esa Cazadora tiene la culpa —reveló serio.

—Entiendo su malestar, pero créame cuando le digo que yo me haré cargo de Katherine, ella no se va a acercar a ustedes, de eso puede estar seguro, a cambio de su cooperación yo lo ayudaría con su padecimiento del corazón, tengo medicina que lo puede ayudar a sanar más rápido, la medicina que poseemos las Tres Familias es diferente en calidad a la que manejan en cualquier hospital de aquí —ofreció Lisa inalterable.

—Hasta donde sé está prohibido usar medicina de las Tres Familias en civiles —susurró William.

—Lo sé, pero nadie, ni siquiera Jarveil Bloom tiene por qué enterarse, le ofrezco un poco más de longevidad a cambio de que retiré la denuncia, además, ¿Usted cree que Katherine Clermont la puede frenar una simple cárcel civil? Ella solo está jugando, procuré no cansarla, lo dejaré para qué lo medité —finalizó Lisa, que se puso de pie y se marchó de la habitación del alcalde.
Al salir se encontró a mitad de las escaleras a Alice, ambas se vieron con desprecio, al final Lisa sonrió victoriosa y continuó con su camino.

Pensamientos de Katherine:

Tras revisarme me dejaron en una celda en compañía de un hombre barbón muy corpulento, era tan alto que su cabeza casi chocaba con el techo, lo que me asombró bastante.

—¿No se supone que me deberían dejar en una celda sola? —les grité a los guardias.

—¡Oye! No soy un mal compañero —protestó el hombre de barba pronunciada.

—¿Tú quién eres? —le pregunté con una ceja alzada.

—Soy Frank el Oso de Pendingrin así me conocen todos —respondió él.

—¿Y qué haces aquí? —averigüé divertida.

—Asesiné a unos guardias civiles, aunque fue un error, ellos querían talar mi bosque, no lo permití y una cosa llevó a otra, al final tres guardias estaban muertos —reveló.

—¡Increíble que malote! —susurré con sarcasmo.

—¿Te parece divertido quitar vidas? —me preguntó serio.

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