Capítulo 25: Cortesana. Parte Tres.

7 0 0
                                    

Pensamientos de Katherine:

Pasaron dos días desde que asesiné a Robin sin saber nada de Lisa, de acuerdo a lo que nos dijo debía esperarla así que reanudé mi pasatiempo de cocinar, vaya que la pobre de Darlene sufrió degustando mis platillos. Ese día era de mañana con un sol vibrante por todo lo alto, yo estaba adornando las galletas que con tanto esfuerzo preparé, Katy estaba parada junto a la ventana y Darlene recostada en un sofá, pues se había ido de juerga la noche anterior con un exuberante francés de hombros anchos. Escuché que la puerta se abrió de golpe y vi entrar a Lisa con un hermoso vestido azul.

—Lamentó mi tardanza, estaba afinando unos detalles, por favor, necesitó que mañana vayas a la reunión de Les Collines es un lugar donde se reúnen políticos, visionarios o cualquier idiota con dinero, averigüé que mi tía Olivia va a estar en una de sus reuniones así que ya sabes que hacer tengo todo listo —reveló Lisa.

—¿Solo ella o también los que la acompañan? —indagué mientras espolvoreaba canela a las galletas.

—A todos, pero en especial a ella la quiero fuera del juego, supe que también quiere el puesto de jefa y eso no lo voy a permitir, es mi tía lejana, aunque eso no importa ya, existen cosas más importantes —anunció Lisa.

Me encantaba lo sincera que era, nunca ocultaba sus verdaderos intereses, podía ser amorosa, pero también fría, tenía una dualidad en su alma que la volvía única.

—Bien, considéralo hecho mañana ella dejará de respirar —expresé y les ofrecí una galleta, Lisa y Darlene me vieron con verdadero terror.

El carruaje me dejó muy temprano en la imponente propiedad Les Collines que era una mansión compuesta por varios salones en la planta baja, era conocida por ser un lugar que albergaba distintas reuniones, no cualquiera se daba el lujo de arrendar tan bella propiedad, pues costaba casi un ojo de la cara. En la entrada estaban dos guardias los cuales me vieron y yo me presente como Lena la nueva mucama según lo que me indico Lisa, ellos se vieron entre sí luego me dejaron pasar.

—Te encargarás de servir los platillos que vayan saliendo de la cocina — me indicó el ama de llaves, quien dijo llamarse Pam una mujer alta, robusta y de carácter agrio.

Me dirigí a la cocina y cuando alcé la mirada quien estaba arreglando las charolas era nada menos y nada más que Nina, quien al verme emitió una tenue sonrisa, sentí que mis piernas temblaron, pero continué mi camino.

—Te coordinarás con Evelin —indicó Pam luego se fue.

—Tú debes ser la nueva —dijo Nina alias Evelin.

Dejé la pequeña maleta donde llevaba mis cosas arriba de una silla.

—Un gusto, soy Lena —expresé irritada, pues no esperaba verla.

—¡Esta mujer aparece hasta en la sopa! —exclamó Katy que apareció a mi lado, llevaba puesto un elegante vestido de color mango.

Las dos fingimos no conocernos y nos enfocamos en nuestras actividades, pasé el día sirviendo té a un grupo de ancianos, me sentía muy molesta porque no sabía qué sucedía, creí que todo sería más rápido, pero vi la noche caer y no vi llegar en ningún momento a Olivia con su grupo de elite.

—Ustedes dos compartirán cuarto, mañana las quiero a las seis —ordenó Pam antes de desaparecer por uno de los pasillos.

Nina me dirigió a la parte trasera de la mansión, luego continuó caminando hasta llegar a una vieja casa cercana al bosque en donde todos los trabajadores de Les Collines iban a descansar, más adelante estaba otra casa, no obstante, ahí estaba prohibido ir porque solo era para los huéspedes exclusivos. El lugar donde me quedé era como la contraparte de la fastuosa mansión, estaba despintada y las puertas tenían grandes boquetes que dejaban entrar el aire, al interior las cosas no eran mejores, puesto que las escaleras rechinaban, había personas por todos lados comiendo lo que pudieron robar de los salones, además, de un calor seco que de inmediato me hizo sentir sofocada.

PendingrinМесто, где живут истории. Откройте их для себя