MORTE // PERCY JACKSON

II

Asher se lanzó a los brazos de Jason y este casi se cae debido al acto de amor tan repentino.

—¡Eres un tonto! No vuelvas a desaparecer así. ¡Júralo por el Estigia!

Jason trataba de reír, pero la verdad es que había extrañado tanto a Asher como para jugar en ese momento.

—Lo juro —dijo sonriendo— Te extrañé tanto, Ash.

Percy observaba la escena junto a Frank y Hazel. Se habría puesto demasiado celoso si no supiera que Asher y Jason se amaban como hermanos.

Asher se apartó y lo golpeó en el pecho.

—No te vuelvas a ir así. Ve cómo estás, Todo... delgado, con el cabello largo, ¿qué es esa camiseta? Te ves tan... tan... griego.

Jason sonrió sobando su pecho del golpe que le habían dado.

—¿Eso fue un insulto?

Asher negó sonriendo.

—Nunca usaría esa palabra como insulto, no ahora...

Jason despeinó el cabello de Asher mientras este trataba de alejarlo.

—¡Basta! Me despeinas.

—Mírate. Me voy ocho meses y cuando regreso me entero de que eres un asesino de gigantes y te convertiste en pretor. Estoy muy orgulloso de ti.

Ambos se separaron y se miraron fijamente. Asher no se había dado cuenta de lo mucho que había extrañado a su amigo.

—Ven, te presentaré.

Asher tomó su mano y lo llevó hasta los demás para presentarlos lo mejor que pudo. Aunque después, tuvieron que hablar de temas más serios.

—Lo que dijo Ella fue una profecía, eso significa que Alcioneo no la mencionó por completo.

Asher se inquietó, como si nuevamente la voz de Gea pudiera alcanzarlo.

Percy lo abrazó con uno de sus brazos y le dio un beso pequeño en su frente.

—Estaremos bien, resolveremos todo como con Alcioneo y Polibotes.

Asher repitió.

—Estaremos bien.

De pronto un sonido desgarrador llenó el aire. Una luz brilló en el rabillo del ojo de Asher. Se giró justo en el momento en el que una explosión abría un cráter en una de las paredes del foro. Un diván en llamas voló por los aires. Los semidioses gritaron, asustados.

—¡Han traicionado nuestra confianza! —gritó un campista.

—¿Qué? ¡No! —soltó Jason.

En cuando lo dijo, el Argo II disparaba por segunda vez. Su ballesta lanzaba una gigantesca lanza bañada de fuego griego, que se clavó directamente en la cúpula rota de la casa del Senado y explotó en su interior, encendiendo el edificio como una calabaza de Halloween. Si alguien había estado allí dentro...

—Dioses, no —una oleada de náuseas hizo que Piper perdiera el equilibrio—. No es posible. ¡Nunca les haríamos esto!

Asher no sabía que pensar, estaba demasiado confundido y molesto. Pero entonces recordó algo.

"Juraste con tu vida"

Todos irían encima de Percy por haber jurado, Octavian lo iba a matar.

Sujetó la mano de Percy con fuerza al ver que todos comenzaban a arrojarles platos y comida. Jason agradecía que no se pudieran introducir armas dentro del pomerio, de otro modo ya estarían muertos.