II

3.5K 391 44
                                    

Asher no estaba entendiendo nada.  parecía como si Hazel acabara de presentar a dos bombas nucleares.

Estaba esperando a ver cuál explotaba antes. Hasta esa mañana, Nico había sido el semidiós más poderoso que conocía. En el Campamento Júpiter, los demás lo veían como a un bicho raro que siempre estaba viajando, prácticamente tan inofensivo como los faunos.

Sin embargo, Asher sabía la verdad. No tenía mucho tiempo conociendolo, pero sabía que Nico era más peligroso
que Reyna o que Octavian o incluso que Jason.

Entonces había conocido a Percy.
Al principio, cuando lo vio peleando con las Gorgonas en el río pensó que podía tratarse de un dios disfrazado.

Pese a estar castigado, sucio y encorvado del agotamiento, tenía un aura de poder. Poseía la belleza de un dios romano, con unos ojos verde mar y un cabello moreno despeinado por el viento.

Luego Percy había controlado el río y había destruido a las gorgonas. Había
convertido un bolígrafo en una espada de bronce. Había revolucionado todo el campamento con los rumores sobre el graecus.

Un hijo del dios del mar…

Percy y Nico se estrecharon las manos. Se observaron con recelo, y Asher
contuvo el deseo de escapar, ambos eran semidioses muy poderosos y una pelea entre ellos seguramente destruiría gran parte del campamento Júpiter si es que no lo destruían por completo.

Si los dos sacaban sus espadas mágicas, las cosas podían ponerse feas.

Nico no parecía asustado. Era delgado y tenía un aspecto desaliñado con su
arrugada ropa negra. Estaba tan despeinado que parecía que acabara de salir de la cama, aunque honestamente eso solo lo hacía ver más atractivo.

Asher se sonrojó alejando ese pensamiento, trataba de no pensar en el hermoso hijo de Plutón y hermano de su amiga pero casi siempre era imposible.

Aún recordaba el día en que lo conoció.

La primera vez que lo había visto
desenfundar su espada negra había estado a punto de morir. Su forma de
llamarla "hierro estigio", todo serio, le dio mucho miedo a pesar de que a Hazel le había parecido todo lo contrario.

Aquel flaco chico blanco no parecía un luchador y desde luego él y Hazel no se parecían en nada.

Percy frunció el entrecejo.

—Te… te conozco.

Nico arqueó las cejas.

—Ah, ¿sí?

Asher vaciló. Había algo extraño en la reacción del hermano de Hazel. Estaba
intentando hacerse el despreocupado, pero la primera vez que había visto a
Percy, Asher se había fijado en su momentánea expresión de pánico.

Nico ya conocía a Percy. Estaba seguro. ¿Por qué fingía lo contrario?

La voz de Hazel lo sacó de sus pensamientos.

—Esto… Percy ha perdido la memoria.

Hazel le contó a su hermano lo que había ocurrido desde que Percy había llegado a la puerta del campamento.

—Así que, Nico… —continuó con cautela—, he pensado… que como tú
viajas por todas partes, a lo mejor has conocido a semidioses como Percy o…

La expresión de Nico se volvió tan sombría como el Tártaro. Asher no
entendió por qué, pero captó el mensaje, "no sigas".

—Esa historia sobre el ejército de Gaia —dijo Nico—. ¿Has avisado a
Reyna?

MORTE // PERCY JACKSON Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz