Capítulo 62

301 28 6
                                    

Armin

Stuttgart suroeste de Alemania

El sonido de la lluvia impactando en las ventanas es lo único que se escucha mientras busco la maldita forma de encontrar a los Cardoso, supe que estuvieron en Plovdiv, sin embargo, un ejército llegó y tuvieron que salir despavoridos de allí.

—Señor lo solicitan en el salón— escucho la voz de una de las sirvientas de la casa.

—¿Quién?

—El señor Elias y el señor Gunther— responde antes de retirarse.

Apago el monitor organizando mi escritorio levantando la mirada detallando la gran pintura de mi madre; tan imponente como dulce y delicada...

—Qué no oíste, mueve el culo hasta el maldito salón— la voz reclamante de mi tío me saca de mis pensamientos, suelto un bufido siguiéndolo. Ingresamos al salón donde se encuentra mi padre, Aurora ytres súbditos, mi tío y yo nos colocamos a la par de mi padre que observa una caja mediana decorada.

—¿Qué es eso?— pregunto mirando a mi padre.

—Llegó hace unas horas, no tiene remitente— responde Elias cruzándose de brazos.

—El sensor no detecto ninguna bomba, así que sabemos que no es de peligro— habla uno de los súbditos ganándose mi atención.

—Entonces abramos la para saber que contiene en su interior— digo sacando mi navaja y rasgando el papel de envoltorio colorido. Retiro todo el adorno dejando a la vista una caja de metal muy fría.

—Contiene un candado— habla Aurora frunciendo el ceño. Un disparo resuena destruyendo el candado en nanosegundos.

—Ya no— réplica mi padre guardando su arma.

Retiro los restos del material quemado retirando la tapa que deja que las caras de la caja caigan... me alejo en un segundo controlando la arcada de vomito que me avasalla al ver lo que contiene la maldita caja.

—Mierda...— mi padre aleja la vista al igual que mi tío, Aurora suelta un chillido alejándose del lugar.

La cabeza ensangrentada de Danilo Cardoso reside en la mesa con una tarjeta negra en la boca y una grabadora incrustada en la mitad de sus cejas.

Me acerco a tomar la tarjeta con asco, mientras mi padre toma la grabadora con gran esfuerzo.

—Lee esa mierda de una vez— pide Elias Meyer mientras limpia la sangre de la grabadora.

—En una situación oscura y tormentosa siempre va a existir una luz al final del camino, esa que te hace creer en la esperanza, en una nueva oportunidad de realizar lo planeado— empiezo leyendo en voz alta la maldita carta—, pero en nuestro mundo, la luz es la que provoca el cañón de tu arma al lanzar una bala contra tu enemigo. La esperanza, es saber que respiras un día más que tu adversario y la nueva oportunidad es la que tomamos a la fuerza en una guerra...— termino detallando la mancha de sangre que sobresale en la hoja.

—¿Qué carajos es todo esto?— mi padre me quita la carta de las manos detallandola él— al respaldo dice que al terminar de leer encendamos la grabadora.

—A ver que trae esta porquería grabado— habla mi tío encendiendo la...

Y fue en ese momento en que supimos que se nos vinieron los planes al suelo.

Espero que se encuentren bien mis queridos Meyer de la grabadora se escucha la maldita voz de Alev Yilmaz—, de verdad espero que les haya gustado mi regalo, lo hice con mucho amor y dedicación, me tomé el tiempo de arreglar cada detalle para que fuera digno de ustedes...

La Reina del Infierno [TERMINADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora