La Reina del Infierno [TERMINADA]

Capítulo 43

Carlo

Alev esta muy mal, no me gusta que este así, ya la había visto agonizando y es el peor recuerdo que tengo.

Han pasado 10 horas en donde los doctores le hacen revisiones constantemente ya que se encuentra en estado crítico.

-Necesito que vayas a Italia- escucho la voz de Massimo a mis espaldas trae puesto la protección necesaria. Se supone que solo puede entrar una persona pero a él nadie le dice que no.

-No me iré, no con ella así- respondo mirando a la turca a través del cristal.

-No te lo estoy preguntando- se pone a la par mía viéndola también.

-Y yo no te estoy pidiendo permiso- en este momento no me interesa lo demás, me interesa el estado de ella.

-Tienes que coordinar la búsqueda de allá, han visto movimientos sospechosos- contraataca volteando a verme.

-Greco no me iré y si me quieres castigar hazlo, pero ella me importa más.

-¿Por qué tanto interés con ella?- veo que mis palabras no le gustaron.

-Porque la conocí mucho antes que tu, porque odio verla nuevamente destruida- mi voz se entrecorta pero mantengo mi postura.

-¿Nuevamente?- la confusión en sus ojos es bastante clara y se que aún Alev no le dice la verdad.

-Cuando despierte, ella deberá ser la que hable- me volteo nuevamente hacia la turca- No diré algo que no me corresponde.

-¡¿Por qué tantos secretos con ella?!- pregunta exasperado pasando su mano por su cara.

-Porque su personalidad tiene un trasfondo y espero que cuando despierte no trates de frenarla- habló cruzándome de brazos.

-¿De qué hablas?.

-Cuando ella despierte y se entere de lo que sucedió y mucho más de lo que perdió- recalco cada palabra- su oscuridad aumentará y su sed de venganza será mucho más fuerte.

-La hija de puta ya esta muy loca y no me interpondre a menos que sus acciones me afecten- responde volteando a verla.

-La misma hija de puta de la que hablas es la que llevaba a tu hijo en su vientre- lo encaro- la misma hija de puta que juraste destruir ahora está en una cama postrada- mi voz sale más áspera de lo que pensaba- es la misma hija de puta que decías odiar, mírala esta ahí en un estado de coma. Y por lo menos espero que la respaldes.

-Estoy consciente de que mi hijo murió en esa maldita explosión- veo como tensa su cuerpo al solo mencionarlo- y quiero que los hijos de perra que lo mataron paguen, quiero verlos arrodillados ante mi y ante ella- señala la ventana donde yace la turca- así que no me cuestiones y sigue mis malditas ordenes.

-¿Y si los culpables son tus mismos aliados?.

-Entonces desearan no haber cometido tal estupidez.

-Sabes que fueron los Meyer ¿verdad?- me vuelvo hacia él.

-No sabemos...

-¡Estas demente es obvio que fueron ellos!- espeto con furia tomándolo de las solapas de la bata.

-Tenemos otro puto enemigo del cual aún no conocemos ni su maldito rostro- habla tensando la mandíbula- así que sueltame ahora o yo mismo te corto las manos.

Respiro hondo tranquilizandome, tengo que calmarme. Lo suelto dando un paso hacia atrás.

-Te irás a Italia y punto- sentencia mientras se quita el cubre bocas- hablaras con mi padre y se encargarán de investigar a un líder en particular.