5.0

1.9K 371 85
                                    

— Pensé que el clima sería caluroso.

— Es muy raro que llueva — acomodaste la cobija en el sofá, lugar donde dormiría Ran — Solo me ha tocado dos veces que llueva aquí.

— ¿No extrañas Japón?

Guardaste silencio ante la pregunta del hombre, simplemente te dignaste en asentir y te alejaste para ir por las demás cobijas. Ran iba a dormir en la sala debido a que la segunda habitación no tenía mueblería, no le tomaste importancia en ponerle al menos un colchón porque no creíste que nadie te iba a visitar hasta que tu volvieras nuevamente a Japón.

Pero Ran llego de sorpresa a ti, así que no tenías otra opción de acomodarlo en la sala, ya que no pretendías dormirlo en tu habitación junto a ti.

Podías hacerlo, pero sabías que no era lo correcto.

— ¿Le contaste a tu hermano que vendrías?

— Casi no vengo por su culpa — Ran sonrió al recordar al menor — En realidad fue su culpa que me cortara el cabello, hizo una apuesta que no cumpliría los dos años que me pediste.

— Te queda lindo ese cabello, me gusta.

Soltaste las palabras sin pensar, al darte cuenta de aquello miraste de reojo a Ran y soltaste un suspiro al darte cuenta la expresión que mantenía en su rostro.

— Te queda horrible.

— ¿Acaso me estás coqueteando?

— Quisieras Haitani — tomaste uno de los cojines y se lo lanzaste, pero este lo tomó con habilidad antes de que chocara contra su rostro — Lo dije sin pensar, así que no te emociones.

Ran no volvió a hablar desde que te notó demasiado nerviosa, el hombre sabía que no debía de presionarte en ningún aspecto, pero realmente se moría por hacer la pregunta.

Pero no sabía tu respuesta.

Ni mucho menos si los sentimientos aún seguían intactos.

Todo era tan incógnito.

— Naru.

— ¿Qué pasa?

— Ven.

'Ven'

Parpadeaste algunas veces y dejaste de acomodar las cobijas en el sofá para acercarte a Ran, quien había estado sentado en el suelo mirando hacia el gran ventanal que tenía la habitación, la luna y una lámpara con luz tenue era lo único que podía iluminar el lugar.

Por alguna extraña razón, te sentiste nerviosa.

— Siéntate, pero voltéate.

Frunciste el ceño e hiciste caso a su petición, te agachaste hacia a él suelo con cuidado y pegaste tu espalda hacia la suya, sin poder ver la expresión de su rostro ni mucho menos con la posibilidad de tocarse, simplemente el único roce era el de sus espaldas y sus cabellos.

Como si siempre hubiera sido así. Como si siempre se hubieran dado la espalda y nunca pudieran hablar las cosas de frente, siempre habían evadido las cosas malas y no buscaban ningún arreglo.

'¿Por qué se siente así?'

— No sé porque me pongo tan ansioso cuando se trata de ti — Ran comenzó a hablar — A veces siento que no puedo ni verte a la cara.

— ¿Tan fea estoy?

— Eres lo más bonito que han mirado mis ojos.

Nada salió de tu boca, cerraste los ojos y recargaste por completo tu cabeza en la espalda de Ran. No sabías a donde iba a llegar la conversación, pero dejarías que tus sentimientos se dejaran llevar.

temptation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora