0.9

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— Esto es innecesario.

— ¿Lo es?

Ran elevó su mano hasta los lentes y los bajo a mitad de su nariz para observarte. No te dignaste en verlo a los ojos debido a que ibas a echarte a reírte si lo hacías.

— Es innecesario, pero no me veo mal — Ran rasco su nuca y sonrió con arrogancia — Me veo mejor que tú.

— Ajá.

Metiste las manos a tu bolsillo y seguiste caminando por Shibuya. Ran había decidido que sería gran idea pasear por la ciudad, pero el hecho de que estuvieran ahí habría muchas más posibilidades que la gente supiera que estaban juntos cuando se supone que nadie debía saberlo.

Y claramente, se te ocurrió usar disfraces.

Ran vestía de una sudadera floja con unos pantalones oscuros, su rostro decoraba unos lentes y su cabello estaba suelto, dejándolo más atractivo ante la gente de su alrededor.

— Van a reconocerme — elevó su brazo y lo dejó caer en tu hombro — A ti también.

— Calla — giraste tu cabeza para mirarlo y regañarlo, pero el fue más rápido y se agachó para dejar un fugaz beso en tus labios — Se te está haciendo costumbre robarme besos.

— No son robados si tu los permites.

Chasqueaste la lengua y solo pudiste escuchar la risa de Ran inundar tus oídos, aquel sonido te gustaba. Se sentía tan cómodo estar de esa manera.

No sabías a qué estaban llegando las cosas, las visitas eran más constantes entre ustedes y los toqueteos cada vez subían más de nivel, no sabias que esperar respecto a todo lo que estaba pasando.

Pero tampoco querías detenerte. Era la primera vez en demasiado tiempo que comenzabas a disfrutar de tu vida.

— ¿A donde quieres ir?

— ¿Hm? — acomodaste los lentes de sol observando a tu alrededor — Realmente no sé... todo menos a tu casa.

— ¿Es una mala idea? — Ran movió su cuerpo y terminó colocándose detrás de ti mientras caminaban — Para mi no lo es.

— No seas idiota — aventaste tu codo pegándole en el abdomen haciendo que se quejara — Vamos a comer o algo así.

— ¿Comer o comernos? — acercó su rostro hacia tu oído haciéndote temblar — ¿Por qué te tensas tanto preciosa?

— Basta Ran — hablaste con algo nerviosísimo y el solo apretó mas su cuerpo contra el tuyo para continuar caminando — ¿O quieres ir a mi casa?

Volteaste sobre tu hombro para verlo, este de inmediato negó su cabeza y ahora eras tú la que reía ante la situación. Aún no comprendías si era respeto o miedo lo que tenía Ran hacia Mikey.

Claramente de tu parte no le tenías un respeto, ya que eras la mayor de la casa y aunque el supiera eso, siempre quería reclamarte por todo.

Y una de las cosas, era tu novio millonario con olor a hombre de Roppongi.

'Cuando vuelva a ver a Mikey, lo voy a patear'

— ¿Harás algo en navidad?

— Aún no sé — llevaste tu mano hacia la suya, la cual estaba apoyada en tus hombros y observaste a tu alrededor — La pasaré con mis hermanos como todos los años.

Ran iba a volver a hablar, pero el sonido de tu teléfono los interrumpió por completo. Soltaste una pequeña maldición y detuviste tus pasos para sacar el teléfono del bolsillo.

temptation.Where stories live. Discover now