temptation.

1.9

Narumi | 16 años

— ¿No es difícil?

— Nope.

Akane se inclinó mirando hacia tu cuaderno, realizabas con facilidad los ejercicios de cálculo que les habían encargado en la escuela. Eras algo mala en algunas materias, pero en otras no.

— ¿Inupi aún no sale de la escuela?

— Al parecer ya, pero se la pasa la mayoría del tiempo con Koko...

— No estes celosa de que te quiten a tu pequeño hermano — reíste ligeramente y ella solo chasqueó la lengua — Me pasa eso con Mikey y Keisuke.

Soltaste el lápiz y mordiste tu mejilla perdiéndote en tus pensamientos, era increíble lo tanto que habían crecido los pequeños, te sentías como una madre viendo crecer a sus propios hijos.

— Voy a hacer soba hoy en casa... ¿quieres ir?

— ¿Soba? — la miraste con atención y la chica asintió con una sonrisa — Tengo que preguntarle a Shinichiro antes...

— Puedes decirle que vamos a estudiar y a comer... creo que también Inui y Koko estarán.

— No se separan para nada — cerraste el libro con una pequeña sonrisa — ¿Crees que seamos amigas
siempre?

— Probablemente yo cuidé a tus hijos y tú a los míos.

— Falta mucho para eso — negaste tu cabeza y suspiraste — Espero poder ser siempre tu amiga, Akane.

— Yo también, Naru.

(...)

— Solo será un rato — cruzaste tus brazos y Shinichiro volvió a negar su cabeza — Por favor...

— Shin ¿por qué no la dejas ir un rato? — Wakasa hablo con tranquilidad — No seas amargado.

— Son niñas — Takeomi sacó el cigarrillo de su boca mientras hablaba — Dejó salir a Senju y es menor que ella.

— En todas sus materias salió mal, pero en cálculo sacó 10 — Shinichiro frunció el ceño mirando a sus amigos — Prefiero que se quede estudiando, puede ir a comer otro día.

— Puedo estudiar en casa de Akane.

— No es no, Naru — Shinichiro se puso de pie y te miro fijamente — Ve a ver si Emma y Mikey necesitan algo.

Abriste la boca totalmente ofendida y terminaste dándote la vuelta para ignorar al mayor, tenia en razón en las calificaciones, pero nunca te había negado ir a la casa de los Inui.

Simplemente te diste por vencida ese día.

(...)

— ¡Naru!

Corriste con velocidad entre los pasillos blancos, Shinichiro trataba de seguir tus mismos pasos mientras se preocupaba por la situación.

La casa de los Inui se había incendiado.

Paraste en seco al encontrarte a Seishu, quien parecía estar completamente perdido entre sus lágrimas y lamentos.

— ¿Seishu? — te acercaste hacia a él y sentiste como tu boca tembló al ver una gran venda por la mitad de su cara — ¿Qué sucedió?

— No... no sé.

Miraste hacia atrás y observaste a Shinichiro, quien hablaba con uno de los doctores. Le dijiste a Inui que esperara y te paraste para caminar hasta ellos, pero te detuviste al ver la puerta abierta e inclinaste un poco tu cabeza para observar.

Sentiste como tu corazón comenzó a latir más lento.

Tus ojos comenzaron a mojarse y entraste sin importarte que te regañaran, llevaste tu mano hacia tu boca y el primer sollozo de la noche salió de ti. Akane estaba completamente vendada y respiraba agitadamente, su piel se alcanzaba a ver pero esta tenía un color rojo.

— A.. akane...

Tu mano no fue capaz de tocar su cabello como siempre lo hacía, no fue capaz de tomar su brazo para decirle que todo estaría bien. Estabas en shock y solo pensabas lo peor en ese momento.

Aún eras pequeña y pensabas que esa era la peor tragedia de tu vida. Lo peor de todo eso, es que no sabías que muchas más te perseguirían.

(...)

Narumi | actualidad.

— ... ¿Ran?

El nombrado bajo su mirada algo aturdido al escucharte, parpadeo algunas veces y sonrió como si nada, como si no hubiera estado perdido en sus pensamientos.

— ¿Qué pasa preciosa?

— ¿Estás bien?

— ¿Por qué no lo estaría?... tú estabas dormida.

Achinaste ligeramente tus ojos y el joven te acercó más a su cuerpo para abrazarte, habían estado viéndose más seguido y eso tenía completamente tranquilo a los dos.

Ese día, te habías quedado dormida en sus brazos.

— ¿Qué estabas soñando?

— Nada — volviste a cerrar tus ojos y soltaste un suspiro de cansancio — ¿Por qué?

— Hacías muchas muecas extrañas.

— ¿Estabas viéndome dormir?

— Tal vez.

Trataste de reprimir una sonrisa y acariciaste ligeramente su pecho con tu nariz, te sentías completamente segura entre sus brazos, como si nada te hiciera falta.

No te sentías sola.

— Estaba soñando con mi mejor amiga... ella murió hace un tiempo — volviste a abrir tus ojos y el recuerdo de Akane regresó — Estuvo en el hospital por muchos meses, traté de conseguir dinero vendiendo cosas pero nunca alcancé a completar para su tratamiento.

Ran guardó silencio y solo se dispuso en acariciar tu espalda, el dolor de perder a Akane aún no se iba y la idea de que tu también podrías estar con ella, tampoco. Después de su muerte, las cosas no fueron iguales, tu cómplice se había ido, la persona que te alegraba los días ya no estaba.

Te la habían arrebatado de la peor manera.

Y al pasar el tiempo, tu hermano también se fue.

'Solo espero que el tampoco me abandone'

— Tengo que irme a Roppongi mañana.

— ¿Tienes que ir? — sentiste como asintió y soltaste otro suspiro — ¿Cuando vas a volver?

— Depende que cuánto tarde Rindou en solucionar todo, lo hace mucho más rápido que yo.

— Le dejas todo a tu hermano cuando tu eres el mayor — frunciste el ceño y te separaste de él para mirarlo — Eres un mal hermano.

— ¿Lo soy? — sonrió con diversión y elevó su mano acunando tu mejilla — Puedo ser malo también contigo.

— Eres un idiota — chasqueaste la lengua ante su ocurrencia y te paraste de la cama — Tengo que volver con mis hermanos.

Te paraste de la cama pero te quedaste quieta al observar la expresión de Ran, al notar que lo estabas mirando la cambió totalmente.

— ¿Te veo luego? — tomaste tu abrigo ignorando aquella acción y besaste tus labios — Avísame cuando regreses ¿si?

— Si... te veo luego.