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Ran abrió la puerta del hospital con calma, había pasado un día que había ido a visitarte, pero realmente estaba ansioso y sentía que no podría esperar a verte en una semana o dos.

Solo quería verte.

No tuvo de necesidad de entrar directamente en recepción, ya que eras una paciente que estaba en la zona de terapia intensiva. Camino por los pasillos aún con el nerviosismo en su cuerpo, no sabía que decir después de dejar como su última palabra aquella confesión.

Un te amo.

Se topó con la puerta en la que te encontrabas, iba a abrirla pero una persona desde adentro tomó primero el pomo y dejó a Ran con la mano estirada.

Era Emma, quien tenía lágrimas en sus ojos.

Todo el mundo de Ran se movió al ver la expresión que tenía la menor.

'Narumi'

— ¿Dónde...? Narumi...

Solo dos palabras salieron de la boca de Ran, pasó rápidamente a un lado de Emma y abrió sus ojos al ver la cama vacía, la cual estaba tendida y como si ninguna persona hubiera estado ahí.

'No es cierto'

— ¿Donde está Narumi?

Emma lo miro cuando hablo con su voz ya entrecortada, sonó su nariz y negó su cabeza, haciendo que Ran se confundiera más de lo que ya estaba.

— Ella... ella está bien... pero Narumi se fue.

— ¿Cómo que se fue? — el corazón de Ran aún se sentía inquieto a pesar de que Emma le dijo que estabas bien — ¿Dónde esta? ¿Donde...?

— Trasladaron a Narumi a un hospital de Australia.

— ¿Australia? — Ran parpadeo algunas veces confundido — Eso, eso está...

— Narumi tomó la decisión ayer antes de verte... no pudimos hacer nada a pesar de que le dijimos que era muy pronto, pero el hospital le dio luz verde para trasladarla en avión. Narumi se fue hace algunas horas.

'¿Cómo?'

'No pudo irse tan rapido'

'Otra vez la perdi'

— Ella... ella dejó esto para ti.

Emma alzó una hoja arrugada hacia Ran, este la miro aún confundido por todas las emociones que su corazón estaba experimentado. La menor de los Sano al notar la expresión del contrario, abrió su boca contando todo lo que había sucedido un día atrás.

— Narumi, no puedes tomar una
decisión en solo una hora.

— Mikey, no puedes hacerla cambiar de decisión.

— Basta, Emma.

Te encontrabas sentada en la camilla mientras veías como tus hermanos gritaban entre ellos, después de que Ran había venido a platicar contigo, en cuestión de minutos entraron los menores para preguntar si todo estaba bien.

temptation.Where stories live. Discover now