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— ¿De que no me estoy enterando?

— Hakkai se unió con los Black Dragons y ahora ellos quieren luchar contra ellos.

Miraste a Draken con incredulidad y después a los dos menores, no tuviste preguntar si era cierto ya que sus expresiones lo decían todo.

— Deja de jodernos — Smiley dejó caer con fuerza su mano en la mesa — Ya te he dicho, te mataré un millón de veces.

— Si realmente acabarás con la gente cada vez que dices eso, acabarías con el mundo imbecil.

Miraste a Muto, quien se dignó en comenzar a discutir con Smiley después de su confesión sobre matar a la gente que se le acerca o simplemente no le hace nada.

— ¿Qué opinas tú? — dejaste de comer cuando Draken te observo — Eres más inteligente en todo esto.

Los presentes te observaron, carraspeaste un poco debido al nerviosismo y dejaste la cuchara en la mesa para pensar un poco. Sabias que no era bueno atacar mientras Taiju estuviera al mano.

— No.

— ¿Hah? — Takemichi habló exaltado — Pero tenemos que salvar a Hakkai.

— Estarían arruinando el trato de Mitsuya — le hablaste con toda la tranquilidad del mundo para que se calmara — No se trata de eso...

— Pero...

— Está discusión termino — Draken acercó su mano hacia tu plato y tomó una salchicha — Lo bueno que tú no me golpeas como tu hermano...

Todo se quedó en silencio en ese lapso, parecía que Chifuyu y Takemichi se susurraban con tal de querer convencer a los presentes, pero todos sabían que aquello era como si crearan su propio camino para morir.

Y más si se trataban de los Black Dragons, nada fue igual desde la generación de tu hermano. Así que no debían tomarse a la ligera el enfrentarlos.

— Arruinar la reputación de Mitsuya — Chifuyu dejó caer su cabeza en el respaldo y miró el techo por unos segundos — Si, lo haría.

— Chifuyu... — miraste de mala manera al rubio por sus palabras — No se metan en problemas.

— En ese caso... — Takemichi llevó sus manos a su rostro pensativo — Nosotros tenemos que resolver esto, Chifuyu.

— Déjenme unirme.

La voz de Kisaki hizo que todos giraran a verlo, dejaste de comer observando la situación con más detenimiento. Un pequeño quejido salió de la boca de Takemichi y el mismo volvió a hablar, exigiendo a que dejara que se uniera en la lucha contra los Black Dragons.

— ¿Quieres trabajar conmigo? — el de anteojos observaba fijamente a Takemichi — Yo también quiero detener a Hakkai.

La silla azotar contra el suelo hizo que miraras a Chifuyu, este se paro decidido frente a Kisaki y no dudo en comenzar a hablar.

— ¿Crees que no puedo ver a través de tu mentira?
¿POR QUÉ CARAJO QUERRÍAMOS TRABAJAR CONTIGO?

— ¿Se te ocurre una mejor idea? — el contrario hablaba con toda la tranquilidad — Mikey esta débil, necesitamos aplastar a los Black Dragons... aquí y ahora.

Abriste los ojos con exageración cuando Chifuyu sacó un pedazo de vidrio de su bolsillo, justo colocándolo a la altura de la garganta de Kisaki.

— Es Mikey-kun... ¿entendido? — Chifuyu habló con autoridad — A pesar que seas capitán, recuerda que tenemos la misma edad... así que no actúes mejor que yo.

— Chifuyu...

Takemichi se quedó mudo cuando sintió cómo lo habían tomado por el hombro y habían colocado un cuchillo en la piel de su cuello. Haciendo que todos observaran esa escena.

— Sabes que las peleas personales están fuera de los límites — Hanma habló con su típica voz de diversión — Rompe ese tabú y tendré que volverme un poco salvaje, malditos.

— Tócalo y eres hombre muerto.

Hanma te observo de reojo, habías elevado tu navaja a la altura de su rostro, con todas las intenciones que soltara a Takemichi de su agarre.

— ¿Qué vas a hacer? — Hanma dejó caer su brazo en el hombro de Takemichi y giró todo su cuerpo para ponerse frente a ti — Intenta algo y yo termino matándote antes.

— ¡BASTA! — Draken se paro de la silla y elevó su brazo haciendo que bajaras la navaja — Tú ya eres mayor, deja de meterte en esto.

Te alejó con su brazo y miró a los demás para que bajaran sus armas, de mala gana se alejaron de las víctimas y volvieron a juntarse como dúo. Hanma y Kisaki nunca tendrían buenas intenciones para ayudar a los otros dos.

— ¿Quieres salvar la reputación de la primera generación? —Hanma habló haciendo que lo observaras de nuevo — Ya hay mala reputación, y tu hermano...

— ¿Que tratas de decir imbecil? — intentaste acercarte a él, pero Draken te lo impidió por completo colocando su brazo enfrente de tu abdomen — Sigue hablando y te quitare esa sonrisa de idiota a patadas.

— Que quieres salvar la mala reputación de tu hermano muerto ¿no es así?

En ese momento, sentiste como tu cuerpo ardió en furia por las palabras de Hanma. No dudaste en aventarte hacia a él para golpearlo, pero aquello no duro mucho ya que los otros menores se pusieron entre medio.

— ¡Hey! — Muto le gritó con fuerza a Hanma, quien parecía divertirse con la situación — Cuida tus palabras, recuerda que ella no es cualquier persona.

Hanma soltó una sonrisa y se cruzó de brazos alejándose junto con Kisaki, volviste a gritarle pero este no pareció inmutarle tus maldiciones.

— Cálmate — Draken te tomo con facilidad de la cintura y terminó sacándote a rastras por la otra puerta del restaurante — ¿No ves que solo lo hace para provocarte?

Te soltaste de su agarre y cerraste tus ojos tratando de tranquilizarte, no solías ser tan agresiva ante la gente. Pero te molestaba que cualquier persona se metería y simplemente hablara tonterías acerca de tu hermano, que siguieran atormentando aquel tema a pesar que el ya no estuviera ahí.

'Quiero patearlo'

Tu teléfono comenzó a sonar haciendo que los pensamientos de patear a Hanma pasaran a segundo plano, lo sacaste de tu bolsillo y lo elevaste a la altura de tu rostro, quedándote muda cuando observaste quien llamaba por detrás de la pantalla.

'Quisiera que fuera Ran'

Pero era Mikey, probablemente enterándose acerca del altercado gracias a sus demás subordinados.

No ibas a salvarte de su interrogación.

— Creo que va a preguntarte de tu novio.

Draken habló con tranquilidad, pero en aquel momento giraste rápidamente casi crujiendote el cuello haciendo que el menor te viera con confusión.

— ¿HAH? — dejaste caer tu teléfono al suelo por la impresión — ¿Que dices?

— No hagas eso, no puedo tomarte en serio cuando te pareces demasiado a Mikey...

— ¿Que te dijo ese tonto?

— Que tenías un novio de Shibuya o de Roppongi... solo porque dijo que olía a perfume de millonario.

Te quedaste muda ante sus palabras, trataste de recordar las veces que llegaste a tu hogar oliendo a Ran, y si que fueron varias veces gracias a que no soltaba tu cuerpo cuando se veían.

'Estoy jodida'

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