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— Escuchen bien todos — la voz de Draken resonó en el lugar — Hoy 22 de febrero, Tenjiku y ToMan tendrán un enfrentamiento total... la guerra por fin comienza.

Los pandilleros murmuraron ante las palabras de la mano derecha de su líder, finalmente era 22 de febrero, un nuevo día y uno en el cual la cosa estaría demasiado tensa.

Se daría la victoria a uno de los dos.

Izana y Mikey.

Emma se sentó en la banca, alejada de lugar y checo la hora, te había marcado hace menos de 10 minutos para confirmar que te encontrabas en la tienda de motos, todo porque los chicos querían llevarte una sorpresa.

Te apreciaban de una manera inimaginable, ya que siempre estabas curándolos en sus peores momentos o llevándoles comida para que no pasaran hambre.

Eras como su niñera.

— Escuchen chicos — Mikey habló con tranquilidad, observando a los jóvenes que lo miraban con admiración — Los capitanes no están con nosotros ahora... pero yo estoy aquí, así que todo estará bien.

Mikey sonrió ligeramente, teniendo todas las esperanzas en que tendrían la victoria, dijo unas simples palabras que les dieron seguridad a todas las personas que se encontraban ahí.

— ¡APLASTEMOS A TENJIKU!

Los jóvenes levantaron las manos mientras gritaban y creaban su propio escándalo entre ellos, mantenían fe en la pelea ya que su líder los alentó a que todo estaría bien.

Mientras Mikey estuviera bien, todo estaría bien.

Emma no pudo evitar sonreír al notar lo bueno que era su hermano, podría tener sus errores como todo ser humano, pero realmente empatizaba con las personas que lo rodeaban.

— ¿Vamos con Naru ya? — Draken se acercó hacia la rubia y está asintió — Deja llamar a los demás.

Emma se puso de pie observando cómo el más alto se alejaba, llamando a las cinco personas; Mitsuya, Hakkai, Chifuyu, Inui y Takemichi.

'Definitivamente será una linda sorpresa'

Los pasos resonando sobre el cemento hicieron girar a Emma, achinó ligeramente sus ojos intentando visualizar a la persona que se acercaba hacia ellos. Terminó por girar todo su cuerpo y tomó sus manos entrelazándolas esperando a que la persona llegara hasta ella, en ese momento iba a hablar pero al ver al hombre llegar, se quedó muda.

Benkei estaba frente a Emma, su respiración era algo entrecortada y su camisa blanca estaba llena como de carbón negro, su rostro mostraba preocupación y estaba más pálido de lo normal.

— ¿Benkei? — Emma trató de hablar con tranquilidad, pero su boca temblaba ligeramente mientras su mente comenzaba a imaginar — ¿Que pasó?

Un Mikey sonriente terminó por subir las escaleras con sus amigos, pero al ver a su hermana con el amigo de Shinichiro, sus pies se pegaron al suelo sin poder moverse de ese sitio.

Todo se detuvo, el silencio abundó el lugar y la mente de los presentes comenzaron a hacerse ideas al ver al más mayor en ese estado.

— Narumi — los ojos de Emma se nublaron al escuchar a hablar a Benkei — El local esta en llamas... y ella...

Los corazones se pararon en unísono, los oídos de los hermanos se taparon por unos segundos al igual que sus corazones, un deja vú entró en sus cuerpos, la misma sensación que habían sentido hace menos de cinco años.

La sensación de perder un hermano.

Todos los presentes volvieron en si al sentir una oleada de viento, los pies de Mikey se movieron por sí solos y empezó a correr por dentro del bosque, teniendo por objetivo el local de motos.

— ¡MIKEY! — Draken gritó al instante, iba a comenzar a seguirlo pero giró a ver a sus amigos con preocupación — Quédense con Emma.

La nombrada aún seguía muda, sin creer lo que estaba escuchando y lo que estaba sucediendo. Observo cómo Draken y Benkei se fueron atrás de Mikey y no pudo evitar dejar caer sus rodillas al suelo, rompiendo en un llanto incontrolable mientras los jóvenes trataban de calmarla.

La tragedia los había alcanzado.

(...)

Ran recargó su mano en su mentón y soltó un suspiro de fastidio, Izana se había retrasado por un asunto y eso realmente le molestaba, esperar.

Al rubio blanquecino se le ocurrió hacer una reunión en la madrugada, para poder mantener todo en orden cuando hagan todos los planes que tienen contra la ToMan.

Más bien, contra Mikey.

— Quiero irme ya — Rindou se puso de pie algo impaciente y parpadeo algunas veces — ¿A que supone que nos llamaron?

— Si supiera, ni hubiera venido.

— ... Eres un idiota.

El menor de los Haitani se quejó ante la actitud de su hermano y se alejó de él para dejarlo solo. Sabía porque estaba de tan mal humor, pero tampoco iba a seguir insistiendo sobre el asunto.

Y si hablaba del asunto, sabía que se trataba sobre Narumi.

El sonido del motor hizo girar a Ran hacia la entrada. Kisaki, Hanma y otros pandilleros se bajaron con tranquilidad, acercándose hacia donde estaban los demás y esperando de igual manera a su líder.

— Ya llegaron esos idiotas pero no Izana.

Rindou habló mientras observaba cómo Kisaki sacó de su bolsillo un pequeño collar con un pétalo, achinó sus ojos alucinando que lo había visto en algún lado, pero no recordaba donde.

'¿No era de Narumi?'

El menor de los Haitani se quedó quieto analizando aquello, giró levemente su cabeza y rápidamente miró a su hermano, quien parecía estar aún perdido en sus pensamientos.

— Ran — Shion se acercó hacia el joven y este elevó su mirada sin algún interés — El líder va a golpearte si sigues de mal humor.

— El que van a golpear, es a ti... y yo mismo lo haré.

La mirada de Ran se desvió por el hombro de Shion, tenía todas las intenciones de gritarle y golpearlo si lo seguía molestando, pero se quedó totalmente mudo al ver cómo Hanma miraba con los ojos brillosos un collar.

Uno muy conocido para él.

Su corazón palpitó intensamente.

Ran retiró a Shion con fuerza haciendo que este cayera al suelo y se acercó con velocidad hacia Hanma. Rindou lo encontró a medio camino dándose que sus teorías eran ciertas y lo detuvo deduciendo lo que su mente pensaba.

Era el collar de Narumi.

— ¿Por qué mierdas tienes eso? — todo el lugar se quedó callado al ver el espectáculo — ¿Cómo putas lo conseguiste idiota?... ¡SUÉLTAME RINDOU!

— ¿Esto? — Hanma elevó el collar y Ran sintió cómo su cuerpo se llenaba de coraje — Deberías de preguntárselo... aunque creo que te quedarás con esa duda por toda tu vida.

Ran dejo de forcejear contra el agarre de Rindou al escuchar al contrario. Una sensación extraña se adueñó de su cuerpo y sintió cómo sus manos temblaban ligeramente al igual que sus piernas, como si se tratasen de gelatina.

La ansiedad se hizo presente y en ese momento Ran sabía que no podría controlarlo, los peores escenarios llegaron a su mente sobre tu propia vida, temiendo por ella.

'Naru... ella no puede estar... no'

El tercer corazón finalmente hacia su aparición, haciéndose añicos por sus propios pensamientos.

— ¡RAN! — el menor grito cuando observo cómo los pies de su hermano se movieron por sí solos, corriendo hacia la salida del lugar — ¡RAAAN!

El tiempo se sentía lento, como si los sucesos en ese momento hubieran pasado en un insignificante segundo, pero no era así.

El tiempo no esperaba a nadie.

temptation.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ