Sonreí mirando mi copa, después de acercarme a Pecas de golpe era un inepto social. El chiste se cuenta solo.

    Mirando alrededor, todo me parecía aburrido y monótono, casi no toleraba las mismas charlas sobre los negocios de las familias y me forzaba a no hacer muecas de vez en cuando. Las muecas honestas eran una horrible demostración de personalidad que Bon y Pecas me habían contagiado. Antes era capaz de aguantarlas, ahora con suerte se me daba escuchar.

    Me pregunté qué era lo que me hacía feliz del entorno, qué era aquello que tanto me gustaba de todo esto ¿Realmente era feliz con esto? Si lo era, ¿qué clase de felicidad era? ¿O simplemente lo interpretaba como felicidad, ya que no conocía otro entorno?

    Recordé las notas que la Sra. Yonseo me había recomendado escribir. Cuando progresé en las sesiones estaba perdido y confundido, resultaba ser que el lugar que había sido mi lugar desde que era niño nunca lo fue. Por lo que me sugirió escribir cuáles eran los lugares que me causaban felicidad real, dónde me sentía cómodo y querido. Tuve la respuesta a aquellas preguntas cuando este entorno no aparecía en ninguna de esas notas. También descubrí muchos otros detalles que me descolocaron sobre mí mismo. Cómo lo mucho que odiaba las finanzas y la economía, y lo poco que había comenzado a interesarme por la opinión pública.

    —¿Cómo has... estado? —me giré de golpe, sorprendiéndome al ver a Namjoon. Tenía un práctico traje negro que se acoplaba a la perfección con lo aburrido que se veía.

    Pestañeé. —Eh ¿Qué hay? —quizá estar preguntándome por qué me hablaba no era muy amigable que digamos. Demonios, Jungkook, socializa bien ¿Qué carajos me pasaba?

    —La fiesta está buena... —me esforcé en no hacer una mueca.

    La fiesta era exactamente igual a la del año pasado, y el otro, y el anterior. Se hizo un breve silencio incómodo, y no sabía sí reírme por la absurda situación, o el hecho que, después de juntarme con Jihee y Bon era prácticamente un asocial como ellos, que no podía mantener una charla normal. Reírme o llorar, para ser honesto.

    —Sí, es...

    —Ayer fui a un duelo de rap. —lo miré de golpe. —... gané.

    —¿Ganaste? —lo miré con las cejas enarcadas. Por primera vez en mi vida, vi a un Namjoon casi tímido, jugueteó con la copa que tenía en las manos y evitó mi mirada. No estaba alardeando sobre nada como era costumbre. Me confundí—Eso es genial ¿Fue como practicado, o improvisado? —Vi un extraño brillo en sus ojos, me di cuenta que probablemente era la primera persona que se interesaba o le hacía una pregunta sobre eso. —¿Dónde fue? ¿Fue callejero, en algún lugar cerrado?

    Por primera vez, vi una sonrisa genuina en su rostro. Sus ojos se volvieron medias lunas y su boca se amplió hasta dejar ver dos hoyuelos bien marcados. No sabía que tenía hoyuelos. No se parecía en nada al Namjoon que conocía. Comenzó a contarme todo desde el principio, cómo llegó ahí, como fue todo, hasta las palabras culminantes que lo hicieron el primer lugar. Yo estaba feliz porque al fin tenía una charla interesante.

    —Y el chico... —pestañeé cuando hizo un silencio, y me di cuenta de que se había quedado viendo algo.

    Me giré.

    Estuve a punto de tambalearse sobre mis pies. Una jovencita que llegaba hizo que me quedara completamente inmóvil. Ella sostuvo delicadamente la tela de su vestido por las caderas y la levantó un poco para subir la escalinata.

    —Pecas... —mi voz sonó casi como un anhelo.

    Tragué saliva viendo sus tacones rojos y puntiagudos, tenían una cinta igual de roja que se enlazaba como serpiente y terminaba debajo de la rodilla. La imagen de mis manos grandes sujetándolos con fuerza se coló en mi cabeza de golpe, y apreté la mandíbula. Su vestido era de un bordó sangre que dejó deslumbrado a más de la mitad del salón. No tenía tirantes, era un corsé rojo que abrazaba a la perfección su torso y dejaba a la vista una sutil curva en sus pechos, la tela caía por sus caderas hasta tocar el suelo y tenía una abertura al costado, que dejaba a la vista gran parte de una pierna pálida, suave y tonificada. El cabello negro le brillaba peinado atrás, y se había oscurecido con maquillaje los bordes de los ojos, lo que le daban una mirada mucho más profunda.

『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ  ||  jungkook 』Where stories live. Discover now