Capítulo 46. Demonios.

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El desprecio de WuXian hacia Jin GuangShan fue más que evidente con sólo escucharle pronunciar su nombre.

—Los Jin no son nuestro problema, no seas empecinado con ese hombre —le recordó WanYin tranquilizando a su sulfúrico hermano.

La mirada de WuXian se oscureció. —Si no fuera por él Mo XuanYu hubiera tenido una vida mil veces mejor —se quejó apretando los puños, poco después tuvo que respirar hondo para calmarse—. Pero me da igual ese sujeto, ya sea vivo o con una bala en la cabeza GuangShan sigue valiendo menos que un costal de estiércol.

Jiang WanYin asintió levemente dándole la razón a su hermano. Mirando la hora supo que el tiempo se les había acabado.

—Sólo prepárate, es hora de entrar.

Ambos lotos se dieron una mirada de reojo antes de encaminarse a la gran residencia Jin.

—QiongLin, ¿Puedes verlos? —preguntó Hua Cheng para esperar la posición de los dos omegas que acababan de infiltrarse

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—QiongLin, ¿Puedes verlos? —preguntó Hua Cheng para esperar la posición de los dos omegas que acababan de infiltrarse.

El Wen miró las cámaras de seguridad y asintió. —Sí, acaban de entrar.

En una de las pantallas se podían apreciar a los dos omegas entremezclarse entre los invitados, aunque uno de ellos resaltaba más de lo deseado, pero ya era muy tarde para reñir a Wei WuXian.

Hua Cheng ajustó su comunicador para dirigirse a ellos. —WuXian, WanYin, díganme cómo está todo allí dentro.

Aburrido —fue la corta respuesta de WuXian, la cual Hua Cheng ignoró por completo.

—WanYin, ¿ya llegó nuestra presa?

Todavía no —dijo el Jiang mirando recelosamente en todas las direcciones.

Hua Cheng pensó en que no debía faltar demasiado. —Estaremos pendientes en las cámaras, les avisaremos si lo encontramos primero.

—Entendido.

—¿A quién buscábamos?, espero que digan un nombre interesante—comentó WuXian con tono distraído.

Jiang WanYin se contuvo de darle un golpe delante de todos, era claro que mientras explicaron su objetivo Wei WuXian se distrajo molestando a Lan WangJi.

Hua Cheng respondió tranquilo. —Eso depende, ¿te suena Zhao Zhuliu?

¿Zhao Zhuliu? ¿Te refieres al actual Wen Zhuliu?

—El mismo —afirmó el alfa—. WanYin encontró el nombre de Zhao en la lista de invitados, él y el niño QingXuan descubrieron que se trata de ese Zhuliu, no sabemos porque utilizó su viejo nombre, quizás para no levantar tantas sospechas.

Entonces esto se pondrá mejor —dijo Wei WuXian con alegría contenida. —¿Lo secuestramos?

—No, Zhuliu es un perro fiel a su amo, preferirá morir antes de traicionar a los Wen. Sólo necesito que se acerquen lo suficientemente para ponerle un rastreador, eso será todo —dijo Hua Cheng mirando a Xie Lian por una de las pantallas, su omega lucía precioso. —Apóyense de los colmillos para acercarse a él de forma discreta, Wen Qing dijo que no quería curar heridas esta noche. He Xuan y yo estaremos rondando cerca por cualquier cosa.

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