Capítulo 25. Dragón Blanco.

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El lugar estaba algo agitado, varios niños se amontonaban y susurraban varias cosas. Xie Lian no entendía el revuelo así que decidió investigar por su propia cuenta. Mientras más se aproximaba al montón de niños mejor escuchaba cada una de las cosas que se decían.

—Ese niño da miedo—dijo una niña con rostro pálido.

Después se le sumó la voz de otro niño—¿Ya viste que le falta un ojo?

Xie Lian atravesó la barrera de niños para llegar hasta el centro, en el cual un infante se encontraba sentado en el suelo intentando cubrirse con sus manos. La mitad de su rostro estaba cubierto de vendas y su ropa lucía algo sucia, además de estar muy ligera. El invierno comenzaba, por lo que el frío comenzaba hacer de las suyas.

—Es un fenómeno—terminó diciendo uno de los niños a manera de burla.

Podrían ser niños, pero sin duda estaban siendo muy crueles con el recién llegado. Xie Lian no lo podía tolerar, su madre siempre le dijo que debía procurar y cuidar de otros, nunca abusar de su poder. Estaba claro que los adultos de ese lugar no harían nada, ellos sólo se encargaban de que todos los niños estuvieran vivos y comieran, de ahí en fuera lo que hicieran los menores les importaba muy poco.

Xie Lian no dudó más antes de lanzarse y pararse delante del pequeño.—Déjenlo en paz.

—Sólo era un juego...—dijo uno de los niños.

Xie Lian no se lo creyó. —Él no parece divertirse, así que váyanse y déjenlo tranquilo.

Su mirada era decidida, el resto de niños lo miraron y decidieron alejarse al ver lo molesto que parecía estar Xie Lian. Era raro que él se enojara, por lo que temblaron un poco al verlo de esa forma.

Cuando todos se fueron Xie Lian giró su rostro para sonreírle al niño más pequeño. Este le observaban atentamente, la obsidiana brillante resaltaba en el pálido rostro.

—¿Estás bien?—Xie Lian se agachó para estar a su altura, pero en el proceso el menor cubrió su rostro con temor. —Tranquilo, no te haré nada.

Intentó retirar las manos del niño para verlo pero este se rehusó. Al final el mayor se rindió, no lo obligaría hacer algo que no quisiese, si el menor se negaba a mostrar su rostro entonces le daría tiempo.

Querido ganar su confianza Xia Lian le sonrió, podía ver que el cuerpo más pequeño temblaba, no sabía si era debido al frío o al miedo. Sólo para estar seguro el mayor retiró su bufanda y la enredó en el menor.

El más pequeño le dio un vistazo y notó la cálida prenda sobre él junto con la gentil sonrisa de Xie Lian.

—El rojo te queda bien—al tener la atención del pequeño niño preguntó. —¿Cómo te llamas?

El único ojo que estaba libre del vendaje le miró, el pequeño no contestó, pero no alejó a Xie Lian, al contrario, sin decir ni una sola palabra se prendó del más grande.

Xie Lian rió por su comportamiento y acarició la pequeña cabeza. —¿Qué pasa? ¿No tienes nombre?—el menor le miró y negó lentamente. —No te preocupes, si no lo tienes yo te voy a dar uno.

Xie Lian intentó hablar con el pequeño niño para poder asignarle un nombre, quería que su nuevo nombre fuera perfecto y para ello sentía que debía saber un poco más de él. Conseguir que el menor hablara y le brindara una breve información fue todo un reto, pero al final lo logró.

—¡Lo tengo! ¡Tu nombre será...!

...

—San Lang...—murmuró Xie Lian mientras abría sus ojos con lentitud.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora