Capítulo 17. Dragón Blanco.

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Lan WangJi puede notar la mirada de reproche en los ojos grises del omega. Su alfa interno lo considera tierno por aquella reacción, aunque su rostro no lo exprese.

—Lan Zhan no puedo creer que le pusieras ese nombre a tu conejo—regaña Wei Ying mientras acaricia las largas y blancas orejas del animal. —¿WangJi? ¿En serio?

—¿Es un mal nombre? —interroga el Lan.

—No lo digo porque tu nombre sea feo—aclaró el omega—, pero es obvio que no te esforzaste por conseguirle un nombre propio. Al menos lo hubieras hecho más divertido, ¿qué tal pequeño A-Zhan o didi?

—Ridículo.

Está claro que alguien como Lan WangJi jamás le pondría ese nombre a un consejo. En realidad, ni siquiera iba a asignarle uno, pero QingXuan y Xie Lian habían insistido demasiado para que el Lan pudiera darle nombre a la pequeña criatura.

Al final Lan WangJi se rindió y terminó usando su mismo nombre para llamar al conejo. Además, en su defensa, tenía diecisiete años cuando le puso el nombre al pequeño animal, en ese momento parecía buena idea.

Los orbes dorados observaron como el omega acercaba su rostro a la rosada nariz del conejo mientras murmuraba diversas tonterías con referencia al "aburrido" nombre.

—A partir de hoy tú serás A-Zhan para mí—expresó WuXian sonriéndole.

Lan WangJi no dijo nada, sólo permaneció con su vista en el omega, admirando la belleza del menor y su hermosa sonrisa.

Wei WuXian por fin dejó ir al conejo, parecía satisfecho después de darle tanta atención. El omega se alejó del alfa y empezó a mirar las flores del jardín.

Los últimos días habían comenzado una especie de rutina, una donde se reunían antes del mediodía para ir al jardín y compartir un poco tiempo juntos, antes de que el alfa tuviera que retirarse nuevamente y seguir con su trabajo.

Lan WangJi había notado que poco a poco Wei Ying iba adaptándose cada vez más y más. Sumado al hecho de que Shi QingXuan y Xie Lian eran los encargados de vigilar al omega cuando el Lan no estaba.

Todo parecía demasiado perfecto para ser verdad... y por eso mismo Lan WangJi empezaba a sentir que algo no andaba del todo bien.

—Lan Zhan—llamó WuXian exigiendo su atención. —¿En qué piensas? Pareces distraído.

Lan WangJi no contestó, su única reacción fue desviar la vista. Con eso el omega supo que no obtendría ni una respuesta.

Wei WuXian se acercó y sonrió de lado. —¿Estás pensando en mí? ¿En lo hermoso que soy?

Hubo un aumento de feromonas en el ambiente, la dulce fragancia logró embelesar al Lan, causando que liberara su aroma como respuesta.

—Vamos Lan Zhan, no mientas—ronroneó WuXian—, sé que te soy irresistible. ¿O acaso estás imaginando cosas indebidas?

El omega estaba cerca, provocado deliberadamente a Lan WangJi.

—Wei Ying—advirtió el Lan tomándolo de una mano, su mirada era seria, casi peligrosa.

WuXian bufó: —Eres tan aburrido—contestó alejándose, brindando espacio al alfa para que respirara.

Lan WangJi pudo relajarse nuevamente, aún no lograba acostumbrarse a ese lado tan coqueto y desvergonzado del menor, quizás nunca lo haría, no mientras tuviera que restringirse tanto a sí mismo.

—Regresemos a la habitación—dijo el Lan mirando fijamente a WuXian.

El omega chasqueó la lengua no muy convencido. —¿Te irás ya?

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora