Capítulo 4. Demonios.

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Hua Cheng caminaba tranquilamente, la misión de la noche estaba completada y la mejor parte es que había podido volver a ver a Xie Lian. Sabía que aún quedaban cosas por resolver, pues podía sentir como la conexión que creyó perdida entre ambos parecía renacer. Era muy débil, pero ahí estaba. En su mente recordaba su nuevo descubrimiento «y quizás uno de los factores de su conexión fallida», Xie Lian no podía percibir aromas, eso no era precisamente normal, no para un omega o alfa, menos al ser un omega puro como lo era su Dianxia. Pero ya investigaría más adelante, no por nada había regresado en busca de su omega.

Mientras avanzaba con paso tranquilo pudo llegar hasta un vehículo negro, en el cual le esperaban dos personas. En cuanto ingresó al auto pudo percibir el olor a molestia de Jiang Cheng.

—¿Me puedes explicar por qué vienes tan tranquilo? ¡Tenemos que salir de aquí ahora!—gritó en omega arrancando el motor.

El alfa lo ignoró, estaba de muy buen humor por ver a Xie Lian, pero después de un momento se percató de algo—¿Qué pasó con He Xuan y WuXian?—se suponía que ellos saldrían e irían en el auto de Wen Qing, pero desde hace rato no tenía noticias de ambos.

Jiang Cheng apretó sus manos en el volante—No menciones al idiota de WuXian. ¡Sólo a ese imbécil se le ocurre desechar su comunicador!

—No deberías sorprenderte, siempre hace lo que quiere—A pesar de eso Hua Cheng podía ver preocupación en sus ojos.—¿Está bien?—preguntó, y al no obtener respuesta miró al Wen que estaba muy silencioso en la parte de atrás. Pero este se mantuvo callado con la vista oculta.

El Jiang respondió con un todo alarmantemente tranquilo—Parece que tuvieron problemas con algo—fue lo único que dijo.

Sin más el omega pisó el acelerador, de no ser que ambos alfas están acostumbrados al estilo de conducir del Jiang quizás habrían preferido caminar. Se sentía la urgencia en el omega por llegar a la base. De hecho fueron los primeros en llegar, sólo por unos minutos, pues casi enseguida llegó otro vehículo, del cual descendió He Xuan con una cara de poco amigos, por detrás Wen Qing ayudaba a WuXian a estar de pie.

—¿Qué sucedió?—preguntó Hua Cheng mirando en dirección a He Xuan—¿Dónde está el chico de Jun Wu?

—Entró en celo—dijo el alfa apuntando a WuXian.—Lo encontré medio consiente en una de las salidas, tuve que dejar Shi QingXuan para sacar a este idiota antes de que su peste atrajera a alguien.

Hua Cheng suspiró pesadamente, era claro que una parte del plan no había salido según lo acordado. Pero al menos lo más importante había sido todo un éxito.

Jiang Cheng se acercó para empezar a regañar a su hermano—¡Tú!—sin previo aviso soltó una bofetada al rostro de WuXian, pero este apenas reaccionó—¡Cuántas veces te he dicho que estés al pendiente de tu celo! ¡Tienes que tener siempre supresores a la mano! ¡Imagina que He Xuan no te hubiera encontrado!

Wen Qing intervino antes que el omega soltara otra ronda de insultos—WanYin cálmate. Esto no solucionará nada.

La mirada de la alfa hizo que el Jiang gruñera y se alejara en silencio, pero con una notable furia.

Wei Ying apenas era consciente de su alrededor, a pesar de que Wen Qing le había inyectado un supresor en cuanto llegó al auto. El menor aún se sentía malditamente caliente; si bien su olor se había controlado y estaba más consciente «seguramente aun podría matar a alguien», pero dentro de él habían unas profundas ganas de volver con el alfa Lan y encerrarse en una habitación hasta que su calor pasara. En definitiva tendría que ausentarse uno o dos días, se iría a su habitación y jugaría con algunos de sus juguetes, tratando de amortiguar sus sucios deseos.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now