Capítulo 18. Demonios.

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WuXian corrió hasta esconderse detrás de uno de los muros del jardín, su respiración era apresurada, sabía que no contaba con mucho tiempo.

Malamente se había tenido que enfrentar con uno de los guardias, que si bien, había logrado no alertar a nadie sabía que pronto descubrirían el cuerpo de ese hombre. Además de que existía una cosa que aún perturbaba al omega.

Sus ojos grises cayeron en el aro de metal que había en su tobillo, la luz seguía ahí, indicando que el aparato permanecía activo. WuXian temía que al salir de la propiedad se encendiera una especie de alarma, eso sí sería malo, estaba seguro que podrían alcanzarlo en cuestión de minutos si eso pasara. Pero confiaba en su equipo, si ellos le habían dicho que se harían cargo es porque así sería.

WuXian volvió a dar un vistazo al panorama, apenas había logrado salir por una de las ventanas de la mansión, no estaba seguro cómo cruzaría el muro del exterior pero lo intentaría. Analizando todas sus opciones sólo pudo tomar la que parecía menos arriesgada.

Cerca de una de las grandes paredes que servían como muralla para delimitar el terreno de la residencia crecían unos cuantos árboles, algunas ramas casi alcanzaban la orilla. Wei Ying era bueno para trepar, su único inconveniente es que tendría que saltar a ciegas hacia el otro lado, y realmente no sabía lo que le estaría esperando. Mientras no fueran perros todo estaba bien para Wei WuXian.

Midiendo la distancia del árbol más cercano y calculando el tiempo que le tomaría llegar y trepar, el omega esperó el momento perfecto para correr sin ser visto por los guardias externos. En este punto estaba casi seguro que Jiang Cheng había logrado infiltrarse en el sistema de las cámaras, de lo contrario los guardias habrían empezado a buscarle desde hace mucho.

Con un poco más de seguridad emprendió carrera hasta el árbol que consideró como el mejor candidato para hacer su salto a la libertad.

Trepar a la parte más alta no le demoró ni un minuto, por lo que sólo faltaba aproximarse a una de las ramas lo más que pudiera y saltar hacia fuera.

Cuando estuvo más cerca notó que debía ser muy cuidadoso, pues de manera disimulada había una especie de alambrado por encima del muro que seguramente tenían un alto voltaje eléctrico.

Una vez más miró la pulsera de metal que abrazaba su tobillo, esperaba que Jiang Cheng encontrara una forma de que esa cosa no sonara, no tenía ningún comunicador para saber que todo iba bien o algo había salido mal. Así que sólo le quedaba creer en las capacidades de su hermano.

WuXian estaba a punto de saltar cuando recordó los ojos dorados de Lan WangJi. Esa mirada de enojo y terror que le dedicó por última vez. Extrañamente, Wei Ying no se había sentido tan bien como llegó a pensar, incluso tenía un tinte amargo en su boca, sin mencionar lo ansioso y triste que estaba su omega interno al separarse de su alfa.

Casi como si vacilara dio un vistazo a sus espaldas donde se encontraba la gran residencia. Ahora sabía que si sus circunstancias fueran otras, sin duda le hubiera dado una oportunidad a Lan Zhan.

Pero el hubiera no existe.

De forma decidida regresó su vista al frente y tomó impulso para saltar, suplicando mentalmente que algo pudiera amortiguar un poco su caída.

Wei WuXian cerró los ojos como si creyera que con eso el golpe del impacto dolería menos, cosa que no fue así.

El dolor en su costado fue lo primero en llegar, después surgió una sensación de ardor en algunas partes de piel expuesta. Al final el omega había aterrizado sobre algunos arbustos pequeños, que más que ayudar solo provocaron rasguños.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now