Capítulo 36. Demonios.

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El extraño humo se esparcía con rapidez por toda la zona, su peculiar aroma de ginseng delataba el mal augurio que le acompañaba. Fuera de la fábrica abandonada una tormenta caía sin aviso, el viento parecía gritar y el agua golpeaba con fuerza. Los dos jóvenes omegas ocultos en los conductos de ventilación jadeaban desesperados, sabían que debían escapar cuanto antes o terminarían muertos, esos malditos perros parecían sabuesos siguiendo su aroma. Los ajetreados pasos en su dirección les avisaban que su tiempo límite estaba por terminarse.

—Están cerca—dijo Jiang WanYin entre jadeos, su rostro tenía un ligero rubor y varias gotas de sudor caían por su frente.

Wei WuXian, quien estaba a unos metros, buscaba algo con desesperación entre sus ropas.

—Maldita sea—se quejó pasándose una mano por el cabello. —No traje ningún supresor.

WuXian sintió algo ser lanzado en su dirección, el omega reaccionó tomándolo por acto de reflejo. Era una jeringa, el color del contenido le indicaba que se trataba de un supresor inyectable, lo más rápido con lo que podían contar para bajar ese incómodo calor que empezaba a crecer. El omega miró a su hermano que tenía el ceño fruncido.

Jiang WanYin le reprendió. —¿Por qué nunca haces lo que te dicen?, siempre debes de traer más de un supresor.

Eso decía su madre, las palabras de Yu ZiYuan resonaron en su mente:

"Como omegas deben cargar con más de un supresor siempre, esto es vital si quieren tener éxito y evitar problemas".

Esas palabras le perseguirían por el resto de su vida, Jiang WanYin atesoraba cada lección que su madre les había brindado, ahora que estaban solos debían ser más fuertes y aferrarse a esos aprendizajes para poder sobrevivir.

El sonido cada vez estaba más cerca, los sujetos que les perseguían los atraparían en poco tiempo si no se movían.

—Ya vienen, tendremos que separarnos—dijo WanYin mientras se apoyaba disimuladamente en la estructura de metal para no caer. Estaba claro que no podrían salir juntos o todo se arruinaría.

Wei WuXian aplicó la inyección sin dudar de forma rápida, en cuanto lo hizo miró a su hermano y preguntó: —¿Nos encontraremos con Hua Cheng?

Jiang WanYin asintió con seguridad. —Ahí estaré.

Ambos omegas se miraron una última vez antes de tomar caminos por separado, Jiang WanYin sentía su respiración agitarse más, su cuerpo le pedía parar, pero debía darle más tiempo a su hermano, no podía detenerse, no ahora.

—¡Jiang Cheng!

El omega pegó un pequeño brinco por la sorpresa, su hermano estaba casi encima suyo intentando mostrarle una imagen del móvil.

—Mira que linda se ve—dijo WuXian colocando la pantalla delante de su rostro.

En la imagen se podía apreciar a una joven con la mirada algo perdida, pero tenía una expresión dulce y tenue sonrisa. Jiang YanLi estaba sana y salva, aparentemente el contacto de Mo XuanYu había cumplido con lo acordado, y no solamente eso, sino que había logrado sacar a las dos chicas y aún las mantenía bajo su protección por cualquier cosa. El hecho de que también Luo QingYang estuviera con la joven Jiang calmaba en sobremanera a los dos lotos del sur.

—Me alegra que las sacaran a tiempo—murmura WanYin admirado a su bella hermana por unos segundos más.

A pesar de que Jiang YanLi estaba a salvo, Wei WuXian aún se sentía preocupado. —Igual no es seguro, XuanYu dice que los siguen intentando rastrear, quien sea que la busque no se ha rendido.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now