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—Llegaron los novios. —dijo Yeonjun sentado en la barra cuando Soobin y yo entramos a la cafetería. Obviamente no teniamos nuestras manos entrelazadas y estabamos a una distancia considerable. A ver que tanto tardan en darse cuenta.

—¿Que haces aquí? No trabajas hoy. —llegamos hasta donde estaba, el y Soobin chocaron puños.

—Solo quería ver a mis amigos. —dijo.

Me acerqué a el.
—Ver a Yeji querrás decir. —susurré dejandolo callado.

Me dirigí al baño encontrándome a Yeji saliendo de este. Me cambié de ropa poniendome el uniforme más la gorra y el delantal con el nombre de la cafetería.

Hoy era uno de esos días en los que vienen muchos estudiantes y personas mayores, todo muy tranquilo, algunos jovenes venian a estudiar o simplemente a pasar el rato, otros solo pedían para llevar.

Yeonjun llevaba horas aquí, ya perdí la cuenta todo lo que había pedido. Era obvio que estaba aquí por mi amiga ya que no le quitaba la vista de encima en cualquier cosa que hacía y obviamente ella se dio cuenta, le dedicaba fulminantes miradas mientras el solo reía.

Soobin atendía a unas chicas que pedían cosas para llevar, las mismas chicas no paraban de coquetearle, podía escuchar todo lo que decían ya que estaba tomando la orden de una mesa cercana. Cuando terminé me acerqué a Yeonjun que me llamaba.

—¿Que pasa ahora?

—¿Ya viste esas chicas? Estan muy interesadas en Soobin.

—¿Y a mi que? No me importa.

No me importa.

Obviamente me importaba, no estaba celosa, solo molesta con las chicas esas y puede que un poco con Choi, con los dos Choi's, uno por no dejarme hacer bien mi trabajo y el otro por aceptar los descarados comentarios de las feminas delante de el.

Llegué al lado de mi novio justo cuando esas tres le pedían su número y el pobre al parecer no tenía palabras. Recordé que me pasó algo similar hace unas semanas con un chico odioso, sonreí de lado y me dirigí hacia las chicas.

—Disculpad, pero tenemos prohibido das nuestros números de teléfono. —les dije con una sonrisa más falsa que sus caras. —Si ya recibieron su pedido les pido por favor que se retiren, hay más personas. 

Le dediqué una sonrisa a Soobin cuando se fueron las pesadas chicas.
—De nada. —dije y fui a atender a las personas que habían entrado hace unos momentos, no sin antes dejarle la nota de la mesa que atendía antes. —Bienvenidos a- —me corté al ver dos caras conocidas. —Hey ¿como estan?

—Muy bien noona, gracias. No sabiamos que trabajaba aquí.

—Así es, aquí trabajo. —afirmé con una sonrisa.

Los dos chicos que había conocido hace unas semanas; Beomgyu y Jeongin, quienes me había pedido muy timidamente mi número en aquella parada de autobus estaban aquí. Después de ese día comencé a hablar con ellos dándome cuenta de que ambos son muy agradables y respetuosos. Les dije que no tenían porque llamarme "Noona" pero ellos insistieron.

—¿Quienes son ellos? —me preguntó Soobin en un susurro cuando le di la nota con lo que habían pedido. 

—Ah, son amigos. ¿No son tiernos? —pregunté viendo a los dos chicos que reían de algo.

—No. 

Cuando la cafetería cerró nos dedicamos a limpiar las mesas y la barra, todos, incluso Yeonjun ya que insistió en quedarse hasta cerrar.

Los cuatro fuimos por el mismo camino hasta que Yeji se tomó otra ruta para su casa y Yeonjun se fue con ella diciendo que la acompañaría.

—A Yeonjun realmente le gusta Yeji. —dije viendolos caminar en otra dirección, el pelinegro intentaba tomar su mano pero Hwang se alejaba.

—Asi que... —dijo Soobin captando mi atención, lo miré esperando que dijera lo que sea que tenía para decir. —Tus amigos ¿eh?

Me di un facepalm mental por lo que dijo. ¿En serio? Ya yo me había olvidado de las chicas pero el no de Beomgyu y Jeongin.

—Si, ¿por que? —levanté una ceja. —¿celoso?

Me dio la mano y comenzamos a caminar tranquilamente por las alumbradas calles de Seul.

—Pff ¿celoso yo? ¿de esos dos enanos? No me hagas reir.

—Hey~ que seas exageradamente alto no significa que todos sean pequeños. Eres un poste de luz. —fijé mi vista en el camino con un puchero en mis labios.

—Hablando de eso. Prestame tu celular.

—¿Eh? ¿para que? —lo miré curiosa.

—Solo prestamelo. —me encogí de hombros y saqué el aparato del bolsillo trasero de mis jeans, se lo entregué y el frunció el ceño. —Tsk, lo sabía. —negó con la cabeza, hizo algo con mi móvil y luego me lo devolvió. —Listo.

—¿Que hiciste?

—Nada. —dijo con una sonrisa.

Sacó su celular y marcó un número. Ahora mi celular sonaba dejando escuchar la animada canción que tenía de tono. Miré la pantalla viendo como en ella decía "Oppa💙", colqué y volví a guardar mi móvil.

—¿"Oppa"? —lo miré indignada y el asintió.

—Si. Tambien pensé en poner "Soobin Oppa" pero luego recordé que yo soy tu único oppa, así que cuado te llame sabrás que se trata de mi.

—Eres increíble.

—Lo sé. Ah y con respecto a lo de los celos. Tu tambien te pusiste celosa de aquellas chicas ¿eh?

Bien, okay. Antes había dicho que no eran celos, pero ¿como negarlo? No podía engañarme a mi misma, era más que obvio que esas chicas causaron algo en mi, sacaron mi parte tóxica a la luz.

—Si estaba celosa. —dije dejándolo sin palabras. —Pero a diferencia tuya, yo si lo admito. —le guiñé un ojo y dejé un beso en su mejilla.























恨 (Hèn) | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘚𝘰𝘰𝘣𝘪𝘯 Where stories live. Discover now