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—Yeji, te esta llamando Hyunjin. —le entregué su celular que llevaba un buen rato sonando y ya me tenía un poco cansada, aunque no tuviera el volumen al cien por ciento la canción de tono era una que odiaba.

Ella rodó los ojos y tomó su celular, tocó varias veces la pantalla y luego me lo entregó, supongo que apagado.

Seguí detrás de la barra fregando las cosas que había recogido, faltaba menos de una hora para cerrary ya casi no habían clientes. 

Escuché a un chico pidiendo un café para llevar, Soobin era quien lo atendía. El chico caminó hasta pararse frente a mi, la barra nos separaba pero podía sentir su fija mirada en mi.

Levante la vista y le dedique una sonrisa.
—¿Desea algo más? —pregunté amablemente. Me pagaban por ser amable y sonreirle a los clientes así que aquí estaba yo, sonriendole a un chico que de entrada ya me cae mal, tiene una sonrisa tan arrogante que me hace querer golpearlo.

No, no puedes, te van a despedir.

—Me gustaría tener tu número.

—¿Perdón? 

—Aquí tienes tu café y tenemos prohibido dar nuestros números telefónicos o algún otro dato personal. —Gracias gigante poste, me has salvado de mandarlo muy lejos por mi cuenta.

El chico le arrebató el vaso plástico de café y lo miró con una media sonrisa.
—Estoy hablando con ella, no contigo.

—Como dijo mi compañero, tenemos prohibido dar información personal y eso incluye el número de teléfono. —dije con un tono calmado más falso que su color de cabello.

Bufó y salió de la cafetería.

—Que chico tan intenso. —dijo mirando hacia afuera, reí por su ceño fruncido.

¿Esos son celos?

No, claro que no.

—Gracias. —le dije y ahora me miraba con una sonrisa.

—No hay de que.

Pensé que todo se volvería muy incómodo después de aquel beso, pero en realidad luego de eso estuvimos un rato abrazados hasta que Yuna llamó a mi celular para que fuera a la casa ya que ella no tenía llaves y mis tíos estaban trabajando.

Debo de agradecerle a mi prima por hacerlo todo un poco menos incomodo, si me hubiera separado del abrazo de forma voluntaria no sé como lo miraría a la cara.

Ayer cuando salí de casa para la escuela lo hice muy temprano y tomé el autobus, por si acaso, aún no estaba lista para lo que pasaría.

Y hoy hice lo mismo, hasta que llegué a la cafetería y me vi obligada a aparentar que todo estaba bien para que Yeji no sospechara, aunque hoy esta algo distraida así que de todas formas no lo hubiera notado.

Cuando cerramos la primera en irse fue Yeji, ni si quiera se despidió de nosotros, sus razones debe de tener.

—¿A que esperas? Vamos. 

Negué con la cabeza.
—Me iré con mi tío, hace unos días se compró un auto y piensa que es mejor que me vaya con el.

—Ah, ya veo. —dijo mirando a otro lado.

—Puedes venir con nos-

—No te preocupes. —me sonrió. —de todas formas tengo que hacer algo. —
Asentí. 

Un auto color blanco se estacionó frente a la cafetería, sabía que era el de mi tío. Tomé mi bolso y lo pasé por uno de mis hombros.

—Hasta mañana.

恨 (Hèn) | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘚𝘰𝘰𝘣𝘪𝘯 Where stories live. Discover now