29

601 42 0
                                    

¿Es necesario decir que esa noche no pude dormir? Estuve dando vueltas en la cama toda la noche, acostándome hacia el lado contrario, observando y envidiando a Yuna quien no tenía ninguna dificultad para caer rendida y que por más que me pasé la noche gruñendo por no saber que hacer, ella parecía estar en otro mundo. ¡Incluso la escuché hablar en sueños!

Por no haber pegado el ojo el sábado, el domingo caí como roca en la cama apenas el sol cayó. No recuerdo haber soñado nada pero si sé que desperté varias veces a mitad de la noche, pero a los pocos minutos reconciliaba mi sueño.

El lunes en la mañana desperté de mejor ánimo que otros días. ¿la razón? Ya comenzaba a hacer frío y estaba segura de que en unos días, quizás una semana o dos comenzaría a nevar. Si, me encanta el frío y este país es perfecto en invierno. 

Salí de casa casi dando sulfitos pero me contuve, no me gustaría llegar cansada a la escuela, un lunes. 

Al ver a Soobin parado fuera de su edificio mi sonrisa o.se borró, al contrario, creció aún más al verlo todo cubierto de pies a cabeza. 

Pobrecito.

—¡Hey! —salté de emoción cuando estuve a su lado. —El clima está perfecto hoy ¿no crees?

—Estas bromeando ¿cierto? —negué con la cabeza. El me miró de arriba a abajo viendo como mi ropa era abrigada pero no a tal extremo como la suya. —¿¡Acaso quieres morir de hipotermia!? —gritó haciendo que algunas personas que pasaban cerca se nos quedaran viendo.

—Shh. —puse la palma de mi mano sobre sus labios sintiendo como estos tenían una temperatura cálida. —De tanto andar con Yeonjun ya se te pegaron sus dramas. —Negué con mi cabeza y llevé mis manos a los bolsillos de mi abrigo. —¿Vamos?

El asintió y comenzamos a caminar en dirección a la escuela, no dejaba de preguntarme como es que soportaba este frío y no me quedó de otra que explicarle que antes de venir a vivir a Corea pasé algunos años en Canadá y el frío de este país no es nada comparado con el de Canadá que llegaba hasta los -40°C.
Soobin comenzó a hablarme de que detesta, odia las bajas temperaturas, si por el fuera viviría en países más cálidos.

En menos de lo pensado ya estábamos llegando a nuestros respectivos salones, el mío era uno de los primeros y ya estábamos a pocos pasos de el.

—Nos vemos. —le dije antes de entrar por la puerta pero su mano en mi muñeca me lo impidió, como el otro día, mis alarmas se activaron pensando que iba a ser lo que yo pensaba ahora y en un lugar como este. Al darme la vuelta y quedar frente a el no hizo más que dejar un beso cerca de mis labios como ese día, luego de eso se marchó sin decirme nada y dejándome con muchas preguntas y esperando a que nadie haya presenciado esa escena tan ¿bonita? 

Quería quedarme todo el recreo en el salón para reflexionar sobre todo lo pasado estos últimos días, aunque creo que reflexión como la del sábado en la madrugada no hay ninguna. Mis planes de tranquilidad se vieron interrumpidos por mis compañeras de clase quienes me sacaron -por así.decirlo- a rastras del aula con la excusa de que debía socializar más, pero mi vida de antisocial es perfecta.

En el patio del colegio las chicas comenzaron a hablar sobre los exámenes que estaban próximos y debíamos de estudiar mucho, no opiné nada al respecto puesto que lo sabía. 
 
Mi vista curiosa recorrió todo el patio encontrándome con Soobin sentado en una banca hablando con un chico, el cual habia visto algunas veces. Una chica se les acercó y comenzó a hablarles, en la posición que estaba la chica no podía ver al chico pero si a Choi que era lo que me interesaba. Vi como ella le ofreció su celular a Soobin y este negó con la cabeza diciendo algo que obviamente no alcancé a escuchar y menos podía leer sus labios. Bueno, sea lo que sea que haya pasado estoy segura de que no hubo intercambio de números ¿no?

(...)

Las clases habian acabado hace unos minutos, más temprano de lo normal ya que gracias al cielo convocaron a todos los profesores para una reunión y no les quedó de otra que dejarnos en libertad.
Entre tantos estudiantes amontonados fuera de la escuela al mismo tiempo me resultó un poco difícil dar con Soobin pero gracias a que es un poste pudo encontrarlo. Ahora caminabamos tranquilamente mientras yo comía una barrita de chocolate que el me habia regalado.

—¿Quieres ir a mi casa?

—¿Para?

—No seas tonta, obviamente quiere terminar lo que empezó gracias a tu jueguito con el merengue.

—Hice galletas. —evite reir por su intento de aegyo.

Me encogí de hombros.
—Vendelas.

—No~, son especialmente para ti. —dijo lo último tocando mi nariz con la punta de su dedo índice.

—No toques mi nariz. —arrugue la misma por la sensación de su dedo ahí.

—¿Por que no? Es bonita. —rodé los ojos y boté el envoltorio del chocolate en un cesto de basura. 

—Para ti todo es bonito.

—No es cierto. —levanté una ceja esperando a que dijera algo más. —Por ejemplo; no pienso que eres bonita. Pienso que eres preciosa.

—Ya~, no digas esas cosas. —lo empujé haciendo que se tambaleara un poco. Me di la vuelta y comencé a caminar a paso rápido sintiendo mi cara apunto de explotar.

¿¡Como se le ocurre soltar eso!? A este chico le gusta hacerme pasar vergüenza a diario.

—Espera. —llegó a mi lado y me abrazó por los hombros haciendo que nuestro caminar se volviera algo torpe. —¿Que dices? —estabamos frente a su edificio y yo me debatía entre si aceptar la propuesta o irme a casa para no hacer nada productivo el resto del día.

Suspiré rendida apuntó de decir mi respuesta. 
—Vale, pero —lo interrumpí antes de que comenzara a hacer sus gestos raros de “la victoria”. —con la condición de que no digas cosas como las de hace un momento. ¿Entendido?

Hizo una pose de militar mientras traía una hermosa sonrisa en sus labios.























user32442600 tu capítulo pues.
  6:04 a.m

恨 (Hèn) | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘚𝘰𝘰𝘣𝘪𝘯 Where stories live. Discover now