恨 (Hèn) | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘚𝘰𝘰𝘣𝘪𝘯

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Poste de Luz.

¿te sigue doliendo?

Nah, ya no duele tanto.

¿seguro?

Bueno...

Me parece mentira el nivel de despiste que tiene este chico, de verdad.
Hace una semana su salón estaba en clases de deporte y pusieron a los chicos a jugar fútbol. Yo lo veía todo desde la ventana de mi aula y de un momento a otro ¡pum!, el tonto Choi se tuerce el tobillo, es que más tonto no podía ser. Admito que en ese momento me reí bastante pero al ver que la cosa era grave me preocupe, claro que no pude hacer nada porque estaba en medio de un turno de clases.

Y ahora me siento un poco culpable por el chico, le dije que lo iría a ver mañana a su departamento, teniendo en cuenta que vive el sólo, necesita de alguien que lo alimente y se encargue de la limpieza de su hogar mientras el este de reposo. Según el, su madre va todos los días y le lleva algo de comida, pero no confio en el, así que mañana iré a visitarlo.

Ni yo me creo la gran obra de caridad que haré.

Poste de Luz.

No importa, Igual
mañana iré a verte.

En serio no hace falta que
te molestes en mi.

Lo que tu digas.
Mañana estaré en tu
casa después de clases.

Y no se diga más.

Vale 😒

(...)

—¡Mamá! ¡Ya me voy! —grité desde la entrada.

—¡Vale! —me rrspondio desde su habitación.

Salí de casa y mire la dirección en mi celular, lo que menos quiero es perderme. Camnine unos minutos hasta ver el edificio de nueve plantas, entre en este y le avisé a uno de los porteros que venia a ver a Choi.

Ingresé al ascensor y pulsé el botón para el piso ocho, en unos minutos ya estaba en el pasillo buscando el departamento número 38, al encontrarlo toqué el timbre y espere un rato a que Choi abriera, era obvio que se demoraria puesto a que su lesion le impedía hacer algunas cosas. Escuche pasos pesados y unas cuantas quejas del otro lado de la puerta, esta se abrio y antes de poder decir o hacer algo Soobin habló.

—Ya le dije señor que no estoy interesado en... —cayó al verme.—

—Si no estas interesado en la comida pues me voy.

—Oh no, es que hace unos minutos llegó un hombre vendiendo cremas y esas cosas. Ven, pasa.

Entre y fui a sentarme al sofá dejando la bolsa con alimentos en mis piernas. Mire todo el departamento y en verdad era bonito, bastante moderno pero acogedor y para sorpresa mia todo estaba organizado.

—¿Que tal tu pie? —pregunte después de que Choi se sentara en el mismo sofá que yo solo que en la esquina.

—Veras... Esta mañana me caí en el baño. —me di un facepalm mental, era de esperarse, de hecho, se me hacia raro que no le hubiera pasado ya.— Me dolio un poco pero luego coloque hielo y se me paso.