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Maldita sea.

Nunca había sentido un dolor tan fuerte de cabeza como ahora. Quizás todo lo que me tomé ayer ya anda cobrando factura y es que quien me manda a hacer una competencia con un chico que probablemente tiene más resistencia al alcohol que yo. Bueno, creo que anoche fue la segunda o tercera vez que bebía algo, las veces anteriores había sido uno o dos shot's y no dos y tres botellas de que se yo.

Nota mental: No beber jamás.

Salí de mi cuarto después de recoger mi cama, darme un baño y cambiarme por algo más abrigado para el día ya que la lluvia había traído bajas temperaturas junto con ella.

Cuando pasé por la sala vi a ____ dormida en el sofá.

¿____?

¿Que hace aquí en mi casa?

¿Y durmiendo en mi sofá?

Busqué algo para taparla del frío y fui a la cocina para preparar algo de comer para mi y para ____ cuando despierte.

Unos huevos revueltos estarian bien para desayunar. Ni siquiera se si es hora para desayunar pero es la primer comida del día, asi que, huevos revueltos, porque si.

¿Como termino ____ en mi casa?

Esa pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza pero por mas que intentaba recordar, nada venia a mi mente, solo Yeonjun, mucho alcohol, chicos, chicas, alcohol, música, baile, alcohol y más alcohol.

Cuando terminé mi desayuno lavé el plato y me dirigí hacia la sala para ver a ____ recien despertada, mirando a los lados, más dormida que despierta, no la culpo ¿Cuanto durmío? ¿cinco? ¿seis horas?

—Hey. 

La saludé con la palma de mi mano y ella se fijó en mi, entrecerró sus ojos y luego se sonrojó.

¿Eh?

Bajó la cabeza y se quedó mirando sus pies. Las chicad son algo extrañas, a veces actuan como una persona normal, común y corriente y otras veces son... raras, cambian sin explicación alguna. Mi mamá me explicó hace tiempo a que se debian los cambios de las chicas por lo que quizas, ____ tenga el período. Aunque si me pongo a pensar ella es normalmente algo bipolar asi que ya no se que pensar.

—¿Te sientes bien? —asintió varias veces con su cabeza antes de girarse levemnte hacia atras para mirar hacia la ventana.

—Rayos. —se quejó al ver que aún llovía a cántaros. —¿Que hora es? —preguntó, aún con su vista en la lluvia.

—La verdad, no tengo idea.

—Yo... —se pusó de pie y revisó los bolsillos traseros de su jean y sacó su celular. Al encenderlo se le abrieron los ojos en signo de sorpresa. —Ay no. —tecleó algo en su teléfono y lo llevó a su oido. —Tía... —se alejó el movil de la oreja un poco por el grito que escuché de la mujer. —Si, estoy bien, estoy —su mirada cayó en mi y volvió a sonrojarse. —en casa de una amiga que tuvo un problema, disculpa por no avisar, era urgente.

Terminó la llamada con su tía y corrí rapidamente al sofá oara sentarme a su lado.

—¿Que ha- —calló al instante en el que puse el dorso de mi mano sobre su frente. Me miro por unos segundos y tomó mi muñeca para apartar mi mano gentilmente. —¿Que crees que haces?

—No sé, te veo demasiado roja pero —toqué sus mejillas sonrojadas, nada de que preocuparse. —al parecer estas bien.

Esta vez quitó mis manos de sus mejillas bruscamente.
—¡Hey! ¿Quien te crees para tocarme asi?

Una sonrisa traviesa se asomó por mis labios recordando lo del día de la fiesta en casa de la prima del amigo de Yeonjun.

—Eres mi mejor amiga, tengo todo el derecho.

Me gané un golpe en el hombro sefuidó de un bufido de su parte.
—Tsk, quisieras.

—Vale, vale. Ahora, ¿que haces en mi casa?

—¿Asi me tratas después de haberte rescatado de la fiesta salvaje esa? Oh, gracias, supuesto mejor amigo. 

—¿Que? ¿Y como llegaste a la fiesta? No recuerdo haberte visto. 

Hice memoria pero como al despertarme pero nada llegó a mi mente.

—Yeonjun me llamó, —dijo obvia.— me dijo que te pasara a recoger para traerte a casa. Te di algo de té y —otra vez ese rojo de sus mejillas, no tengo idea a que se debe pero me da mucha curiosidad. — antes de irme me di cuenta de que llovía muy fuerte y no traje pareguas, no me quedó otra opción que dormir en el sofá, por cierto, disculpa el atrevimiento.

—¿Y porqué dormiste en el sofá? Mi cama es suficiente grande para dormir ambos.

—¿Pero que dices? No, no, que vergüenza. —pusó las palmas de sus manos sobre sus mejillas sonrojadas, ni siquiera sé porque se encarga en ocultar el rojo de su rostro, vamos, llevo treinta minutos viendola sonrojarse cada cinco segundos, de nada sirve que se oculte ahora. Negué reperidas veces por su actitud de niña pequeña y le di un abrazo. —¡Oye! Sueltame Imbécil. 

Suerte y pude atrapar sus manos en el abrazo, solo lograba dar patadas al aire y eso no le serviría para que la soltase.

—No le digas asi a tu mejor amigo o se pondrá triste y llorará. —la apreté más entre mis brazos y dejó de dar patadas al darse cuenta de que no servian de nada.

—Me vale una- 

—Hey, cuida tus palabras bajo mi techo.

—Si, si, tu techo, aja. —dijo en tono sarcástico.

Sentí como poco a poco perdía la tención y se relajaba más por lo que le quité fuerza a mi agarre. Quizás fue por el calor que nos brindabamos o simplemente el sueño acumulado que traiamos, o ambas, que ya estabamos medio dormidos.

—Oye. —hablé en un susurro para no romper nuestra burbuja por asi decirlo.

—¿Mhm? 

—¿Te vas a dormir? 

—No.

Si, claro.

Después de decir eso sentí como su cabeza se recostaba sobre mi hombro, entonces la fui soltando lentamente para que durmiera tranquila, pero se aferró a mi brazo como un pequeño koala.

—Tan bonita. —di un toquecito sobre su nariz y vi como arrugaba esta.

Sonreí recordando que hace un tiempo esta misma chica que hoy duerme atrapando mi brazo antes no me soportaba.

No recuerdo haber hacho algo que haya resultado desagradable para ella, incluso creo que ni siquiera tenía dos días trabajando en el café y me daba miradas de odio.

Tiempo despues, quizás semanas me armé de valor y le pregunté que le sucedía conmigo.

—No entiendo porque razón me tratas mal. —estabamos los dos uno al lado del otro detras de la barra, ____ preparando un café y yo organizando algunas tasas.

—Yo tampoco. Simplemente tu rostro de chico bueno me parece irritante y no lo soporto.

—¿Piensas que soy feo?

—Nunca dije eso. Solo... tu forma de ser es tan... bondadosa que me dan ganas de vomitar. Pero no pienses que te odio ni nada por el estilo. Sería un privilegio para ti que yo sintiera algo tan fuerte hacia tu persona.

—Chica loca.










恨 (Hèn) | 𝘊𝘩𝘰𝘪 𝘚𝘰𝘰𝘣𝘪𝘯 Where stories live. Discover now