46- El descontrol y los celos de Kale

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Desde el aire, Zorepo en su nave observaba la destrucción que causaba en la tierra con sus robots que gracias a la información recogida de Kale y Letty le fue más sencillo enterarse del planeta Tierra.

—Quien no está conmigo, está contra mí — murmuró para sí mismo con una sonrisa malévola.

Mientras tanto en una zona urbana Piccolo junto Gohan destruían los robots con cierta facilidad, el híbrido saiyajin y el Namekiano en equipo eran temibles adversarios.

—Gohan, debes tener cuidado, estas chatarras no son normales — murmuró Piccolo molesto.

—Muy bien, señor Piccolo

El híbrido golpeó con su puño a una de las máquinas de combate, esta quedó completamente destruida tras haber recibido el golpe del hijo de Son Goku.

Piccolo usaba sus brazos extendidos para detrozar las máquinas chocándolas entre sí, las partes de los robots cayeron a la calle; luego lanzó una máquina contra un edificio deshabitado.

—Debemos irnos para no lastimar a la gente — comentó Gohan y se elevó rápidamente tomando vuelo hacia el bosque.

Varias máquinas lo seguían a toda velocidad hacia aquel bosque, mientras tanto Gohan se defendía lanzando continuas ráfagas de ki al mismo tiempo que saltaba por los troncos de los árboles.

(...)

Goku miraba fijamente a Vados, intercambió miradas con Caulifla a sabiendas que sus hijos menores y hogar estarían corriendo peligro si vienen con él..

La duda reinaba en su mirada, debía tomar una decisión, la duración de un día en Sadala era el doble que en la tierra, es decir 48 horas entonces lo más posible era que Zorepo ya haya ido a la tierra y prepare una lucha contra los guerreros del planeta.

—Señorita Vados, lleve a Goten, Eira y Valyria a un lugar seguro — pidió el saiyajin terrícola.

Caulifla lo miró preocupada, aun así su único deber era proteger a sus hijos y la tierra por demás. Si ellos están en un lugar seguro, es más probable que salgan bien librados en la batalla.

—Bien... Vados será mejor que te los lleves, nosotros iremos a la tierra inmediatamente — mencionó la saiyajin apretando sus puños.

—De acuerdo, sujétense, nos iremos ahora mismo

Kale salió de la casa con una mirada llena de determinación, ella sabía de su enorme potencial tras haber entrenado con Piccolo y de vez en cuando por su propia cuenta.

—Yo iré también — dijo la morena con seriedad.

—Kale... — musitó Caulifla.

—Letty se quedará aquí y ella cuidará a tus hijos, hermana — la sonrisa de Kale apareció en sus labios pero en su interior había que algo que la consumía, ella no deseaba dejarla sola.

—Pero ¿y Kyabe? ¿y las esferas del dragón? La tierra será destruida si no las recolectamos — indagó Goku preocupado.

—No tienen por qué preocuparse, las tres restantes están aquí — Vados movió su báculo y sacó un saco con tres esferas pequeñas —Kyabe me lo solicitó antes de irse a la tierra.

—Ya podemos irnos sin preocupaciones

Vados asintió y los tres saiyajin se sujetaron de su espalda para irse de vuelta a la tierra, quizá los estaría esperando un panorama desolador.

(...)

Bresia y Kuri estaban respirando agitadas mientras apenas resistían los embates de los robots de combate. Un golpe de un robot las hizo reaccionar de inmediato pues salieron disparadas contra una de las  casas de los aldeanos.

Beyond the Limits (Fuerza y Valor 2)Where stories live. Discover now