9- Eira y Valyria

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En la madrugada Goku sobrevolaba la aldea hallando diversas personas que luchaban contra el barro y la lluvia continua, descendió a gran velocidad fuera de un restaurante en el que varios habitantes se refugiaban.
Ahí una mujer cargaba a dos gemelas de cabello rojizo y azul que no dejaban de llorar, aquella persona no era su mamá ni nada cercano.

—¿Qué les sucedió a sus padres? — inquirió el saiyajin ayudando a levantarse a esa mujer.

—Su casa fue destruida cuando la ladera se desmoronó — explicó ella cabizabaja.

—¿Y... Y ellos sobrevivieron? — preguntó el pelinegro preocupado.

La mujer negó con la cabeza dando a entender que aquellas dos niñas quedaron huérfanas, el saiyajin miró el tejado levantarse con furia, sostuvo el hombro de dos aldeanos y desapareció usando la teletransportación llegando al dojo.

—Aquí estarán a salvo... traeré a los demás — informó el saiyajin dejando a ambos más tranquilos.

—Gracias... señor — musitó el hombre.

Goku vuelve a usar la teletransportación yéndose de nuevo al pueblo trayendo a varios de los habitantes para salvarlos de los fuertes vientos y lluvias que había.

Mientras tanto Caulifla, destruía las rocas que obstaculizaban el paso del cauce del río, aunque golpeaba con fuerza las rocas seguían cayendo al río.

—¿Qué le sucederá a esa pobre gente? — se preguntó impotente la chica —, les prometí que los salvaría y eso haré — gritó transformándose en super saiyajin.

El resplandor dorado de aquella transformación sorprendió a todos los habitantes del pueblo, rápidamente la chica se fue en dirección al lecho del río encontrándose con una enorme piedra bastante dura. Caulifla la golpeó con fuerza abriéndole unas grietas que se empezaron a esparcir por todo el objeto, la chica volvió a impactar con su puño la roca destruyendo ésta al fin.

Las turbulentas aguas comenzaron a fluir río abajo nuevamente llevando consigo a la saiyajin por varios cientos de metros. Rápidamente, tomó vuelo escapando del cuerpo de agua mostrando un leve cansancio.
Regresó volando al pueblo en donde ya no estaban todos los habitantes y sólo había barro y escombros por doquier.

—Maldita sea... — murmuró por lo bajo ella.

—Caulifla — llamó Goku desde un tejado, él tenía varias gotas de sudor en la frente —, no te preocupes, todos están bien — informó el saiyajin.

—¿Qué? — inquirió ella sorprendida —, ¿dónde están? — volvió a preguntar.

—Están en el dojo... otros se refugiaron en un restaurante que resistió los daños — explicó el mayor manteniendo un toque de preocupación.

El sol empezaba a asomarse por el horizonte anunciando la llegada de un nuevo día, ya en horas de la mañana los aldeanos veían como sus años de duro esfuerzo se los llevó la lluvia. Caulifla cerró con dureza sus puños sintiendo impotencia, sintió sus lágrimas caer por sus mejillas rompiendo en un silencioso llanto.

—No pude ayudarlos — musitó triste la chica.

—No tienes por qué ser tan dura contigo — dijo una mujer tomando las manos de la saiyajin —, ésta región siempre es golpeada por fuertes lluvias...nos recompondremos — agregó ella.

Goku observó con un sentimiento de culpa la devastadora escena de aquel minúsculo lugar donde él y Caulifla se alojan. Llevó dos de sus dedos a la frente haciendo uso de la teletransportación para llegar con Mister Satán.

(...)

El terrícola de peinado extravagante dormía placenteramente en su cama mientras que Buu estaba en el sofá tomando una siesta, despertó rápidamente al sentir los rayos del sol intentar entrar en sus ojos.

Beyond the Limits (Fuerza y Valor 2)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang