Beyond the Limits (Fuerza y Valor 2)

28- Un lugar en tu corazón

A Kale la sangre le empezaba a hervir, sentía que ahora Kyabe le iba a quitar a Letty estaba sumida en sus pensamientos que no escuchó lo que hablaban ellos dos.

—Qué te quede claro, Caulifla, que a mí no me gusta Kyabe — habló enérgicamente esa saiyajin más joven.

Caulifla soltó una risilla mientras entraba al dojo, le gustó comprobar qué era realmente lo que aquella saiyajin más joven sentía por su hermana y protegida Kale.

Encontró a Goten hablándole a las dos gemelas explicando cada una de las hazañas del saiyajin Goku el cual es su padre, los orbes de color azules y rojos observaban con curiosidad a su hermano que parecía entusiasmado.

Al lado de Caulifla se posó Goku colocando su mano sobre el hombro y ella correspondió colocando su mano contraria sobre la del mayor.

—Admito que es interesante ver a dos chicas tan curiosas aunque... — hizo una pausa esperando encontrar las palabras adecuadas para proseguir —Yo veo a Kale bastante... No sé... extraña

—¿En qué sentido? — indagó el peli palmera acariciando el hueco del cuello de la saiyajin

—Cuando ve a esa muchacha le pasa lo mismo que a mí, cuando estoy contigo — musitó Caulifla sintiendo sus mejillas arder y ponerse roja.

—Hmm... quizá necesiten un tiempo a solas

A Caulifla se le iluminaron los ojos y pensó en una buena forma de "deshacerse" de Kyabe para que esas dos jóvenes saiyajin estuvieran solas y tuvieran un rato de intimidad.

—Espérame aquí — anunció Goku saliendo del edificio.

—Eh... Okey...

Goku salió del edificio siendo cubierto por unos cuantos copos de nieve que caían del cielo, miró directamente a Kyabe con una pequeña sonrisa.

—Kyabe, ven un momento — pidió el mayor.

—Eh... ya voy señor Goku — habló el menor con una sonrisa.

Kyabe se acercó al rival de su maestro Vegeta dejando a las dos chicas solas sin saber que la tensión en el aire sería palpable con la mano.

—¿Qué sucede, señor Goku?

—Quiero que le digas a Bulma lo que está sucediendo, hubo un problema con unas esferas del dragón que Freezer estaba recolectando, cuando las reunieron llamaron al dragón y pidieron un deseo pero la tierra está en peligro por eso — explicó el saiyajin de la tierra.

—¿Qué? Es muy serio, señor... No se preocupe, yo me encargo — aumentó su ki para irse volando a la corporación cápsula.

El saiyajin más maduro se mantuvo firme mirando al cielo, parecía que tenía un mal presagio de algo malo que llegue a suceder durante el viaje en busca de aquellas misteriosas y extrañas esferas.

Aquellas dos chicas permanecieron en silencio hasta que decidieron entrar al dojo, Kale optó por ir adelante para averiguar más como era ese peculiar lugar al que les guió el ki de la Lady Caulifla.

(...)

La noche rápidamente llegó y todos estaban comiendo en el comedor, mientras que Caulifla bromeaba con sus hijas sin que supieran las otras dos saiyajin de ello el pequeño Goten pedía a gritos que su padre lo entrenara.

—Bien, mañana te entrenaré para que te hagas muy fuerte, Goten — habló firmemente el saiyajin mayor.

—Genial, papá

La primera en levantarse fue Eira y miró a su madre con una sonrisa mientras levantaba su plato.

—Gracias, mamá — soltó sin más la peli azul.